Tras años de lucha por parte de la plataforma Salvem Cal Macià para cambiar la catalogación de la casa de Francesc Macià de Vallmanya, situada en Alcarràs (Segrià), la Generalitat ha publicado este lunes en el Diari Oficial de la Generalitat de Catalunya (DOGC) la resolución por la cual declara la única casa que queda en pie en Cataluña del presidente Francesc Macià como Bien Cultural de Interés Nacional (BCIN). L’Avi pasó largas temporadas en este inmueble gracias a su esposa, Eugènia Lamarca, que la heredó de su padre, el arquitecto Agapit Lamarca.

Esta resolución conlleva de facto «la suspensión de la tramitación de las licencias de parcelación, edificación o demolición en la zona afectada, y también la suspensión de los efectos de las licencias ya concedidas». No obstante, el Departamento de Cultura puede autorizar intervenciones que no perjudiquen los valores culturales del bien. Además, la autorización por parte de la Generalitat debe ser «previa a la concesión de la licencia municipal», salvo que se trate de licencias ya concedidas antes de publicar la nueva catalogación de Cal Macià, que hasta ahora estaba catalogado como un Bien Cultural de Interés Local. Es más, en el año 2023 la Generalitat rechazó la catalogación que le ha otorgado dos años más tarde.

La plataforma ha celebrado la decisión que ha tomado la Generalitat y ha reclamado la expropiación inmediata de Cal Macià. Así lo han manifestado a través de su cuenta de X. «De acuerdo con todo lo que establece la Ley de Patrimonio Cultural Catalán, la incoación del BCIN supone, de facto, la consideración del bien como BCIN a todos los efectos» manifiestan, y, en consecuencia, concluyen que «ya no existe NINGÚN impedimento para proceder a su inmediata expropiación». Con todo, la entidad advierte que «lamentablemente, este pequeño paso, no supone la salvación de la casa». De hecho, el exconseller de Cultura Lluís Puig ha reclamado en una entrevista a El Món que la Diputación de Lleida y la Generalitat «se pongan de acuerdo para trabajar con la Casa Vallmanya de Alcarràs», con el objetivo de «poder completar en el futuro este eje Macià de les Borges Blanques, Vallmanya, Alcarràs, Prats de Molló y Vilanova i la Geltrú».

Estado actual de la casa de Macià de Vallmanya / Salvem Casa Vallmanya

Una compra bloqueada desde hace más de un año

Y, como recuerda el exconseller en la entrevista, el 22 de diciembre de 2023, el Departamento de Cultura, la Diputación de Lleida y el Ayuntamiento de Alcarràs anunciaron a bombo y platillo el acuerdo para comprar Cal Macià, y que formaría parte de la Red de Espacios de Memoria Democrática de Cataluña. El anuncio se produjo tres días antes del 90º aniversario de la muerte del presidente Francesc Macià, pero desde entonces no hay novedad alguna en este sentido. La compra y futura restauración del inmueble se habían valorado en 920.000 euros, que Cultura y la Diputación debían pagar a partes iguales al Ayuntamiento de Alcarràs para que realizara todas las gestiones pertinentes.

Salvem Cal Macià ha denunciado en reiteradas ocasiones que el propietario de la casa continúa enrocado en su posición de no vender la casa, pero tampoco rehabilitarla, ya que se encuentra en estado ruinoso, y, por otro lado, la plataforma ha criticado constantemente que ninguna administración lo haya sancionado por tener la casa en “estado de abandono” y tampoco han iniciado las obras que debían hacer las administraciones de manera subsidiaria, tal como se había acordado. De hecho, días después del acuerdo anunciado por las tres administraciones implicadas, la entidad ya advirtió que la casa está en riesgo de derrumbe. Recientemente, hace solo unos días, la entidad denunció que falta «media techumbre» y que el propietario no ha instalado la lona requerida por el Ayuntamiento de Alcarràs, que, por otro lado, no lo ha sancionado.

Cal Macià: «El Camp David catalán»

En medio de esta lucha por conseguir que la Casa Vallmanya tenga el reconocimiento que se merece, en el año 2023 se editó el libro coral Vallmanya, el paradís perdut de Francesc Macià (Pagès Editors) –cinco capítulos escritos por el arqueólogo Joan Ramon González, el periodista Francesc Canosa, el doctor en historia contemporánea Marc Macià, el licenciado en historia David Sancho y el economista Ferran Dalmau con información relevante sobre la casa–. Los autores defendieron el “indudable interés patrimonial, arquitectónico, memorial e histórico”, y, en conversación con El Món, coincidiendo con su publicación, definieron Cal Macià como «el Camp David catalán». «En cualquier otro país del mundo la casa del padre de la patria estaría arreglada y museizada«, lamentaron.

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