El Departamento de Educación ha cambiado su versión sobre el caso de las gemelas de Sallent y ha reconocido que hay indicios de acoso escolar a las dos hermanas que este martes saltaron de un tercer piso. Una de las gemelas murió en el acto y la otra está en estado crítico en el hospital. A pesar de que en un primer momento el departamento aseguró que no se trataba de un caso de acoso, la secretaria de Transformación Educativa, Nuria Mora, ha explicado que la consellería investiga por qué no se activaron los protocolos en el centro de Sallent donde estudiaban las gemelas.

«Lo que se comunicó primero es el conocimiento que el instituto no había activado ningún protocolo. No sabemos el motivo de esta no activación», ha dicho Mora en una entrevista en RAC1. «Desconocemos el motivo por el cual no se ha hecho, si es que no se tenían los datos, si no se sabía o el centro no lo valoró». La familia y varios compañeros de las niñas habían denunciado desde el primer momento que las dos hermanas habían sufrido insultos y burlas por parte de alumnas de su clase desde que llegaron al pueblo hace unos dos años.

Una chica enciende una vela al número 4 de la calle Estación de Sallent, donde murió la Alana/Quico Sallés
Una chica enciende una vela al número 4 de la calle Estación de Sallent, donde murió la Alana/Quico Sallés

El abuelo de las gemelas de Sallent dice que las cartas de despedida confirman el ‘bullying’

El abuelo de las gemelas ha explicado que las cartas de despedida que dejaron las niñas antes de saltar por el balcón de su casa confirman que sufrían bullying en el instituto. Asegura que se burlaban de su acento argentino y que a una de ellas, que había expresado su intención de cambiar de sexo per se sentía chico, la llamaban Ivana en lugar de Ivan, que era cómo quería ser llamado. Gustavo Lima ha afirmado que así lo explicaba a la carta que dejó. «No resistía el bullying que le estaban haciendo», ha añadido. Su hermana explicó en su carta que no quería morir, pero que sentía que tenía que apoyar a su gemela.

«Trabajaremos con el centro y detectaremos cuál ha sido la motivación de hacer o no hacer», ha reiterado Mora. La secretaria de Transformación Educativa ha explicado que la gemela que quería cambiar de género solo había expresado su deseo a su círculo más íntimo y que la comunidad educativa no lo sabía. Mora ha remarcado que la familia vivía una situación complicada y que además de recibir atención psicológica, su caso estaba en el radar de los servicios sociales porque también había problemas en casa.

El Departamento de Educación insiste que este tipo de casos son «multifactoriales» y que el acoso escolar se puede producir fuera del centro educativo, como en las actividades extraescolares o a través de los teléfonos móviles.

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