Junts per Catalunya se hace el desentendido ante el caso Toni Comín, la controversia sobre su gestión como vicepresidente y responsable ejecutivo del Consell de la República. Comín, que ganó el único escaño en el Parlamento Europeo de la formación que lidera Carles Puigdemont –aunque de momento el Europarlamento no se lo entrega por las trabas que pone el Estado español–, ha visto cómo su gestión al frente de la entidad en el exilio era puesta en duda internamente. Y más después de que la auditoría encargada por el propio Consell haya puesto de manifiesto las «posibles irregularidades» que habría cometido cargando gastos por valor de 15.530 euros «no suficientemente justificados» y que se tenían que pagar con los fondos de las donaciones.

Después de que El Món revelara el lunes el contenido de la auditoría –y que el Consell replicara con un comunicado que insinuaba vínculos de este diario con «las cloacas del Estado»–, Junts per Catalunya, que este fin de semana celebra congreso para entronizar a Carles Puigdemont y Jordi Turull como presidente y secretario general, evita hacer ningún comentario. A pesar de las diversas peticiones formuladas por El Món, la formación se limita a responder: «No podemos dar ninguna opinión porque aún no hemos leído la auditoría». Sin embargo, tampoco se ha registrado ningún mensaje público de apoyo a Comín, que además se encuentra litigando con la mesa del Europarlamento por el reconocimiento de su acta de diputado.

Borràs, Turull, Puigdemont y Nogueras después de una reunión de Junts en Bélgica / Europa Press

Un silencio ensordecedor

De hecho, desde que el caso estalló el pasado mes de junio, Junts se ha puesto de perfil. Aunque en privado los responsables de la formación no han ocultado su incomodidad, no han hecho ningún tipo de declaración pública. En todo caso, apuntaban que era un «problema del Consell de la República» y no querían «meterse en otro avispero». Un argumento que choca con el hecho de que la entidad que gestionaba Comín estaba presidida por Puigdemont, líder de la formación cuando ambos eran eurodiputados de la formación independentista.

Desde la sectorial de política internacional de Junts, tampoco han querido hacer ningún tipo de valoración de los hechos, ni el resto de miembros de la lista electoral de las pasadas europeas, que fueron un fiasco para el partido. De momento, dentro de la formación hay cierto malestar, y más a las puertas de un congreso que debe significar la apertura de una nueva etapa.

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