Potenciar la formación profesional y paliar las carencias que se arrastran desde hace años ha sido una de las principales líneas maestras que ha marcado la consejera de Educación, Esther Niubó, en su primer año de mandato. Desde que se situó al frente de la consejería, una de sus prioridades ha sido reforzar los eslabones más débiles de la FP, como por ejemplo el proceso de asignación de plazas que se lleva a cabo a lo largo del mes de julio. En agosto de 2024, Niubó heredó el cargo semanas después del desbarajuste en la distribución de alumnos en los centros de formación profesional, momento en el que la consejería aún estaba en manos de Esquerra Republicana (ERC). En aquel momento, dos semanas antes del inicio escolar, más de 30.000 estudiantes que se habían preinscrito en algún ciclo de FP se encontraban en el limbo esperando plaza. Una situación que provocó un fuerte revuelo entre la comunidad educativa, con un nuevo proceso de asignaciones en pleno mes de septiembre, y que calentó el curso político. Un año después, a pesar del cambio de consejera, el desbarajuste se ha vuelto a producir.
Los últimos datos facilitados por el Departamento de Educación muestran que casi quince mil alumnos que han solicitado una plaza en algún ciclo de formación profesional aún no la han obtenido. En detalle, según las cifras de la administración, del total de 96.319 solicitudes que se recibieron durante el período de preinscripción, 81.479 tienen una plaza asignada. Es decir, 14.840 alumnos, tanto de ciclo medio como superior, aún no tienen una plaza asignada. Aunque el número de estudiantes que esperan plaza se ha reducido significativamente en comparación con las cifras de agosto del año pasado, el conflicto es el mismo: miles de alumnos que tendrán que esperar al mes de septiembre para saber dónde cursarán sus nuevos estudios. Sin embargo, en la rueda de prensa de presentación de las cifras de la FP, la misma titular del departamento defendió que una parte de los alumnos que no han recibido plaza de formación profesional es porque ya se han inscrito en otros estudios, como bachillerato o algunos estudios artísticos concretos. Independientemente de los argumentos, en los últimos dos años miles de alumnos han llegado al mes de agosto sin tener una plaza asignada en ningún ciclo de FP para el próximo curso.

La oposición convierte la FP en un ariete político
Con el objetivo de desgastar a los responsables de la consejería de Educación, la oposición ha aprovechado los resultados del proceso de asignación en la FP para solicitar una comparecencia «inmediata» de Niubó ante el Parlamento. Una solicitud que llega dos semanas después de que la consejera se viera obligada a rendir cuentas ante la cámara catalana por el desorden de la adjudicación de plazas de los docentes, el cual ha acabado con la destitución del hasta ahora subdirector general de Plantillas, Provisión y Nóminas Enric Trens, uno de los cargos directivos del departamento. Aún recuperándose de la crisis, la oposición ha aprovechado la oportunidad para hurgar en las heridas de la consejería. «El Gobierno no puede permitir que 15.000 estudiantes no tengan claro su destino cuando solo queda un mes para iniciar el curso», lamentaba la diputada de Junts, Anna Erra, en un vídeo difundido por el partido, en el cual calificó de «nuevo desbarajuste» el proceso de asignación de plazas.
Desde Junts aseguran que este último procedimiento ha puesto de manifiesto la «mala gestión» de la consejería porque un 10% de los alumnos que se habían preinscrito en algún ciclo continúa sin plaza. El problema para Junts, sin embargo, es que no se trata de un hecho aislado, sino de un círculo vicioso que se repite cada verano: «Fue el primer problema grave que tuvo la consejera Niubó después de asumir el cargo y, un año después, ha sido incapaz de resolverlo», añadían desde Junts. A pesar de la petición de la formación juntista, la consejera no ha anunciado ninguna comparecencia en el Parlamento para abordar las dudas sobre la asignación de plazas de FP para el próximo curso. De hecho, sacan pecho de las mejoras impulsadas a lo largo del primer año de mandato en este sector del sistema educativo catalán.

La consejería defiende su posicionamiento con la FP
A pesar de que este verano se ha vuelto a repetir el habitual desbarajuste de plazas en la FP, desde el departamento defienden que sus políticas han contribuido positivamente a consolidar la formación profesional como una opción de peso para los estudiantes: «La FP es uno de los ejes principales [de la consejería], y por eso el curso que viene [es decir, el que comienza este septiembre] se incrementan 7.583 plazas para dar respuesta al interés creciente por estos estudios», argumentan desde el Departamento de Educación, quienes defienden que se trata de un incremento «ambicioso» que responde a las necesidades de los estudiantes de todo el país.
El equipo que encabeza la consejera Niubó también destaca que una de las principales políticas que han llevado a cabo este año para mejorar las carencias de la formación profesional es poner en marcha un nuevo mecanismo de preinscripción para agilizar y «simplificar» el funcionamiento, el cual ha constado de tres fases a lo largo del mes de julio. Ahora, estos alumnos que han obtenido plaza deberán confirmarla telemáticamente en caso de que aún estén interesados.
A pesar de los alumnos que se encuentran en el limbo antes del inicio de curso, Niubó defiende que sus modificaciones en la preinscripción han tenido un impacto positivo para los estudiantes. De hecho, la misma responsable del departamento aseguró durante la rueda de prensa de presentación de los resultados que gracias a los cambios implementados en la FP han disminuido «las solicitudes presentadas sin requisitos».
Un cambio que ha permitido que menos personas quedaran fuera del proceso de preinscripción, lo que resuelve uno de los grandes problemas con que había topado hasta ahora el departamento. Desde Educación también apuntan que gracias a fomentar más la orientación los alumnos han marcado cuatro o más opciones en sus preinscripciones de FP, lo que les facilita conseguir plaza.
En detalle, según los datos de la administración, un 56% de los alumnos preinscritos han marcado cuatro o más opciones, mientras que en años anteriores la cifra no llegaba al 50%. Sin embargo, a pesar de los cambios impulsados -y celebrados- por la consejería, el proceso de asignación aún ha provocado fisuras y ha dejado, de momento, miles de alumnos sin plaza. El último proceso de asignación ha confirmado, una vez más, que Educación aún tiene mucho trabajo por hacer para pulir algunas carencias que se arrastran desde hace años en la formación profesional. Y, si no resuelve el conflicto en los próximos meses, el próximo verano se volverá a producir.