El veto del Ayuntamiento de Burriana (Plana Baixa) a varias revistas en catalán ha disparado las suscripciones de las publicaciones afectadas. Según datos de la Asociación de Publicaciones Periódicas en Catalán (APPEC) recogidas por RAC1, el número de suscripciones se ha multiplicado por cinco en el último mes. La ofensiva de PP y Vox para retirar las revistas en catalán de las bibliotecas ha tenido el efecto contrario al que esperaban y más de mil personas se han subscrito en medio de una oleada de solidaridad.
La llegada de la derecha y la ultraderecha a los gobiernos del Aragón, el País Valenciano y las Islas Baleares ha supuesto un ataque sin precedentes a la lengua catalana y a todos sus dialectos regionales. El PP y Vox han empezado a desmantelar todos los adelantos conseguidos la última década y a escala autonómica se han propuesto arrinconar el catalán en la escuela y que deje de ser imprescindible para trabajar en la sanidad pública. A escala local, las iniciativas son más pintorescas, como intentar retirar las revistas en catalán de una biblioteca pública.
Ataque al catalán en plena campaña
Esto es el que pasó en plena campaña electoral del 23-J en Burriana, cuando el regidor de Cultura de Vox, Jesús Albiol, anunció que el Ayuntamiento había cancelado las suscripciones a revistas como Cavall Fort, Camacuc, Enderrock y El Temps. Albiol también pretendía retirarlas de la biblioteca, pero la presión popular hizo recular el consistorio, que finalmente ha decidido mantenerlas hasta que caduque la suscripción actual.
Después de toda la polémica, la reacción de la sociedad civil ha sido pedir suscripciones en masa de las revistas afectadas. Según explican los editores, Cavall Fort y Tatano ha obtenido unas 500 nuevas suscripciones en el último mes, mientras que el Camacuc ha conseguido unas 300 y Enderrock y El Temps unas 200 más entre ambas revistas. El presidente del APPEC, Germà Capdevila, considera que la reacción popular ha sido espectacular. «La presencia de revistas en catalán a los quioscos siempre he sido complicada porque tiene que competir con una lengua más fuerte como la castellana. Por eso es tan importando esta reacción de la gente”, reconoce.