La izquierda independentista está abriendo la caja de los truenos en su proceso de refundación. El documento que la militancia y la biosfera de la CUP discutirá el próximo 16 de diciembre a Girona es un buen ejemplo de ello. El Procés de Garbí abre todas las puertas que hasta ahora la mayoría de los partidos independentistas han evitado abrir, como por ejemplo la lectura del post Primero de Octubre o bien la puesta al día de sus estructuras. El texto que servirá de
Dos elementos que, negro sobre blanco, según el

“Proceso de minorización”
En uno de los apartados del documento, titulado
Lo califican de “proceso de minorización”, que atribuyen a la “construcción del régimen del 78 y periodo post Transición”. En este marco, recuerdan que “el Estado español ha proseguido y recientemente profundizado su embate institucional y civil contra la lengua y el catalanismo, con su agenda anticatalana, y se han erosionado muchos de los consensos catalanistas allá donde existían”. Uno de los casos sería la inmersión lingüística en las escuelas catalanas. También destacan como “la conciencia del conflicto nacional ha menguado dentro de algunos sectores que forman parte del catalanismo e incluso del independentismo”.
Es en este punto, donde los cupaires disparan las alarmas porque ven que “la voluntad de apaciguar el conflicto nacional, conjuntamente con la asunción de marcos nacionalistas étnicos, les ha llevado a dibujar una comunidad castellana en oposición a la catalana”. Un factor que “obvia tanto las diferencias nacionales y políticas internas de las castellanoparlantes, como la existencia de comunidades lingüísticas no castellanohablantes muy grandes del territorio”. “Así, asumiendo el relato de ulsterización, pero con voluntad, en teoría, de convencerlos, se ha profundizado la cuestión nacional como cuestión identitaria y excluyente y no como proyecto político nacional necesariamente inclusivo con la diversidad nacional y lingüística de nuestro país”, sentencia el documento. Una realidad que se incrementa por la “inacción institucional y el negacionismo de realidades sociolingüísticas y políticas adversas a la lengua”.

El papel del PSOE
Los cupaires también inciden en el papel del PSOE en el agotamiento independentista y de las izquierdas españolas. En este sentido, consideran que el “PSOE ha conseguido utilizar el miedo a la extrema derecha” así como “la activación de cierto escudo social” para debilitar el Procés y el movimiento puesto 15-M. De hecho, aseguran que los socialistas han podido “integrar en la dinámica del Estado aquellas fuerzas políticas” que podían representar los movimientos que en el ciclo anterior se visualizaban como principales desestabilizadores del régimen (Podemos y los partidos independentistas)”.
“Podemos decir que el PSOE ha ejercido su papel histórico como principal garante del mantenimiento del Estado y la paz social en contexto de crisis múltiples”, razonan. Siguiendo este hilo, reconocen cómo ha aprovechado el PSOE la extrema derecha cuando, de hecho, su crecimiento. que ven “inherente en el actual Estado español heredero del franquismo“, ha sido “legitimado” por los mismos socialistas. De este modo, reprochan el “pacto de estado con acuerdo por la amnistía” que ha revalidado el “bloque de la investidura” de Pedro Sánchez. Una decisión que permitirá a las “fuerzas soberanistas apostar para sostener y continuar consolidando la paz social y el cierre por arriba del conflicto nacional”.