«Un tren parado con información es una incidencia. Un tren [parado] sin información es un secuestro». Esta es la definición que hace la portavoz de la plataforma de usuarios Dignitat a les Vies, Anna Gómez, del malestar generalizado de los pasajeros de Rodalies, que reclaman mejoras urgentes para hacer frente a las carencias endémicas del servicio. Mejorar la información es uno de los aspectos que el Departamento de Territorio, encabezado por la consejera Sílvia Paneque, se fijó como objetivo a raíz de la crisis ferroviaria de marzo, que forzó el primer pleno monográfico en el Parlamento sobre esta cuestión. Meses después, sin embargo, las plataformas de usuarios consideran que se han hecho muy pocos avances en este aspecto: «Se ha mejorado muy tímidamente», asevera el vicepresidente de la plataforma de Promoción del Transporte Público (PTP), Carles Garcia, en conversación con El Món.

Las diferentes asociaciones consultadas por este diario coinciden en que mejorar la información es uno de los problemas que la administración catalana debe abordar con más urgencia, ya que permitiría a los usuarios conocer el estado del servicio. «Debemos poder estar al día», exclama Anna Gómez, que detalla que en algunas estaciones del Camp de Tarragona, como la de Reus, las pantallas de información no funcionan correctamente: «Hay media pantalla que no funciona. Puedes ver que el tren va tarde, pero no a qué hora está previsto que pase», apunta la portavoz de Dignitat a les Vies. De hecho, debido a las carencias de información, más de 50.000 personas ya han comenzado a usar una aplicación alternativa creada por esta plataforma para mantenerse al día del estado del servicio.

Las plataformas de usuarios coinciden en que la administración debe «mejorar todos los canales de información». Es decir, además de potenciar la comunicación a través de las redes sociales, también debe mejorar «la presencia de informadores» en las estaciones de Rodalies, o el funcionamiento del servicio de megafonía: «No puede ser que se den informaciones contradictorias [por los diferentes canales]», alerta Anna Gómez, que considera que este es un aspecto que se podría mejorar con mucha rapidez. Una idea que también comparten las otras plataformas consultadas. «Si el tren va tarde, necesitamos tener a mano la información», argumenta Carles Garcia, que insiste en que deben abordarse las carencias «digitales» de este aspecto, pero también las de las estaciones.

Operarios de Renfe organizan uno de los buses del servicio alternativo de Renfe en Sant Vicenç de Calders por el corte por obras en Rodalies en una imagen de archivo / Lorena Sopêna (Europa Press)

Accesibilidad, otro de los puntos débiles de Rodalies

La información es uno de los problemas que hay que paliar con más urgencia, pero no el único. «Se han hecho muy pocas mejoras en accesibilidad», argumenta el portavoz de la plataforma Perquè No Ens Fotin el Tren -una agrupación de usuarios de la R3-, Marc Janeras, que lamenta que «no se notan los cambios» a pesar de que se trata de una de las prioridades que se fijó el gobierno de Salvador Illa para mejorar el funcionamiento de la red de trenes del país. Denuncian que aún hay muchos ascensores «sin funcionar» en algunas estaciones y escaleras mecánicas sin servicio, entre otros: «No estamos notando ningún cambio, es insuficiente», exclama Janeras. El problema, sin embargo, no es nuevo. La portavoz de Dignitat a les Vies asegura que algunos ascensores, como los de la estación de Vilanova i la Geltrú, llevan «más de tres años estropeados», lo que repercute directamente en los usuarios, ya que no todos pueden hacer uso de las escaleras.

Las plataformas de usuarios consideran que abordar las carencias en información y accesibilidad ya permitirían aliviar el malestar de los pasajeros, lo que ya verían como una pequeña victoria. Sin embargo, a pesar de que hace meses que el Gobierno se comprometió a abordar estas cuestiones, de momento los pasajeros, según afirman, no han notado mucho cambio al respecto. «Continuamos igual que antes del verano», exclama el vicepresidente de la PTP. A estos agravios también se añaden que las incidencias continúan siendo el pan de cada día en Rodalies. De hecho, tras los últimos episodios convulsos vividos el pasado fin de semana, que se alargaron hasta el lunes, el ejecutivo de Salvador Illa anunció que se reunirá este martes con representantes de Adif y Renfe para abordar el estado actual del servicio y buscar «medidas excepcionales» para afrontar el mes de septiembre. Unas incidencias que continúan agravando el malestar de los usuarios: «Ya deberían ser expertos en gestionarlas, porque son el día a día», asevera Janeras, que lamenta que, a pesar de la frecuencia en los incidentes, la operadora ferroviaria sigue teniendo dificultades para afrontar los imprevistos.

Imagen de archivo de un tren de cercanías en la estación de Atocha / Matias Chiofalo - Europa Press
Imagen de archivo de un tren de Rodalies / Matias Chiofalo – Europa Press

La R3 se prepara para el macrocorte de este otoño

Este otoño, a las carencias estructurales y la complejidad sistémica de Rodalies, también se añade el inicio del macrocorte por obras de la R3, que comenzará el 27 de septiembre. Un corte sin precedentes, ya que se alargará dieciséis meses -mientras que el anterior en esta línea duró menos de medio año. «Lo enfrentamos con mucho desconcierto. En junio nos reunimos para acordar un plan de transporte alternativo, pero ya lo han recortado», relata el portavoz de la plataforma Perquè No Ens Fotin el Tren, que lamenta que, una vez más, «vamos a muy pocas semanas vista». «Necesitamos que funcione bien desde el primer día, no como la última vez», añade Janeras, que recuerda el elevado número de retrasos e incidencias que se produjeron en las últimas obras de desdoblamiento de la línea.

En esta línea, el portavoz de la plataforma de la R3 también remarca que no se han hecho algunas obras estructurales que condicionarán el buen funcionamiento del corte por obras: «Aún no se ha terminado la nueva base de mantenimiento de Ripoll. Esto es una mala gestión del plan de Rodalies», argumenta Janeras. Esta nueva base, que comenzó a construirse a finales del mes de julio, sería un punto clave para el buen funcionamiento de la línea, ya que el tramo norte de la R3 -entre la Garriga, donde comienzan las obras, y Puigcerdà- quedará descolgado de Barcelona. Repensar el calendario de obras, de hecho, es una de las cuestiones que todas las plataformas de usuarios reclaman, aunque consideran que se trata de una medida más a largo plazo.

Los pasajeros exigen a la administración catalana soluciones urgentes para los agravios endémicos de Rodalies, ya que se les empieza a acabar la paciencia: «Necesitamos que nos pongan en el centro», exclama Anna Gómez. Teniendo en cuenta que la mayor parte de los problemas de la red ferroviaria requieren mucho tiempo para resolverse -o, como mínimo, más de un año-, como las incidencias causadas por el envejecimiento de la infraestructura, y que los usuarios ya llevan meses al límite, el Gobierno debe encontrar la manera de apaciguar el malestar. Y una buena manera es facilitarles el día a día: «De momento, con más información y accesibilidad, ya sería una mejora», concluye la portavoz de Dignitat a les Vies.

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