La conexión ferroviaria entre Barcelona, Tarragona, y las Tierras del Ebro a través de Rodalies vuelve a complicarse a causa de las obras que se llevarán a cabo en el túnel de Roda de Berà. La circulación entra la capital tarraconense y Sant Vicenç de Calders estará completamente cortada desde el primero de octubre hasta principios del mes de marzo, según las previsiones. Es precisamente por este motivo que el secretario de transportes y movilidad del Estado español, José Antonio Santano, considera que «serán unos meses muy complicados» para la movilidad. Estas obras se enmarcan dentro del plan de actuaciones para el corredor mediterráneo, motivo por el cual el secretario de transportes asegura que se trata de un proceso necesario para mejorar la red ferroviaria: «No hay otra manera de abordar las actuaciones, sobre todo en el túnel, que cortando la vía durante estos meses».
Con una partida presupuestaria de 16 millones de euros, este procedimiento que interrumpirá la circulación durante cinco meses y afectará las líneas R14, R15, R16, R17 y RT2 -unas de las golpeadas por la carencia de inversión por parte del gobierno español-, pretende ampliar la capacidad del túnel para incorporar una tercera vía. Esta nueva línea ferroviaria permite elevar la velocidad del transporte, mejorar la calidad y potenciar la conectividad de las mercancías. Es por este motivo que, todo y los efectos perjudiciales para la población a corto plazo, Santano voz con buenos ojos este proceso de obras.

El objetivo de las obras
Según Santano, las obras permitirán que a partir de junio haya un tren cada media hora entre Barcelona y Tarragona, además de mejorar los retrasos que actualmente sufre Rodalies, y hacer llegar el alta velocidad en Tortosa (Tarragona), un compromiso histórico con el municipio: «Puede haber una verdadera revolución del transporte ferroviario, que yo creo que es muy esperada», argumenta el secretario, que considera que el gobierno español de Pedro Sánchez ahora está «compensando» la falta de inversión en Cercanías de los últimos años -la cual todavía es insuficiente para rehabilitar el entramado ferroviario catalán. Durante el periodo de actuaciones, Renfe pondrá en marcha 87 autobuses, con más de 30.500 plazas diarias, para conectar por carretera el tramo afectado.