La historia de Makar, un niño con un tumor cerebral incurable que llegó a Cataluña buscando un milagro, ha evidenciado la pericia del Pediatric Cancer Center, que ha conseguido salvarlo contra todo pronóstico. El niño llegó a Cataluña desde San Petersburgo buscando un tratamiento que pudiera curarle un cáncer que, en principio, no tenía ninguna opción de sanación. El equipo que lo atendió hizo un análisis molecular del tumor en diferentes fases de la enfermedad y descubrió alteraciones genéticas que variaban con el tiempo y que tenían que ver con el cáncer de pulmón en adultos. Esto los puso sobre la pista de que dos tratamientos nunca utilizados en este tipo de tumor podrían ser útiles.
Acertaron y gracias al programa de oncología de precisión de este centro, que permite ofrecer terapias personalizadas en función de la alteración genética que presente la enfermedad, le pudieron salvar la vida a Makar. En su caso, el tumor era un glioma hemisférico infantil de alto grado que fue diagnosticado en el 2019, cuando el niño tenía solo un año. La familia decidió irse de San Petersburgo después de que fuera intervenido y tratado sin éxito. Primeramente se pusieron en contacto con centros de Alemania, Japón y Canadá, pero el único que le dio con una alternativa fue este centro catalán. Fue entonces cuando enviaron una muestra del tumor del niño para que el equipo de medicina de precisión del centro pudiera estudiarlo. «El doctor Morales nos llamó, propuso una consulta y nos dijo que nos quería ayudar. Nos pusimos muy contentos porque era la única salvación«, explica la madre del niño, que había recibido buenas referencia del Hospital San Joan de Déu.
Dos tratamientos para el cáncer de pulmón, la salvación de Makar
Los médicos se dieron cuenta con esta prueba de que el tumor tenía una alteración del gen ALK, muy frecuente en el cáncer de pulmón de adultos. “Al identificar esta alteración nuestro equipo de oncología de precisión empezó a buscar fármacos que la trataran de manera específica», explica el director asistencial del Pediatric Cancer Center, Andrés Morales. «Necesitábamos un fármaco para tratar de forma dirigida esta modificación de ALK y que sobre todo llegara bien al cerebro, una parte del organismo donde la acción de los fármacos cuesta más a causa de la barrera hematoencefálica que actúa como obstáculo para sustancias nocivas, entre las cuales los fármacos”, señala.
Por primera vez en el mundo se utilizó un medicamento para el cáncer de pulmón en un niño con un tumor cerebral sin curación. Como no había experiencia previa, los oncólogos de este centro catalán contactaron con la compañía farmacéutica para decidir qué dosis podría tolerar el menor y sería eficaz por su cáncer. Después de unas semanas de tratamiento, una resonancia magnética dio las mejores noticias a la familia: la medida del tumor se había reducido notablemente, casi había desaparecido.
Reaparición de la enfermedad y curación absoluta
El problema reapareció tres meses después. El glioma había generado resistencia al tratamiento y había crecido de nuevo, por lo que los neurocirujanos del Hospital Sant Joan de Déu volvieron a operar a Makar, le extrajeron todo el tumor y lo enviaron a analizar. Volvieron a encontrar una alteración del gen ALK y intentaron salvarlo con otro fármaco para el cáncer de pulmón en adultos. Así, se utilizaron dos fármacos por otro tipo de tumor de adulto. Como el primero, este segundo fármaco también redujo el tumor, pero volvió a crecer de nuevo más adelante. Le dieron radioterapia con protones y actualmente, un año después, el tumor ha desaparecido y se considera que Makar está sano.

El niño tiene un poco de retraso psicomotriz como consecuencia de la enfermedad, pero ha mejorado mucho su calidad de vida, puesto que ha conseguido volver a andar, comunicarse y hacerse entender. Periódicamente lo controlan en el hospital por revisar que el tumor no vuelva a aparecer.