Arnau Muntadas, el abogado de la clienta de una panadería de l’Estartit (Baix Empordà) que ha sido denunciada por defender sus derechos lingüísticos considera que la querella se acabará archivando porque “no tiene recorrido penal”. Una discusión entre la propietaria de la panadería y la clienta, que pidió una barra de pan en catalán, ha terminado en los juzgados. La mujer ha sido denunciada por amenazas y acoso porque la mujer volvió al establecimiento para pedir explicaciones y recriminar la actitud tanto de la propietaria como de la trabajadora que la atendió.

En la vista que se ha hecho este jueves en la Bisbal d’Empordà, Muntadas ha pedido que se archive la causa. “La víctima ha relatado la discusión a raíz de poder hablar en catalán y ya está. Entendemos que un acoso debe ser algo reiterado y con intensidad y las amenazas en ningún momento se han podido probar”, asegura. Solo la demandante ha declarado como testigo, mientras que la clienta se ha acogido a su derecho a no declarar porque quiere esperar que primero lo hagan los testigos de la discusión y de los enfrentamientos posteriores. “No se han practicado todas las pruebas, una vez se haya hecho nuestra clienta no tiene ningún problema en hacerlo”.

Acció Cassandra, impulsada por los abogados Lluís Gibert y Josep Rosell, ha asumido la defensa de Maria Teresa Oliveras, se ha hecho cargo de su defensa y aseguran que es “víctima de un claro caso de discriminación y vejaciones” por querer ser atendida en catalán. Además, considera que “lejos de describir una situación de acoso, corresponden al ejercicio pacífico y firme de los derechos de la querellada a ser atendida en catalán y a defender su dignidad ante un trato vejatorio y discriminatorio”.

Exterior de la panadería de l’Estartit (Baix Empordà) donde se produjo la discusión por pedir una barra de pan en catalán / ACN

La discusión por pedir una barra de pan en catalán

Los hechos se remontan al 22 de junio de 2024, cuando la mujer entró en la panadería y pidió una barra de pan. La clienta explica que la dependienta le exigió que se lo pidiera en castellano, pero ella se negó. El tira y afloja con la trabajadora hizo que la propietaria interviniera en la discusión defendiendo a la dependienta, y ahora ha interpuesto una querella contra la clienta porque en días posteriores volvió a la panadería a recriminarle el trato. También está demandada por un delito de amenazas por unas publicaciones en redes sociales que la demandada niega haber escrito.

Según el relato aparecido en la prensa local días después del incidente, la mujer entró al local y preguntó: “¿Que no tienen barras de pan?” La dependienta, de mala manera, le exigió que se lo dijera en castellano, según la clienta, que se negó a cambiar el idioma. Poco después, apareció la propietaria, que le recriminó que hablara en catalán. “Tú sabes hablar castellano, la chica te ha pedido que le hables en castellano porque no entiendes el catalán. ¿Qué te has creído?”, le espetó.

Siempre según su versión, la clienta volvió al día siguiente para intentar aclarar la cuestión, pero la dueña de la panadería la recibió a gritos: “Ni se te ocurra acercarte aquí… Eres española, habla en español… ¿Qué pone en tu DNI? ¡Muerta de hambre!” Después de hablar con los Mossos d’Esquadra, la clienta volvió una tercera vez para pedir la hoja de reclamaciones para poner una queja en Consumo, pero no se la quisieron dar. “Fuera de aquí, eres española y morirás siendo española”, le espetó la propietaria. La Policía Local habría intervenido para conseguir la hoja de reclamaciones. 

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