Este sábado por la mañana Israel ha alargado el periodo de gracia que ha dado a los ciudadanos de Gaza para que abandonen casa suya antes de la ofensiva terrestre. Si bien el ultimátum inicial acababa a las 6 horas de esta madrugada, el ejército israelí ha garantizado la seguridad de dos corredores hasta las 15 horas (hora catalana) de este sábado, es decir, en menos de media hora. Ahora bien, dentro de Gaza hay división sobre si obedecer la recomendación forzada de Israel o quedarse en la ciudad y resistir. Este es el ejemplo de dos hospitales que se niegan a irse hacia el sur y se han comprometido a continuar atendiendo los miles de pacientes ocasionados a raíz de los bombardeos.
Se trata de los hospitales de Al Awda y de Kamal Adwan, que han anunciado que se mantendrán al pie del cañón porque tienen masas pacientes a atender y no los pueden evacuar. El responsable del hospital del Al Awda, Ahmed Muhanna, ha hecho saber a la agencia oficial de noticias palestina Wafa que el personal médico del hospital, compuesto por 35 médicos y enfermeras, se enfrenta a «condiciones catastróficas a causa del rápido aumento del número de muertes y heridos». Un mensaje muy similar al de los trabajadores del hospital de Kamal Adwan, que han insistido a seguir haciendo su trabajo todo y las recomendaciones. Desde Médicos Sin Fronteras (MSF) explican que este último centro es un hospital infantil, y que se ve sobrepasado por el elevado número de ingresados de los últimos días: «Según la información que tenemos, el hospital no tiene la posibilidad de transportar a sus centenares de pacientes en ambulancias, y de momento no existe ningún hospital alternativo en la Franja de Gaza preparado para recibirlos», alerta la organización a través de una publicación a su cuenta de Twitter.

Menos de la mitad de civiles evacuados
La portavoz de la Agencia para los Refugiados de Palestina a la ONU, Raquel Martí, ha explicado en declaraciones en TV3 que no todos los civiles de Gaza están abandonando la ciudad por miedo a ser bombardeados por el camino, o porque no tienen los recursos necesarios para poder viajar hasta el sur. «Hay muchas personas que no tienen manera de trasladarse hasta el sur», comenta Martí, añadiendo que muchos viajan con «bebés o gente mayor» que no está capacitada para recorrer los 42 kilómetros que separan de norte a sur la Franja de Gaza. «Tampoco tienen la seguridad de no sufrir los bombardeos en el sur, puesto que reciben noticias que allá también están cayendo bombas», sentencia la portavoz. Varias voces del terreno apuntan que menos de la mitad de la población de la ciudad (más de un millón de personas) ha abandonado la ciudad.