La Brigada Móvil de los Mossos d’Esquadra (Brimo), la unidad antidisturbios de élite de la policía catalana, volverá a tener las plazas que le corresponden, teóricamente, antes de acabar el primer semestre del año. Así se ha comprometido el mismo consejero de Interior, Joan Ignasi Elena, por escrito, en una respuesta parlamentaria sobre el número de miembros que tiene que tener la Brimo. Precisamente, una de las quejas de la unidad y de sus mandos ha estado durante los últimos meses la pérdida de efectivos, con una incorporación de nuevos agentes insuficiente y sin una formación específica de orden público, puesto que se encuentran en situación de «comisión de servicio».

Según una respuesta parlamentaria a la cual ha tenido acceso El Món, la Brimo cerró en 2022 con 508 efectivos, después de las quejas del jefe de la unidad, el intendente Xavier Pastor, que en septiembre ya alertaba el consejero que habían perdido un 10% de efectivos y que iban cortos de personal con solo 456 efectivos. Ahora Interior trabaja con una dotación de efectivos prevista en la relación de puestos de trabajo de 515 agentes. La consejería prepara la convocatoria del concurso para acabar de cubrir las vacantes la brigada. Una decisión, pero, que deja en alto la recomendación de incrementar los antidisturbios hasta 600 efectivos.

Parto de la respuesta parlamentaria sobre la Brimo pr parte del consejero Elena
Parte de la respuesta parlamentaria sobre la Brimo pr parte del consejero Elena

Concurso bianual

La apuesta de la consejería es «dimensionar» la plantilla de la Brimo a través de esta convocatoria de concurso oposición para acceder a la especialidad, «con una periodicidad bianual». Esta es la solución inmediata para cubrir las vacantes hasta los 515 efectivos y poder «serenar» los agentes, puesto que los cuadrantes de horarios han estado muy «tensados» sobre todo a final de año. El consejero, en su respuesta, asegura que en «el primer semestre de este año está previsto convocar un concurso oposición para esta área».

La aprobación de los presupuestos y la aprobación del nuevo decreto de estructura de la policía permiten, según Interior, asegurar esta convocatoria y mirar de estudiar el incremento de la plantilla de la unidad antes de acabar la legislatura. Hay que tener presente que, además de destinar efectivos, a causa del alta especialización de la Brimo, hay que acompañar la operación de la mejora de la formación, material y número de la suya hermana pequeña, las Áreas Regionales de Recursos Operativos, conocidas como ARRO, que a menudo, hacen despliegues conjuntos o complementarios.

Miembros de la Brimo en una acción en vía Laietana
Miembros de la Brimo en una acción en vía Laietana

La Brimo, la última de la fila

La noticia del compromiso de Elena, pero, se observa con precaución por parte de la Brimo. Fuentes de la unidad recuerdan que, a menudo, los «departamentos de Interior arrastran los pies cuando se trata de mejorar las condiciones de trabajo de la unidad». «Todos sabemos que el orden público no está de moda», apuntan las mismas fuentes. En este contexto, recuerdan que otras unidades les han pasado por delante en cumplimiento de sus peticiones, como por ejemplo la Unidad Acuática o el Grupo Especial de Intervención, el alabado GEI. De hecho, la Brimo es la segunda unidad de intervención después del GEI, formado por unos 40 miembros, y cuando hacen corto o necesitan apoyo los complementan agentes de la Brimo, incluso, tiradores.

De todas maneras, desde la brigada antidisturbios insisten que, si bien será positivo cumplir con la ratio, sería mejor hacer caso de las recomendaciones que se fijaron en la Comisión de Estudio del Modelo Policial del Parlamento. En esta comisión, agentes y técnicos convenían que hacía falta no solo dimensionar, sino «redimensionar». Es decir, apostaban por elevar hasta unos 600 miembros la Brigada Móvil, atendidas las nuevas necesidades de control de la seguridad pública. «Hay que recordar que hace cinco años que estamos en Nivel 4 sobre 5 de alerta terrorista», indican los antidisturbios. Un dato nada gratuito porque es la Brimo la encargada de la mayoría de las vigilancias estáticas en puntos de riesgo, como por ejemplo al aeropuerto de Barcelona o monumentos como la Sagrada Familia. El trabajo de Pastor será convencer el comisario en jefe, Eduard Sallent, que necesitan ser 600.

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