Comparecencia del presidente de la Generalitat, Pere Aragonès, a la sala Gótica del Palacio, después de la crisis de Gobierno anunciada a primera hora de esta mañana. En su intervención, el presidente ha justificado los relevos en tres consellerías para afrontar la resto de la legislatura con «energías renovadas». De hecho, ha asegurado que piensa agotar la legislatura. Una decisión que ha desvinculado del todo de los resultados electorales de los pasados comicios municipales del 28-M y de la próxima convocatoria estatal del 23 de julio. El presidente ha justificado los nombres que sustituirán los consejeros porque son tres personas con «dilatada experiencia en sus ámbitos».
Por otro lado, ha agradecido «de todo coro», el trabajo hecho y la «dedicación» por los ya los ex consejeros de Educación, Acción Rural y Territorio, Josep González Cambray, Teresa Jordà y Juli Fernàndez. Sea como sea ha asegurado que han asentado las «bases de cambios complejas» como son la Educación, la vivienda y la transición energética. Sobre la vacante que deja Ester Capella como delegada del Gobierno a Madrid no se cubrirá fines pasadas las elecciones del 23 de julio. Sobre el cambio de Cambray ha insistido que se sostiene gracias al hecho que ha acabado un curso escolar. En todo caso, ha remarcado que los nuevos consejeros tienen «encargos sobre la mesa».
Dos renovaciones y una continuidad
Aragonés no ha querido dar detalles de fondos de los motivos por los que ha cesado dos de los tres consejeros. Hay que tener presente que, Jordà será candidata a Madrid y el suyo substtitut David Mascort hace tiempo que es el número dos a la consellería y, como ha apuntado el presidente, «conoce la cocina del departamento». Por el que hace Cambray, Aragonés lo ha sustituido y ha servido de chivo expiatorio electoral. Como consejero que ha tomado decisiones, ha levantado las protestas sindicales que han desgatat los cambios que ha llevado a cabo como por ejemplo el adelanto del calendario escolar. Por el que hace Juli Fernàndez, uno de los motivos podría ser su oposición a la B-40, una de las infraestructuras pactadas a los presupuestos.
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