Jordi Basté ha conseguido la mejor entrevista de Iñaki Urdangarin, un exduque de Palma que se ha desnudado emocionalmente como nunca lo había hecho ante una cámara de televisión… y en catalán. Se había generado una altísima expectación ante este estreno de Pla seqüència, el programa de la 2 Cat que ofrece una emisión de una hora sin cortes. El formato está muy bien y los titulares se han ido sucediendo uno tras otro. Ha sido una conversación entre amigos y no ha habido preguntas comprometidas, claro, pero ha servido para conocer una realidad desconocida hasta ahora.

El excuñado de Felipe ha sido sincero, transparente y ha ofrecido todo un testimonio lacrimógeno sobre su estancia en prisión. Nunca había hablado del tema hasta ahora y el presentador de RAC1 se ha mostrado sumamente empático, tanto como el amigo agradecido que es. Juntos han estado comentando la infancia en Cataluña de Iñaki, cuando estudiaba en los jesuitas de Casp y veraneaba en Viladrau. Se casó en Barcelona y sus cuatro hijos son catalanes, de la misma manera que sus años en el primer equipo de balonmano del Barça le dieron todo. Pero, como decíamos, ha sido todo lo que ha contado sobre el encarcelamiento lo que más ha llamado la atención.

Con muchas ganas de explicarse, Iñaki Urdangarin ha dejado claro que quería que la gente lo conociera de verdad porque cree que no se ha visto nunca “el Iñaki persona” que ha vivido una vida “tan extraordinaria”. Ha resultado muy curioso que se refiera a sus errores -o a la condena por corrupción- como “tropezón”. De hecho, ha llegado a decir que su madre y sus hijos nunca han creído que hiciera nada con el objetivo de delinquir porque “eso era imposible”.

El relato ha comenzado por el principio, con el día en que el abogado lo llamó para comunicarle que no había funcionado su estrategia de defensa. Después de casi siete años intentando revertir las acusaciones, el tribunal había decidido que debía ingresar en prisión. Solo tenía cinco días de libertad, en los cuales aprovechó para reunir a la familia y despedirse: “Recuerdo que los dos hijos mayores estaban de viaje en Rusia y les pedí que vinieran porque les tenía que explicar qué pasaría. Yo estaba almorzando con Cristina en Ginebra cuando me dieron la noticia, la que no esperábamos en absoluto”.

Iñaki Urdangarin i Jordi Basté es coneixen des de fa més de tres dècades - La 2 Cat
Iñaki Urdangarin i Jordi Basté es coneixen des de fa més de tres dècades | La 2 Cat

Los tres primeros meses de Iñaki Urdangarin en prisión, los peores

En esta entrevista, ha repetido varias veces que los tres primeros meses en prisión fueron un infierno para él. Lo peor de todo, sin embargo, fue el primer día: “Es entonces cuando te das cuenta de que no hay nada que hacer y que comenzará, quieras o no, una etapa muy dura y muy larga en la que estarás alejado de las personas a las que amas. Todo se cae… El aislamiento y encontrarte solo es muy duro. El día no pasaba, se hacía eterno, no tienes teléfono ni tienes nada”. Ahora que lo ve con perspectiva, se da cuenta de que no supo gestionarlo: “No lo hice bien esos tres meses y no estoy orgulloso de cómo gestioné emocionalmente mi situación porque lo pasé muy mal”.

En ese momento, entró en un bucle negativo y preocupó mucho a la gente que tenía fuera. De hecho, ha reconocido que le costó más tiempo del que pensaba llegar a darse cuenta de que tenía que afrontar la etapa con un poco más de positivismo: “Lloré muchísimo los primeros tres meses en prisión… no le deseo a nadie vivir algo así. Cuando repasas todo el proceso que te ha llevado allí, no tienes otra posibilidad que ponerte a llorar”. 

En su momento más oscuro, pidió poder hacer un curso de bienestar emocional porque creía que podía ser su única salida. Fue entonces cuando aprendió mucho sobre la gestión del estrés, la tristeza, el yoga y el mindfulness. A partir de ahí, sería cuando decidiría que aprovecharía esos tres años recluido para estudiar un máster en coaching y poder reinventarse. Gracias a eso y al deporte, su “medicina”, considera que pudo salir de prisión “bastante bien”. 

Así era la rutina de Iñaki Urdangarin en prisión

Iñaki Urdangarin estuvo encarcelado alrededor de 1.000 días y 1.000 noches. Por su seguridad, lo colocaron en un módulo que había quedado vacío dentro de una prisión de mujeres. Ahora, por primera vez, comenta cómo era la rutina que se creó allí dentro: “Me levantaba a las 9 como las otras y estaba en el módulo hasta las 3 de la tarde. Estudiaba y trabajaba y, luego, iba al polideportivo o entrenaba con la bici estática que me permitieron tener, un milagro que me salvó. Estar en esta situación es muy fastidiado, la verdad”. 

Decidió que cenaría cada día a las cinco de la tarde porque era la única manera de que no se le hiciera muy larga cada tarde. Cuando terminaba, aprovechaba para escribir en unos cuadernos todo lo que pensaba o todo lo que había leído en los muchos libros y cartas que le hicieron llegar. Ha sorprendido que dijera que muchísima gente anónima le escribió para mostrarle su apoyo, hasta el punto de que había unos cuantos incondicionales que llegaban a dedicarle cinco o seis páginas cada semana. 

Los momentos de más felicidad, más allá de los ratos que podía evadirse haciendo deporte, eran las llamadas diarias que le permitían hacer a la familia. Le dejaban hacer 10 llamadas cada semana que no podían superar los 7 minutos. Unas conversaciones que podía compaginar con las visitas, que se hacían a través de un locutorio o en los vis a vis. Con la llegada de la Covid, prohibieron que lo visitaran y recuerda esa época como una muy oscura en la que ya estaba “muy cansado”. Le ayudó mucho que pudiera salir un par de mañanas a la semana para hacer voluntariado en un centro de discapacidad psíquica. El viaje en coche hasta Madrid era lo mejor para él: “Me dedicaba a mirar el paisaje, los árboles y la profundidad que había olvidado que existían”.

El presentador i l'Iñaki Urdangarin han compartit confidències amb un cafè - La 2 Cat
El presentador i l’Iñaki Urdangarin han compartit confidències amb un cafè | La 2 Cat

El exduque de Palma habla de Cristina de Borbón en esta entrevista

Como muchos sospechaban, Iñaki Urdangarin también ha hablado de Cristina de Borbón en esta entrevista. Todo lo que ha dicho de ella ha sido bueno, una mujer a quien dice haber amado muchísimo a lo largo de su vida. Jordi Basté le preguntaba cuál era la peor parte de haber estado en prisión y él ha tenido claro que ha sido haber perdido “uno de los grandes amores” de su vida: “Una pérdida muy grande que tuve fue la de Cristina. Vivimos un período muy duro en el que lo pasamos muy mal y que tuvo consecuencias… La verdad es que da pena porque es una mujer a quien quiero mucho”. Ninguna palabra de los cuernos que le acabaría poniendo, claro.

Del tiempo en prisión lamenta haber perdido “mucho tiempo” entre la instrucción, el encarcelamiento y el tercer grado. Además de haberse quedado “sin prácticamente nada de todo lo que tenía” de propiedades y dinero. Cree que estar allí dentro le ha permitido conocerse mejor y, curiosamente, tener claro que tenía que cambiar la relación con los hijos: “Siempre había sido un padre muy controlador y muy rígido, pero han sido un ejemplo de resiliencia y de entender el rol que debían tener en el momento en que su padre desaparece y ellos deben continuar con su vida. Al salir libre, entendí que debía aflojar y ser más comprensivo”.

Los quiero muchísimo y valoro cada minuto que me dan. Soy un padre que los anima, que estoy al lado de sus tropezones y con quien tienen confianza”, ha añadido. Y, en ese momento, Jordi Basté lo ha animado a hacer una videollamada con su hijo Pablo. El chico no ha pronunciado ni una sola palabra en catalán, curioso teniendo en cuenta que se ha criado aquí y que actualmente vive aquí porque es jugador del club de balonmano de Granollers. 

Pablo Urdangarin parla amb ells en una videotrucada - La 2 Cat
Pablo Urdangarin parla amb ells en una videotrucada | La 2 Cat

“No me pesa el apellido Urdangarin, me ha ayudado el hecho de tener el padre que tengo. La gente habla mucho de lo que puede conllevar, pero siempre me ha gustado que el dorsal 77 tenga un significado para mí. Yo soy igual de pesado que él y siempre aclaro las dudas con él, me ayuda mucho. Es mejor padre que era jugador de balonmano”, ha dicho el joven aristócrata.

Iñaki Urdangarin ha ofrecido un testimonio conmovedor sobre los años que ha pasado en prisión, pero no ha entrado en detalles sobre la sentencia, el caso Nóos o la relación con la familia real. Se ha limitado a reiterar que es un Iñaki nuevo, muy ilusionado en su faceta de coach y agradecido por una segunda oportunidad en la vida.

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