La consejera de Salud, Olga Pané, admitió el pasado mes de mayo que había un «elevado abandono» de los cursos de catalán por parte del personal sanitario, pero evitó dar cifras concretas sobre los profesionales sanitarios que no los terminan. Ahora, Plataforma per la Llengua ha arrojado luz sobre esta situación de abandono de los cursos de catalán y en su InformeCAT 2025, a partir de datos del Departamento, detalla que solo un tercio de los sanitarios que se inscribieron en los cursos de catalán del Departamento de Salud en el año 2024 lo terminaron. Además, añaden que solo los aprobaron menos de una cuarta parte de los inscritos.

Plataforma per la Llengua recuerda que Salud puso en marcha en el año 2024 la primera edición del Programa «Prescríbete en catalán», que consistía en ofrecer cursos de lengua catalana dirigidos a los profesionales de la salud. Inicialmente, el Departamento ofreció 2.700 plazas, pero estas plazas se ampliaron ante la avalancha de solicitudes para inscribirse y, finalmente, las sesiones contaron con 3.711 profesionales inscritos, que se repartieron de la siguiente manera: el 53% de los inscritos siguieron el curso elemental B1; el 10%, el intermedio B2, y el 37%, el de suficiencia C1. En total, se ofrecieron 191 cursos, con la participación de 42 docentes, 6 coordinadoras-docentes y un equipo reforzado con 6 docentes durante el verano.

Sin embargo, los cursos terminaron el pasado mes de noviembre con datos muy pobres. Solo los completaron el 36,4% de los inscritos y solo aprobaron el curso 846 personas, menos de una cuarta parte de los 3.711 inscritos inicialmente. En efecto, el Departamento de Salud comunicó que el pasado mes de abril de 2025 el 79% de los 1.071 participantes en las pruebas oficiales de catalán realizadas durante enero y febrero anteriores había aprobado, pero no tuvo en cuenta el total de inscritos. Asimismo, el Departamento de Pané subrayó que los tres niveles, B1, B2 y C2, tuvieron una buena ratio de aprobados, que osciló entre el 75% y el 84%.

La consejera de Salud, Olga Pané, comparece en comisión en el Parlamento / ACN

Las excusas de Pané con el abandono de los cursos de catalán

En la misma respuesta por escrito donde admitió un «alto abandono», Pané alegó que estos cursos «requieren una dedicación constante y un esfuerzo sostenido a lo largo del tiempo» y por esta razón los profesionales que se inscriben «deben compaginar con la actividad asistencial». Pané justificó que «en el ámbito sanitario se debe compaginar con la actividad asistencial», y detalló que con el objetivo de «incrementar» el porcentaje de finalización y logro de los cursos, se han adoptado algunas medidas como reducir la duración de las sesiones síncronas, reducir el número de alumnos por grupo y flexibilizar los plazos de entrega de las tareas de cada bloque temático.

Plataforma per la Llengua ve «bajo» el personal de enfermería inscrito

También hay datos de los profesionales sanitarios que se inscribieron en estos cursos. Así, el 35% de los inscritos eran médicos; enfermeros (21%), técnicos auxiliares en cuidados de enfermería (15%) y otros profesionales sanitarios (29%). «Es particularmente notable el bajo porcentaje de personal de enfermería inscrito», lamenta la entidad presidida por Òscar Escuder en el informe publicado esta semana, donde remarca que «se debe tener en cuenta la importancia de este colectivo profesional, tanto por su número como por el trato directo que tienen con los pacientes». Con todo, la ONG del catalán denuncia que las plazas que se ofrecen para estos cursos «continúan siendo claramente insuficientes».

A pesar de que el 80,1% de médicos de procedencia extracomunitaria quieren aprender catalán, según datos del Consejo de Colegios de Médicos de Cataluña, hay un 47,8% de los sanitarios que no hablan catalán habitualmente, el 30,9% no saben hablarlo y el 13% directamente no lo entienden. De hecho, Salud admitió meses atrás a El Món que más del 36% de los nuevos médicos colegiados incorporados al sistema público en el año 2024 provienen de fuera del estado español, un hecho que determina que estos profesionales llegan con desconocimiento del idioma. Es decir, al menos este grupo de facultativos, que se inician como interinos y no tienen el requisito lingüístico fijado para los funcionarios, comienzan a trabajar sin saber catalán.

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