El Gobierno catalán ha prohibido el uso de los móviles a los alumnos de infantil y primaria y restringir mucho el uso a los de secundaria. Una normativa que los centros públicos y concertados tendrán que aplicar a partir del mes de septiembre y que, según ha detallado el ejecutivo, además de las aulas, también afectará las actividades no lectivas como el patio o el comedor, donde se prohíbe del todo a infantil y primaria, mientras que a secundaria «no se podrá hacer un uso libre del móvil» para favorecer «la interacción personal entre alumnado, profesorado y otros miembros de la comunidad educativa». Así se establece en el acuerdo del Consejo Ejecutivo que ha presentado la consejera de Educación, Anna Simó, en la rueda de prensa de este martes, donde ha remarcado que esta decisión se ha tomado después de un debate «con el alumnado, docentes y las familias».
«Hemos acordado la ausencia total de los teléfonos móviles a infantil y primaria durante todo el horario escolar y en el caso de secundaria se podrán usar cuando esté justificado educativamente», ha anunciado Simó. La normativa que se ha trasladado a los centros fija una «restricción absoluta» del uso del móvil a infantil y primaria que afecta todas las actividades, «tanto durante el horario lectivo como no lectivo». Es decir, no se pueden usar en el aula y tampoco se pueden usar ni antes del inicio de las clases por la mañana, ni en el comedor, ni en el patio, ni en las actividades extraescolares. En caso de que un alumno lleve un dispositivo, este tendrá que estar apagado a lo largo de la jornada escolar y guardado en el lugar seguro que el centro determine.
En cuanto a la ESO, la norma general establece que «no está permitido el uso de teléfonos móviles al alumnado» y, si algún alumno en puerta, lo tendrá que tener apagado toda la jornada. Aun así, el centro educativo podrá decidir si la prohibición para los alumnos de secundaria es total o, por el contrario, permite su uso «en circunstancias excepcionales» como, por ejemplo, «en una actividad que implique utilizar un dispositivo electrónico y no pueda ser un ordenador portátil u otra herramienta del centro».

Esta restricción de uso se mantiene en las salidas, colonias o viajes y se aplica en todos los espacios, incluidos la biblioteca, laboratorios o el gimnasio, por ejemplo. Por otro lado, la normativa que el Departamento ha hecho llegar a los centros también prohíbe el «uso libre del móvil» en el caso de las actividades no lectivas con el objetivo de «preservar la interacción personal entre alumnado, profesorado y otros miembros de la comunidad educativa», y puntualiza que «se podrá usar con el fin de hacer una actividad concreta y siempre que lo indiquen los adultos de referencia que velen por el alumnado en estos espacios».
Responsabilidad a los alumnos en etapa de educación postobligatoria y coherencia del profesorado
Finalmente, se determina que los alumnos en etapa de educación postobligatoria tendrán que ser responsables de sus móviles, siguiendo las normas del centro. Es por eso que en las horas lectivas, «el uso no podrá ser libre y solo podrá permitirse en las actividades de aprendizaje», pero el centro podrá regular su uso en el tiempo no lectivo «en función de la edad del alumnado».
El Departamento pide al profesorado y el resto de personas que tengan relación con un centro educativo que actúen de «manera coherente» con esta normativa, puesto que el texto remarca que «todos los adultos actúen como modelos de referencia para niños y jóvenes en su proceso de aprendizaje.» Por lo tanto, hace falta que todos los adultos hagan un uso «ejemplar» de los dispositivos móviles, y recomienda promover un debate al claustro o al consejo escolar sobre esta cuestión.