«Háblame en español porque no le atenderé«. Es lo que le habría dicho una doctora del Hospital de Granollers a un paciente, según ha expresado él mismo en las redes sociales. El usuario del hospital califica de «vergonzosa» este tipo de actitudes y ha hecho un llamado al resto de pacientes que se sientan discriminados a dar el paso de denunciarlo públicamente. Su caso ha desencadenado otras quejas similares contra el mismo centro médico y la plataforma de abogados Acció Cassandra le ha ofrecido asesoramiento legal.

Siguiendo la conversación del tuit, otra usuaria también ha lamentado que el hospital aún no ha respondido a una queja formal que registró en febrero pasado por una situación similar. En su caso, no se trataría de un caso paradigmático de catalanofobia, sino de problemas en la interlocución con la doctora. Esta segunda paciente sintió sus derechos vulnerados después de que la profesional que la atendía «fue incapaz de entender las fechas de las que hablaba».

Estas dos denuncias se unen a un tercer perfil, Salvador Aixalà, que había trabajado durante 33 años y cuestiona «la deriva espantosa» del servicio sanitario respecto al uso de la lengua catalana. «Los profesionales bien formados aquí emigran, y traen a otros con cero predisposición a nuestra lengua», comenta el profesional.

La sanidad concentra el 90% de las denuncias por discriminación lingüística

Casos como estos no son exclusivos del centro de Granollers. El Món ha estado explicando otras situaciones que han encontrado pacientes del Hospital Universitario Dexeus, el Hospital Universitario Sagrat Cor y la Clínica Diagonal, entre otros. De hecho, según los registros de Plataforma per la Llengua, el 90% de los casos de discriminació lingüística que han llegado a la entidad los últimos cuatro años se han producido en el ámbito sanitario. En este período, la entidad ha pasado de tener conocimiento de 32 casos de discriminación lingüística en 2019 a 113 en 2023. El informe publicado en julio de 2025 señala que los casos que más han aumentado son los protagonizados por trabajadores autonómicos.

Este mismo informe destaca que, en el ámbito de la salud, el uso exclusivo del castellano (34%) predomina sobre el catalán (23,9%). Cifras bastante lejanas, en todo caso, a las que alcanza el bilingüismo, que domina la realidad en los hospitales. La combinación de las dos lenguas llega al 40,2%. Desde Plataforma per la Llengua alertan igualmente del problema que supone arrinconar el catalán de los servicios públicos y advierten que la mitad de los catalanoparlantes de Cataluña han renunciado en alguna ocasión a utilizar su lengua para “evitar problemas”.

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