La consellera de Derechos Sociales e inclusión, Mónica Martínez Bravo, ha apostado para replantear el plan piloto para la renta básica universal y hacerlo con un coste «más mesurado» que el planteado por el anterior gobierno. Así pues, los socialistas podrían buscar recortar esta ayuda bajo el pretexto de hacer reglas más «claras y objetivas» para el reparto. Algunas de estas conclusiones las ha puesto sobre la mesa la consellera en una entrevista a
La prueba piloto de la renta básica universal lo empezó a crear el gobierno de Pere Aragonès. Ahora bien, esta nueva legislatura ha puesto esta iniciativa en manos del PSC que reconocen que no continuarán con el plan de ERC, puesto que «tenía limitaciones» en su diseño, ha admitido la consellera de Derechos Sociales quienes ha concretado que las normativas en algún caso planteaban la incompatibilidad de algunas personas para recibir la ayuda. Así pues, Martínez Bravo ha explicado que su nueva propuesta tendrá un coste más mesurado «y según la evidencia científica».

Reducir la burocracia del Ingreso Mínimo Vital
La consellera también ha asegurado que quieren hacer más ágil la tramitación de el Ingreso Mínimo Vital y de la Renta Garantizada de Ciudadanía. En este sentido, Martínez Bravo ha insistido en el hecho que haría falta que las personas con esta necesidad solo tuvieran que hacer una única solicitud y el ciudadano reciba una única resolución. «La idea es diseñar la Renta Garantizada para conseguir que se rechacen el mínimo de casos», ha resumido. Además, sobre el IMV, ha mencionado que se tiene que conseguir que el análisis de los ingresos de los ciudadanos se aproxime a la fecha de la solicitud y ha reconocido que hará falta pasar por el Congreso «y buscar los apoyos necesarios».




