Las protestas de los trabajadores de prisiones continúan intensificándose después del asesinato de una cocinera de Mas de Enric. Funcionarios de ocho centros penitenciarios de Cataluña han intensificado la protesta a lo largo de este viernes, algunos de ellos colapsando los accesos de su prisión. Los trabajadores piden a la consejera de Justicia, Gemma Ubasart, la dimisión de la cúpula del servicio penitenciario del Departamento y mantienen que alargarán el «pulso» hasta que se los escuche. Mientras tanto, la vicepresidenta del gobierno catalán, Laura Vilagrà, que ha lamentado «el asesinato cruel» de la cocinera a manos de un preso, ha aprovechado una comparecencia con periodistas para pedir «calma y tranquilidad» a los sindicatos. Horas más tarde, la consejera Ubasart ha descartado dimitir de su cargo: «Seguramente sería la decisión más fácil, pero no la más acertada». En la línea de lo que ha dicho Vilagrà por la mañana, la consejera también ha pedido diálogo a los sindicatos para deshacer la situación «complicada» que se vive en las prisiones.
La tensión se concentra sobre todo en Mas de Enric. Solo trabajan unos veinte profesionales, cuando lo más habitual es que haya unos sesenta para cada uno de los tres turnos. Con todo, los funcionarios que mantienen vivía la protesta aseguran que continuarán con los cortes «mientras los de dentro aguanten». Este viernes, los trabajadores se han reunido con el director de la prisión, Francisco Romero, que les ha insistido que la situación dentro del centro está «controlada», a pesar de los episodios de esta semana, y ha pedido, sin éxito, que se lleve a cabo el cambio de turno.
Durante la protesta, los reclusos están cerrados en las celdas, desde donde también han comido. Este hecho, apuntan algunos trabajadores, podría provocar momentos de tensión. Tampoco pueden hacer actividades lúdicas. El único servicio que ha garantizado es el de alimentación y de atención médica y no se pueden hacer visitas, salidas o talleres.

Llamamiento a la calma del Gobierno
Las protestas han ganado intensidad con el paso de los días. El jueves, un grupo de funcionarios intentó entrar a la fuerza en la sede del Departamento de Justicia, y este viernes se han cortado los accesos de algunas prisiones. La vicepresidenta del gobierno catalán, Laura Vilagrà, ha hecho un llamamiento a la calma y ha recordado que el ejecutivo ya tiene previsto un aumento de la plantilla, una de las principales peticiones de los sindicatos.
Los funcionarios dicen que las medidas de «buenismo» que ha practicado la Generalitat les ha quitado autoridad ante los presos. Más allá de dimisiones, los trabajadores exigen que se los considere agentes de la autoridad para poder llevar armas y defenderse en casos extremos. Vilagrà, que ha apoyado a la consejera Ubsart, ha insistido que ha previsto una reunión con sindicatos para abrir una negociación para abordar sus peticiones.

Apoyo a los familiares de la víctima
Las protestas estallaron el pasado miércoles con el incidente en Mas de Enric. Este viernes al mediodía, los familiares de la víctima se ha acercado al centro para recoger sus pertenencias y han recibido el apoyo unánime de los trabajadores concentrados. La asociación Familias de Presos en Cataluña, que hace unos días denunciaba en el Parlamento el trato que recibían algunos reclusos y los familiares por parte de las prisiones y las administraciones, también ha hecho un tuit en el que «acompaña» en el «dolor» de la familia de la cocinera. «Las muertes siempre son muy dolorosas para todo el mundo», han escrito.
Los centros que se han unido en la protesta son Mas de Enric, Brians 1 y 2, Lledoners, Quatre Camins i Joves, Ponent i Wad-ras.