Las discriminaciones lingüísticas que han sufrido pacientes del Hospital Universitari Dexeus, el Hospital Universitari Sagrat Cor y la Clínica Diagonal, que ha ido explicando detalladamente El Món, no son casos aislados en el ámbito sanitario. De hecho, Plataforma per la Llengua remarca en el InformeCAT 2025 que entre 2019 y 2023 se han multiplicado por siete los casos de discriminación lingüística que se han denunciado en la entidad. La evolución de las denuncias por discriminación lingüística que ha recibido la entidad, a expensas de conocer el año 2024, es la siguiente: 32 (2019), 52 (2020), 99 (2021), 118 (2022) y 113 (2023). Y, de todos estos casos, el 91,7% se han producido en los servicios sanitarios. Es decir, más de 9 de cada 10 casos de los 414 denunciados a Plataforma per la Llengua durante cuatro años se han producido en la atención sanitaria.

La ONG del catalán remarca que la cantidad de casos conocidos por la entidad a través de su buzón de denuncias ha crecido de «manera sostenida», y atribuye este crecimiento a «un aumento muy notable de la actividad del servicio de atención y asesoramiento de quejas y consultas». En este período de cuatro años, la entidad ha pasado de tener conocimiento de 32 casos de discriminación lingüística en 2019 a 113 en 2023, y detalla que los casos que más han aumentado son los protagonizados por trabajadores autonómicos, ya que en 2019 se detectaron solo 9 casos de estas características, que representaban el 28,1% del total a 61 en 2023, que supusieron el 54% del total. En definitiva, la entidad en defensa de la lengua subraya que los casos de discriminación en las administraciones autonómicas se han multiplicado «prácticamente por siete» en cuatro años.

De todos estos casos de discriminaciones lingüísticas que ha tenido conocimiento la entidad, la «gran mayoría» se producen en el sistema sanitario. De hecho, en el período analizado el 91,7% de los casos autonómicos sucedieron en la prestación de servicios de salud y en ninguno de los cuatro años analizados ha representado menos del 75% de los casos. En 2019 fueron el 88,9%; en 2020, el 75%; en 2021, el 97,4%; en 2022, el 93%, y en 2023, el 91,8%. De hecho, la entidad presidida por Òscar Escuder advierte que la «minorización» de la lengua catalana tiene efectos sobre los derechos lingüísticos y el informe ofrece algunos datos en este sentido. En Catalunya, el 36,5% de los catalanohablantes aseguran que «a menudo o nunca» son atendidos en catalán en los establecimientos comerciales, pero, además, el 69,6% de los catalanes afirma que ha tenido que hablar en castellano al médico en alguna ocasión.

Médicos consultando un expediente
Médicos consultando un expediente

Más catalán con la policía que con los médicos

De hecho, la última Encuesta de Participación Cultural 2024, que elabora periódicamente el Departamento de Cultura desde el año 2001, concluye que los catalanes hablan más en catalán con agentes de los Mossos d’Esquadra o policía local que cuando acuden a un hospital por una revisión o un problema de salud. Según los datos de esta encuesta publicada el pasado mes de abril, las conversaciones con los cuerpos de seguridad antes mencionados muestran que el uso exclusivo del catalán es del 33,5%, superior al 30% de la exclusividad del castellano. En cambio, el bilingüismo se da en el 34,4% de los casos –un 14,8% lo hace más en catalán que en castellano, un 8,6% más en castellano y un 11% sitúa ambas lenguas al mismo nivel–.

Por el contrario, en el ámbito sanitario predomina el uso exclusivo del castellano, un 34%, por encima del catalán, que solo es del 23,9%. Con todo, el bilingüismo es mayoritario, ya que la combinación de las dos lenguas llega al 40,2% y con el catalán por delante del castellano. Hay un 15,6% que dice hacerlo más en catalán que en castellano, un 10,3% dice que lo hace más en castellano y un 14,3% dice que habla igual en catalán y en castellano con los médicos.

La mitad de catalanohablantes ha renunciado a usar su lengua para «evitar problemas»

Otro dato que recoge el documento elaborado por la entidad en defensa de la lengua es que un 50,5% de los catalanohablantes de Cataluña han renunciado en alguna ocasión a utilizar su lengua para «evitar problemas». Es un dato extraído de los resultados de la Encuesta Sociopolítica de 2024, realizada por el Centro de Estudios de Opinión, que también muestran grandes diferencias entre la población que se identifica con el catalán y la que se identifica con el castellano, ya que poco más de la mitad de los catalanohablantes declaran que, en alguna ocasión, han tenido que renunciar a su lengua «para evitar problemas», mientras que entre los castellanohablantes solo es el 23,5%.

Además, los primeros declaran que se sienten más cómodos cuando tienen la posibilidad de hablar su lengua, y el 50,9%, que están más cómodos cuando están rodeados de gente que habla catalán, mientras que el 68,4% de castellanohablantes dice que se siente más cómodo cuando pueden hablar en castellano, y el 36,6% que se sienten cuando están rodeados de hablantes de castellano. «En ambas preguntas los catalanohablantes indican más deseo de vivir en su lengua», expone la entidad, que remarca que «las situaciones de minorización a menudo promueven este tipo de percepciones: como los catalanohablantes tienen más dificultades para usar su lengua con normalidad, aprecian más los espacios lingüísticamente seguros».

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