Los sindicatos CCOO, UGT, CGT, Semaf, CGE y SF en Renfe y Adif, con un tono muy hostil, han cargado con dureza contra el traspaso integral de Rodalies que pactó el jueves de la semana pasada el PSOE con ERC. Un traspaso que va directamente ligado en el acuerdo para investir a Pedro Sánchez. Según alertan desde las organizaciones sindicales en una rueda de prensa desde Madrid, «la ambición política» con la cual se ha redactado el acuerdo consideran que supone «la rotura» de los derechos de los trabajadores y la «ruptura» del Grupo Renfe: «Un golpe más la ambición política ha pasado por sobre», lamenta el presidente del comité general, Andrés Rubio. El mismo presidente considera que no se ha escuchado los trabajadores en ningún momento a la hora de redactar el traspaso.
En este sentido, pues, este es uno de los motivos por los cuales los sindicatos han convocado cinco días de huelga. Temen que «se esparza el ejemplo» de Cataluña en las otras comunidades autónomas y que esto suponga que las dos empresas públicas, Renfe y Adif, acaben rotas en 17 servicios regionales. «Corremos el riesgo que se fraccione, se segmente, las dos empresas en 17 empresas pequeñas y esto, desde el comité general no lo permitiremos, y por eso hemos convocado estas movilizaciones», afirma el portavoz del Sindicato Ferroviario (SF), Rafael Escudero. Antes de que empiece la huelga, los sindicatos también han convocado una comisión de conflictos previa a las movilizaciones.

«Oposición firme» al traspaso
Los sindicatos, descontentos con el traspaso, se han querido posicionar como una «oposición firme» contra la segmentación regional del servicio de administración de Rodalies: «Anunciamos nuestra firme oposición a cualquier decisión que suponga la segregación de los servicios que prestan las empresas públicas estatales», alerta Rubio. Por miedo que la empresa quede totalmente desdibujada, la secretaría general de CCOO al sector ferroviario Pepa Paez ha expresado que los trabajadores están «dispuestos» a sentar con la empresa, el gobierno español y la Generalitat para negociar y acordar el traspaso a través de una nueva «figura jurídica» que los permita continuar ligados al Grupo Renfe: «Pedimos una mesa donde poder sentar y se nos tenga en cuenta para garantizar la no segregación de las empresas públicas más allá de las competencias, las tenga quien las tenga», resalta.