El poeta, narrador, ensayista, articulista y traductor Josep Piera ha recibido el 55.º Premio de Honor de las Letras Catalanas que concede Òmnium Cultural. La entidad ha decidido reconocer la trayectoria del poeta, firme activista por la lengua catalana al País Valenciano a través de su creación literaria, en la sociedad y en la escuela. Piera es una de las voces poéticas catalanas más destacadas y ha hecho de las de las montañas de la Safor, con el Cingle Verd y el valle de la Drova, un escenario mítico en su obra.
El anuncio se ha hecho a la librería Altaïr de Barcelona con la presencia del presidente de Òmnium, Xavier Antich. Piera, que coge el relevo de la mallorquina Antònia Vicens, recibirá el galardón en una ceremonia que tendrá lugar el próximo mes de junio. Hombre de letras, Piera ha tocado una gran variedad de géneros literarios –poesía, novela, ensayo, biografías, literatura de viajes o memorias– y durante los 80 y 90 su obra tuvo bastante repercusión, ganando premios como el Carles Riba de poesía o Josep Pla de prosa.

El valenciano también es un activista infatigable. En la década de los 70 trabajó en el campo de la pedagogía y colaboró en varios estudios sobre la introducción de la lengua materna en la enseñanza. En la década del 80 abandonó la enseñanza para dedicarse por completo a la literatura. Publicó revistas especializadas cómo Canigó, Valencia Semanal, La hora y El Temps.
A los 90 se centró mucho en la poesía árabe, antigua y moderna, y escribió un ensayo sobre poetas andalusís de la València islámica que los sitiuó en un lugar destacado de la memoria literaria de los valencianos. Más tarde se interesó por Ausiàs March o Teodor Llorente, autores a quién Piera dio una nueva vida a través de biografías y publicaciones. Durante estos años publica Yo soy este que me llamo Ausiàs March (2001) Francesc de Borja, el duque santo (2009) y El sueño de una patria de palabras (2012), este último dedicado a Llorente, el gran autor de la Renaixença valenciana.