La endémica falta de jueces y magistrados en Cataluña lastra el funcionamiento, la rapidez y la eficacia de la administración de justicia. Este es uno de los argumentos más clásicos y que se mantiene vigente, a pesar de que pasen los años o se anuncie la creación de más juzgados, como ocurrió la semana pasada con el acuerdo firmado en Barcelona para crear cinco juzgados más en una lucha que ahora parece frenética contra la multirreincidencia.

Pero esta falta de togados bien se podría solucionar aprovechando la entrada en vigor de la última reforma procesal, la Ley Orgánica de Eficiencia del servicio público de Justicia -la ley Bolaños-, con dos condiciones relativamente sencillas. Al menos, esta es la idea del decano del Colegio de la Abogacía de Barcelona, Jesús Maria Sánchez, que apuesta por ofrecer un plus salarial a los magistrados y jueces que trabajen en Cataluña y que, además, se cambie el sistema de acceso a las plazas con una reforma de la oposición libre y la apertura del cuarto turno.

Las salidas de jueces por el Procés, testimoniales

Así lo expresó Sánchez en un encuentro con la prensa celebrado esta semana. Para Sánchez, el Estado debería premiar a los jueces y magistrados que ejercen en Cataluña porque el «nivel de vida es más caro que en el resto del Estado». De hecho, pone el ejemplo de los togados que trabajan en las Islas Canarias, que perciben un plus salarial por las condiciones de distancia. El decano está convencido de que la práctica totalidad de los magistrados que no conservan la plaza en Cataluña marchan porque el nivel salarial no compensa la carga de trabajo ni permite asumir el costo de la vida en Cataluña.

Asimismo, el decano enfatiza que no hay motivos políticos para la marcha de los jueces. En este sentido, considera que los casos de togados que han dejado la plaza y escogido otro destino por el Procés se pueden contar con los dedos de una mano. «Ha sido testimonial», afirma. Y circunscribe estos pocos casos a los años más álgidos del Procés soberanista. En ningún caso, Sánchez cree que ahora haya algún juez que marche por motivos políticos.

Jesús Maria Barrientos ya cuenta los días para dejar de presidente del TSJC/Europa Press
Jesús Maria Barrientos ya cuenta los días para dejar de presidente del TSJC/Europa Press

Apertura del cuarto turno

Por otra parte, el decano se queja del hecho de que del turno libre de oposición queden nueve plazas vacantes en Cataluña. Por eso propone flexibilizar las oposiciones y abrir de nuevo el cuarto turno, es decir, la vía de acceso para profesionales de reconocido prestigio que puedan acceder a la carrera judicial con una prueba de acceso. Para Sánchez, no hay falta de vocaciones para ser juez en Cataluña, ni mucho menos, pero las pruebas, la preparación, la intensidad y la dedicación que requieren no dejan mucho margen.

De hecho, los números lo acompañan. El programa financiado por la Generalitat para tener jueces catalanes 2023-2026 no ha tenido muy buen resultado. En diciembre del año pasado, cuando se cerró la admisión, se presentaron 49 personas a la primera prueba, que es tipo test, de las cuales aprobaron 23. Estos 23 aprobados se presentaron al primer examen oral y cinco lo aprobaron. Las dos primeras pruebas solo fueron superadas por un 10% de los aspirantes becados por la Generalitat. Unas cifras que tampoco acompañan la voluntad del aún presidente del Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC), Jesús María Barrientos, que recomendaba tener más «jueces oriundos» si se quería incrementar el nivel de catalán en la administración de justicia.

El presidente de la Generalitat, Salvador Illa, con el ministro de la Presidencia, Félix Bolaños, justo antes de reunirse en el Palau / ACN
El presidente de la Generalitat, Salvador Illa, con el ministro de la Presidencia, Félix Bolaños, justo antes de reunirse en el Palau / ACN

Los nuevos juzgados: ¿de dónde saldrán los jueces?

Por otra parte, Jesús Maria Sánchez también reclama que se concrete pronto de dónde saldrán los jueces de refuerzo que durante el primer trimestre de 2025 servirán para crear cuatro nuevos juzgados penales y uno de instrucción de guardia en la capital catalana. Todo ello después del acuerdo entre el Ministerio de Justicia y la Generalitat para la creación de los cinco nuevos juzgados para luchar contra la multirreincidencia.

Sánchez reclama que se confirmen los nuevos jueces que deben ocupar los puestos, que podrían proceder de los nombrados jueces de adscripción territorial, que no tienen una plaza concreta asignada permanentemente. De hecho, reclama aprovechar la entrada en vigor de la nueva ley, que eliminará los juzgados unipersonales, para poder crear los nuevos juzgados. Solo tiene la duda de si se incrementarán los miembros del ministerio fiscal. En cualquier caso, se muestra «optimista» de cara a poder activarlos de manera rápida.

Comparte

Icona de pantalla completa