El expresidente de la Generalitat, Quim Torra (Blanes, 1962), nos recibe en su casa, en Santa Coloma de Farners, donde vive alejado del ritmo de Barcelona y de la actualidad política, como reconoce en esta entrevista con El Món, porque no cree que deba hacer el papel de «pitufo gruñón». De hecho, el encuentro es para hablar del catalán, de la emergencia lingüística, un aspecto que le preocupa mucho. Por eso, desde finales del verano del año pasado, recorre el país con la conferencia Si la lengua falla, fallará todo. Aborda las causas del descenso del uso social del catalán, que es del 32,6%, según la Encuesta de Usos Lingüísticos de la Población del año 2023, y recuerda que «hace cien años en este país todo el mundo hablaba en catalán». Y advierte que el gran objetivo de España es «acabar con la lengua catalana». Así, vincula el futuro de la lengua y también de la nación a lograr la independencia porque, de otro modo, «nuestro país no es viable». También aborda la polémica por el sketch catalanófobo que se interpretó durante la presentación del informe del Observatorio de las Discriminaciones en Barcelona y alerta que los catalanes deben recuperar la autoestima y un punto de orgullo, mantener el catalán siempre y en todas partes y utilizar todas las herramientas a su alcance para defender sus derechos lingüísticos. Finalmente, acepta hablar brevemente de la actualidad política para decir que considera que el gran error del independentismo, que lo llevó a perder el hilo del Primero de Octubre, fue desligar la lucha antirrepresiva del derecho a la autodeterminación.

¿Por qué decidió dar la conferencia Si la lengua falla, fallará todo?

Comenzamos el año pasado, después del verano, y estoy muy satisfecho. Siempre son conferencias organizadas por gente que ya tiene sensibilidad, pero tampoco está de más. Incluso con gente muy convencida, vale la pena que todos tengamos un momento para reflexionar y para ver qué podemos hacer en estos momentos de emergencia lingüística. Y luego llevarlo a un nivel muy primitivo. Quizás incluso decir: Yo, un ciudadano normal, ¿qué puedo hacer? E intento, con un punto de gracia, si la tengo, llevarlo un poco hacia aquí.

¿Por qué se ha decantado más por hablar de lengua en lugar de actualidad política?

Porque, si yo hablara de política, aún hundiría más a gente que me parece que ya está bastante hundida.

Se ha alejado mucho del día a día.

Mucho. Completamente. En estos momentos no creo que mi función deba ser de pitufo gruñón y, como en estos momentos lo sería permanentemente, pues prefiero no estar en la primera línea política, que creo que tampoco debería estar. Y, en cambio, me da la sensación de que puedo ser mucho más útil trabajando por la lengua y en otros temas.

El catalán es una lengua que hablan 10 millones de personas, ¿pero está minorizada?

El catalán ha llegado a esta situación por muchas cuestiones, pero es evidente que, hace 100 años, por ejemplo, el catalán era hablado prácticamente por el 95% de la población. Y, incluso, si retrocedemos 50 años, en 1975, aún habría una mayoría de catalanoparlantes que utilizaban el catalán de manera habitual en el país. Ahora es un tercio, menos de un tercio.

¿Y eso, por qué?

Pienso que hay dos causas extrapolíticas, todas son políticas, pero hay dos que podríamos alejar más de la estricta política, y dos políticas. Una, digo extrapolítica y me parece superpolítica, no hemos superado el franquismo. O sea, el corte que supone el franquismo para la cultura catalana, para la sociedad catalana, es de unas proporciones tan inmensas que pensábamos, quizás un poco ingenuamente, que con la nueva restauración monárquica, la normalización y los proyectos de inmersión lingüística esto se podría de alguna manera superar y no ha sido así. Y dos, hemos enganchado la era de la globalización. Y esto es nuevo para la lengua. Nosotros nos hemos acostumbrado a resistir, somos campeones de la resistencia, pero hasta ahora no nos había pasado encontrarnos con un nuevo escenario mundial, que es la globalización. Y aquí lenguas como la nuestra tienen muy mal pronóstico, porque estamos en un mundo de las grandes lenguas dominantes.

Quim Torra, Santa Coloma de Farners 26.07.2025 | Mireia Comas
Quim Torra, Santa Coloma de Farners 26.07.2025 | Mireia Comas

¿El catalán tiene las de perder?

Tiene las de perder, clarísimamente. Y esto sí que me liga con las otras dos consideraciones más estrictamente políticas o más de actualidad política. Uno, nosotros, los catalanes, somos el enemigo interior en España, y si algo simboliza nuestra manera de ser y nuestra identidad, es la lengua catalana. Por lo tanto, el gran objetivo es acabar con la lengua catalana. Desde hace mucho tiempo, es un objetivo claro del Estado español en él mismo. Somos una anormalidad que hay que eliminar y sobre todo acabar con la lengua catalana. Y dos, nosotros jugamos el partido con una autonomía que no nos da ninguna respuesta. Estamos jugando todos los partidos, también el de la lengua, con las manos atadas a la espalda, con los dos pies también atados de cualquier manera, con una venda en los ojos, te dan dos vueltas y juegan este mundo. Así los catalanes acostumbramos a jugar todas las partidas, y la de la lengua especialmente. Y esto se ve clarísimamente, por ejemplo, en lo que es la protección de la lengua. El catalán nunca será una lengua oficial en Europa si depende del gobierno español y de las gestiones que haga el gobierno español. Si algún día el catalán es oficial en Europa, será porque Andorra habrá acordado su adhesión plena a la Unión Europea y, como estado independiente, su lengua, el catalán, será oficial. No tener un estado ya es terrible, pero es que, además, tener un estado en contra…

Por lo que me dice usted, vincula la supervivencia de la lengua a lograr un estado.

Sí, es que yo creo que no se puede desligar la cuestión política de la cuestión puramente de supervivencia de la lengua, pero es que también la vinculo casi que al futuro de la nación. Nuestro país no es viable si no logramos una independencia y una soberanía que nos permita decidir las grandes cuestiones. Cataluña no puede decidir nada en temas de financiación, en temas de infraestructuras, ni aeropuertos, ni puertos, ni corredores, ni Rodalies… Todas las grandes decisiones del país no dependen de nuestro país. Quizás podría sobrevivir en los siglos anteriores, pero es clarísimo que en el siglo XXI o en los siglos que vendrán no tener tu soberanía es un hándicap enorme, y muy difícil de superar. Y, además, usted recordará que teníamos un Estatut que nos recortaron. Aquel Estatut tenía dos normas del catalán que nos hemos olvidado, pero que me parecen muy importantes. Una, que por primera vez establecía el deber de conocer el catalán en Cataluña. Y la segunda, que dictaba que el catalán sería idioma preferente en las administraciones públicas. Las dos, curiosamente, fueron recortadas por el Tribunal Constitucional, y me parecen dos de los artículos más importantes que había en aquel Estatut. Por lo tanto, nosotros, insisto, estamos jugando una partida absolutamente desigual. Desigual con la partida que juega el danés, por ejemplo.

Porque disponen de un estado.

Correcto. Un periodista danés no está haciendo una entrevista a un expresidente de Dinamarca por si está angustiado por el futuro de la lengua. De ninguna de las maneras. Y tiene los mismos problemas que nosotros. También está en un mundo globalizado, tiene la misma inmigración que nosotros, etcétera, pero tiene un estado a favor y eso lo es todo. En el siglo XXI lo es todo.

¿El cambio demográfico es un problema añadido?

Es evidente que el cambio demográfico es un problema añadido. Yo aún soy de la generación de la Cataluña de los 6 millones, hace poco sabíamos que éramos 8 y vamos hacia los 10 millones. Es evidente que es un problema, y a la vez es una posibilidad. Me preocupan mucho más todos aquellos catalanes de 15 generaciones que decidieron dejar de hablar el catalán a sus hijos y que hicieron una política clarísima durante la dictadura de pasarse al castellano. Estos son muy difíciles de recuperar.

¿Esta cadena de transmisión es uno de los problemas?

Esta cadena de transmisión aquí se ha roto. En cambio, cualquier extranjero que venga a Cataluña, no lo sabemos, y, por lo tanto, es una oportunidad si hacemos bien las cosas. Alfombra roja a toda la gente que viene a Cataluña y que está predispuesta a aprender el catalán. No podemos tener miles de personas que quieren aprender el catalán en el país y que no tengan un voluntario lingüístico o que la Generalitat no pueda tener un profesor. Esto es un desastre.

Que no haya plazas…

Esto es un desastre completamente. Me parece que este tema lo veo de estas dos maneras.

Hablaba de mantener el catalán, que usted fue muy activo en esta campaña de 21 días, pero luego hay episodios como la obra de teatro en la presentación del informe del Observatorio de las Discriminaciones en Barcelona que da la vuelta a la realidad.

Completamente, porque lo que está pasando es justamente todo lo contrario. Lo que más me sorprendió de esta representación es que las personas que intervinieron eran del ámbito latino… Resulta que he estudiado un poco todos los procesos de independencia de todos los países sudamericanos, y también lo que fue la colonización española en Sudamérica, y entonces te das cuenta de lo que fue aquel genocidio cultural, lingüístico y de toda índole. Y cuando ves cómo todos aquellos países acabaron independizándose de España, te sorprende muchísimo que no haya esta visión mucho más comprensiva sobre el hecho de que los catalanes simplemente quieren que se respete su lengua en su país y el derecho de decidir qué quiere ser su país. A mí me sorprende esta incomprensión y no sé exactamente si no nos hemos explicado lo suficiente o si los otros se explican mucho mejor que nosotros, que seguramente es eso; pero algo pasa porque alguien que debería entender de una manera muy fácil lo que nosotros proponemos como país, en cambio, haga un sketch que sea todo lo contrario.

Pero la responsabilidad final es del Ayuntamiento.

Sí, pero como aquí ya no hay responsabilidades políticas, da igual. No pasará nada.

Quim Torra, Santa Coloma de Farners 26.07.2025 | Mireia Comas
Quim Torra, Santa Coloma de Farners 26.07.2025 | Mireia Comas

¿Es normal que no pase nada?

No, no es normal. Es una de las grandes anormalidades que hay en este país. Fíjese usted que cuando salió la señora Maria Eugènia Gay a explicarse, dijo que fue un error de no haber supervisado la obra, pero no dijo que no estuviera de acuerdo con lo que había visto. Una cosa es decir: no estoy de acuerdo con lo que se ha hecho, pero dijo que era un error de supervisión. Yo le preguntaría a la señora Gay si está de acuerdo con lo que se dijo. Porque esa es la pregunta, y a saber qué contestaría.

¿Hay margen para revertir la situación de la lengua?

Sí. Aunque la situación en estos momentos es, seguramente, una de las primeras veces en la historia en que nos planteamos si hay un eslabón más de esta cadena histórica milenaria de la lengua catalana, porque no sabemos si nuestros jóvenes y nuestros hijos seguirán hablando la lengua. Las máquinas seguro que la hablarán, pero lo que me interesa es que sea la ciudadanía la que hable la lengua. Creo que hay margen si somos capaces de una reacción colectiva mayoritaria de la sociedad catalana. Sinceramente, fuimos un poco ingenuos al pensar que con la inmersión que se pueda hacer en las escuelas, con los proyectos de normalización… ya iríamos tirando.

Es decir, solo con la administración no lo lograremos.

No, ya no. Incluso en el caso de que en las escuelas se hiciera la inmersión al 100% ya no es suficiente porque en cuanto se sale al patio se juega en castellano. Por lo tanto, es que la responsabilidad es de todo el conjunto de la sociedad. Si nuestros padres y nuestros abuelos, en un intento y en un sistema de genocidio cultural y lingüístico como es el franquismo, continuaron hablando la lengua, sería dramático que fuéramos nosotros la primera generación en que eso dejara de pasar. Y, por lo tanto, quizás aquel punto de compromiso y de tensión que había entonces, de saber que hablar catalán casi era un acto de resistencia al régimen, seguramente lo hemos perdido. Uno de los primeros puntos de autorresponsabilizarse es coger este punto de tensión con la lengua y decir, ‘es que es importante que hablemos la lengua’. Es una reflexión que debe hacer cada uno de los catalanes.

¿Recuperar la autoestima?

Sí. Yo incido mucho en este tema de la autoestima, de un punto también de orgullo. Son conceptos que son prohibidos a los catalanes. No podemos ser orgullosos de quiénes somos, ni tener autoestima y, sobre todo, no podemos hablar ni de identidad ni de patria. Estos son conceptos que se nos prohíben completamente. Han sido siglos de tener la marca del esclavo, que decía Josep Maria Sagarra, porque la gente ha sido educada con el lema de ‘si no te entienden, hijo mío, sé educado y habla en castellano’. Yo he sido educado así, y, claro, es el máximo error, porque el mensaje es fatal.

Pero ya no solo por educación. De hecho, recientemente, en una entrevista con Ennatu Domingo ella me dijo que en su día a día no aprendería nunca el catalán porque todo el mundo se dirige a ella en castellano por su aspecto.

Es espantoso. Me parece, incluso, uno de los enormes defectos que tienen los catalanes y que atribuyo a tantos siglos de ser dominados, y esto, colectivamente, nos debe haber afectado un poco a todos. La única manera de romper todo esto es estar la mar de tranquilo y orgulloso de poder hablar tu lengua en tu país. Que es lo que hace todo el mundo. Cualquier pueblo del mundo habla su lengua en su país. Esto es lo que debemos hacer, y hacerlo siempre.

¿El Pacto Nacional por la Lengua da respuesta a esta situación?

Si nos imaginamos que hay tres partidos independentistas oficiales, digamos, o al menos parlamentarios, y dos de los cuales no lo firman, tiene poco de pacto y, probablemente, poco de nacional. ¿Por qué este pacto? Quizás para evitar que cuando salga la sentencia sobre la enseñanza del Tribunal Constitucional… No lo sé. Si realmente quieres hacer un pacto nacional, debe estar toda la nación. Por otra parte, es evidente que tener más recursos para el catalán ayudará, seguro que ayudará, eso es evidente, pero me sabe mal que no todos estén donde deberían estar. Y eso es que ha pasado algo a la hora de negociar.

¿Y cómo ve la conselleria de Política Lingüística de nueva creación?

Da visibilidad. Me gustó. Le puedo decir que lo envidié, y dije ‘¿por qué no se te ocurrió a ti, Quim?’. Se lo tengo que confesar, porque creo que estamos en emergencia lingüística y esto da mucha visibilidad. Por lo tanto, la responsabilidad que tiene el conseller en estos momentos es altísima porque, de alguna manera, debe ser expresión de esta situación de emergencia y que debemos encontrar soluciones entre todos.

Valora la creación de la conselleria de Política Lingüística, pero ¿qué opinión le merece que el presidente de la Generalitat use el castellano en el Parlamento o a través de las redes sociales? ¿Salvador Illa debería expresarse siempre en catalán cuando está en Cataluña?

Sí, por supuesto. Creo que aquí el presidente Illa comete un error, sencillamente porque envían mensajes a la ciudadanía, aunque sea de forma subliminal, de que no es necesario aprender catalán porque acabaré hablándote en castellano. Creo que él mismo lo dijo, que cuando le hablan en castellano, contesta en castellano. Pues error. Más errores que cometemos. Que un diputado catalán en el Congreso español hable en castellano me parece también el peor de los mensajes que también podemos enviar a mucha gente que pueda estar dudando. También le diré, puestos a hacer autocrítica, me la hago a mí mismo, y ahora me sabe muy mal que yo, por ejemplo, en ruedas de prensa hablaba en castellano cuando me pedían el corte. Y ahora pienso que no, que se debe hacer siempre en catalán porque el mensaje es muy potente si mantienes la lengua. Es muy potente para la gente que está dudando de si le puede interesar, si le da pereza aprender el catalán, si no sabemos bien aún en qué país vive, etc. Si siempre estás hablando en catalán, envías un mensaje de lo importante que es, que aspiro a que todos puedan integrarse en este país a través de hablar la lengua, etc.

Quim Torra, Santa Coloma de Farners 26.07.2025 | Mireia Comas
Quim Torra, Santa Coloma de Farners 26.07.2025 | Mireia Comas

Creo que antes se refería al portavoz de ERC en Madrid, Gabriel Rufián.

Sí, pero, por ejemplo, también me refiero al ministro Ernest Urtasun. ¿Por qué habla en castellano? O diputados valencianos o la presidenta del Congreso. ¿Por qué no habla en catalán esta mujer? ¿Que no es catalanoparlante? ¿Que no está en el ámbito del dominio del catalán? ¡El mensaje que enviaríamos! Nos quieren vender que estamos en un estado plurinacional y resulta que cuando tienes la oportunidad de hablar en catalán hablas en castellano. Hombre…

¿Esta mentalidad de hablar en castellano está ligada a una visión bilingüe de la sociedad?

Sí, y no hay pueblos bilingües. Te hacen bilingüe, pero no hay pueblos bilingües. Hace cien años en este país todo el mundo hablaba en catalán. Ahora puede haber un tercio y seguimos bajando. Algo habrá pasado, ¿no? Quizás es que no tenemos los instrumentos como para poder cambiar esto. Y, además, todas las fuerzas españolistas quieren aún menos catalán. A ver si logran poner fin a esta anomalía de este enemigo interior que somos los catalanes. Como dijo Àngel Guimerà, en una frase memorable, el botín más preciado que se llevan los pueblos conquistadores de los pueblos conquistados es su historia y su lengua. Y yo, como exdirector del Born y como expresidente de la Generalitat de Catalunya, le puedo decir que es así. Se trata justamente de borrar tu historia y tu lengua para que no sepas quién eres.

Si el catalán cae aún más del 30% de su uso social actual, ¿estará en riesgo su supervivencia?

Bueno, pienso que está en riesgo la supervivencia de la nación, ya no del catalán. Es decir, y vuelvo a la lengua y vuelvo a la frase de Guimerà, cuando un pueblo pierde la lengua, el riesgo de que pierda su identidad nacional a mí me parece altísimo. Es que no sabremos quiénes eran nuestros antepasados, no nos entenderemos.

¿Nos desvirtuaremos?

Nos desvirtuaremos. Absolutamente. Yo no juego a una Cataluña en castellano. No juego porque no sabría quién soy. No me entendería. No entendería nada.

Pero ahora mismo, caminas por Barcelona y te das cuenta de que la presencia del castellano es masiva.

Correcto. Y, por lo tanto, lo que pido a todos los catalanes que utilizan la lengua habitualmente es un plus de responsabilidad para que en estos momentos mantengamos la lengua siempre en todas partes y con todos.

¿El catalán en la escuela se soluciona protegiendo el sistema actual de inmersión o se le tiene que dar una vuelta al sistema?

Está la teoría de la doble línea, pero sinceramente no la acabo de ver. Ustedes tienen una columnista, la Àstrid Bierge, que escribió un artículo reciente sobre este tema, y las razones que ella daba para no estar a favor de la doble línea me parecieron muy convincentes. De todas maneras, no es suficiente. Aunque tengas la escuela íntegramente en catalán, no es suficiente. Es salir de la escuela y que los niños hablen en castellano, jueguen en castellano, se relacionen en castellano. Por esta globalización que hay en todo el mundo, y porque la gente vive en las redes sociales y con los influencers y TikToks y todo eso. Ya no solo podemos poner todo el foco en la escuela, es que tenemos que poner el foco en la sociedad. Y aquí es donde volvemos a tener que sentirnos todos interpelados por el futuro de la lengua. Y lo que pretendo en estas charlas es recuperar aquella tensión que había durante la dictadura que era necesario hablar el catalán para que no se perdiera.

Pero con esta doble vía ¿serviría para acabar con las cuotas de castellano en las aulas?

Probablemente para eso sí que serviría, pero no acabo de ver que este sea el sistema que más le conviene a Cataluña.

Quim Torra, Santa Coloma de Farners 26.07.2025 | Mireia Comas
Quim Torra, Santa Coloma de Farners 26.07.2025 | Mireia Comas

Se lo decía porque, al final, se tiene que cambiar un proyecto educativo de un aula por la denuncia de una familia.

No podemos ir encontrando soluciones para ir acomodándonos a lo que deciden los tribunales y los jueces, e ir tapando agujeros o que el círculo se haga más pequeño. No pasa nada por no retirar una pancarta. Te inhabilitan y ya está. Si la gente mantiene unas ciertas posiciones, ya vendrá otro que mantendrá la posición. Pero si nos vamos encogiendo, nos vamos empequeñeciendo.

¿Aquella tensión de la que hablaba se ha perdido?

Creo que, en gran parte, sí. Probablemente pensamos que la escuela normalizaría los proyectos de inmersión.

Lo dimos por hecho.

Sí. Y así estamos.

Por otro lado, cada vez se denuncian más casos de discriminación lingüística. ¿Es una buena manera de activismo lingüístico?

Mucho. De los pocos derechos que tenemos, debemos ejercerlos todos. Teniendo en cuenta esta situación absolutamente desequilibrada entre los deberes del castellano y del catalán. Tú, por el hecho de vivir en Cataluña, no tienes el deber de conocer el catalán, pero todos los catalanes tenemos el deber de conocer el español. Esto nos sitúa en una desproporción abismal. Por lo tanto, no puedes exigirle al otro que hable en catalán porque no tiene el deber de aprenderlo. Ahora bien, tienes una serie de derechos como que te entiendan, que la rotulación sea en catalán… Pero como los catalanes, entre otras cosas que hacemos muy mal, no somos conscientes de la fuerza que tenemos, no la sabemos utilizar tampoco aquí. Si yo protesto porque la carta del menú está en castellano, y solo protesto yo, probablemente ese restaurante continuará publicitando la carta en castellano. Pero si recibe 50 quejas, quizás se lo empieza a pensar. Y cuando reciba 100, seguro que la cambiará. Tenemos todo el derecho a quejarnos si vemos que nuestra lengua no es respetada, ni siquiera respecto del actual estado de derechos y deberes que tenemos. Que ya es el mínimo de lo mínimo.

Pero, por otro lado, ¿la administración debería hacer cumplir la ley en materia lingüística?

Sí, pero como siempre hemos pensado que era mejor hacerse el simpático, reconozco que ha habido un punto de mirar hacia otro lado.

¿Deberíamos pasar del catalán simpático al catalán enfadado?

No. Deberíamos pasar al catalán consciente de los derechos que tiene. Yo viví un par de años en Suiza, y un suizo se queja por todo si cree que tiene el derecho a quejarse. Es algo bastante sorprendente. Cuando llegué allí se me ocurrió cortar el césped a las 18.10 horas, y salieron todos los vecinos de alrededor a quejarse porque a partir de las seis no se podía hacer ruido. Una cultura occidental, como la nuestra, debe utilizar todos los derechos que tenemos. Y la queja es uno de los derechos que tenemos, pero tendremos aquello que sepamos ganarnos. Frase que me gusta mucho porque es de Pompeu Fabra. Si esto lo vemos pasar, continuará bajando el número de hablantes. Ahora, si nos implicamos colectivamente, probablemente aún estamos a tiempo de detener la sangría.

Al inicio de la entrevista ha hecho referencia al tema de la oficialidad del catalán en la Unión Europea. ¿Cree que no se conseguirá?

No.

¿Por qué?

Porque ya sabíamos que no se conseguiría, porque Cataluña no es un estado.

Pero hay un acuerdo para que así sea.

No, no se cumplirá. También hay otros acuerdos. Había un acuerdo sobre la financiación, y mire lo que ha salido. Había un acuerdo sobre Rodalies, y mire qué Rodalies tendremos. Estos partidos ya saben que no lo conseguirán, pero forma parte de este hacer ver del juego de la política, y así vamos pasando los días.

Sé que no quiere hablar de política, pero ¿cómo ve el independentismo actualmente?

[Suspira]. Pienso que el independentismo vive un momento de una extraordinaria decepción o desilusión, y esto se está reflejando en las elecciones y en las movilizaciones. Lo primero que debe hacer el independentismo es ganar credibilidad. En estos momentos no tiene.

Quim Torra, Santa Coloma de Farners 26.07.2025 | Mireia Comas
Quim Torra, Santa Coloma de Farners 26.07.2025 | Mireia Comas

Y no quería dejar pasar el tema de la semana. ¿Le parece singular el nuevo modelo de financiación?

Pero es que todo esto ya lo sabíamos. Mire, ¿verdad que el señor Pedro Sánchez dijo que no podía dar el 5% para comprar armamento porque no podría pagar nada de los servicios sociales? Pues, imagínese con el 10% que se va a España.

Los 22.000 millones de déficit fiscal.

Esto nos condena a ser una sociedad en colapso en los servicios públicos. En la sanidad, en los transportes… En todo. Y, hombre, con 22.000 millones cada año que pudiéramos tener nosotros, la verdad, sería diferente. En este sistema de financiación singular no he visto nada que pueda alterar estos 22.000 millones. Nada. Todo es pura retórica. Me hace mucha gracia porque cuando era presidente era el rey de la retórica, y ahora me veo muy superado por estos políticos que hacen estos juegos de manos con las palabras, y llevamos ya unos cuantos, pero este de la financiación singular me ha parecido antológico.

¿Los partidos independentistas son prisioneros de sus pactos?

Desafortunadamente, sí.

¿Pero romperlos sería admitir un fracaso?

Romperlos sería eso, y como en este país aún existe la idea de que si viene el PP será mucho peor, y será mucho peor porque con el PP aún irían peor las cosas, esto hace que algunos de estos partidos, les propongas lo que les propongas, seguirán apoyando a Pedro Sánchez. Esto sitúa al independentismo en una situación de debilidad extrema porque no tienes ninguna alternativa. Pienso que cuando desligamos la amnistía del derecho a la autodeterminación es donde definitivamente perdimos todo el hilo que nos había llevado a la gran victoria del Primero de Octubre. No podíamos separar la lucha antirrepresiva del derecho a la autodeterminación, y creo que esto es lo que más está costando aceptar a las bases independentistas porque hicieron lo que hicieron por la independencia de Cataluña. Y ahora nadie habla de ello.

Ha desaparecido del debate político.

Completamente. Es tan difícil tener una financiación singular real como tener la independencia. Puestos a hacer, vamos por la independencia.

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