Nuevo giro en el serial de la posible retirada de Joe Biden de la carrera por la Casa Blanca. El Partido Republicano, cómodamente delante en todas las encuestas, podría apelar el paso al lado que sus rivales reclaman al presidente de los Estados Unidos, arrastrado en términos de percepción pública por la preocupación sobre su estado de salud. Así lo ha declarado el presidente de la Cámara de Representantes, Mike Johnson, que abre la puerta a que el liderazgo de la formación apele el cambio de candidato del Partido Demócrata de cara en noviembre. Según Johnson, sus rivales a los comicios podrían incurrir en una violación de la ley electoral con este hipotético movimiento. «Cada estado tiene su propio sistema electoral y, en algunos estados, podría representar un serio obstáculo», argumenta el líder derechista, acusando el liderazgo demócrata de «posar un sustituto después de reunirse a escondidas en la habitación trasera«.
Justo es decir que la amenaza Republicana llega desde una clara posición de comodidad en las encuestas. La recopilación de sondajes publicada este domingo RealClearPolitics sitúa el candidato conservador Donald Trump tres puntos por encima de Biden, con un 47,7% de los sufragios respecto de 44,7% de su rival. Algunos estudios de opinión, de hecho, lo sitúan el boletín Trump-Vance a todavía más diferencia del actual presidente, con un 52% de los votos, una rendija de cinco puntos. Los cuestionarios se ejecutaron después del atentado contra el 45.º presidente a un mitin a Pensilvània; pero todavía no se registra el efecto del nombramiento de J.D. Vance como vicepresidente y el resto de movimientos durante la Convención Nacional Republicana. Justo es decir que el gran acontecimiento Demócrata todavía no se ha producido: la convención nacional del partido del burro llegará entre el 19 y el 22 de agosto.

Renuncias por la derecha
Al universo demócrata, justo es decir, continúa el goteo de voces que reclaman la baja de Biden ante las previsiones electorales. El último ha sido el independiente Joe Manchin, antiguo cargo de la rama más conservadora de la formación del presidente y actual senador por Virginia Occidental. Manchin, uno de los enemigos internos de un Biden próximo a los postulados del centro-izquierda, insiste en el paso junto al comandante en jefe. «Por campaña es un desafío increíble para cualquier persona, físicamente y mental, en todos los sentidos», argumenta Manchin; reclamando a Biden que «con todo el pesar, pase el testigo a una nueva generación».