Retorcer el Código Penal para asediar el independentismo después de múltiples intentos sin éxito. La última acometida que tiene que sufrir Albert Donaire, mosso independentista y portavoz de Mossos per la República, que ha sido blanco de las iras del españolismo, del unionismo que hay dentro del cuerpo de la policía catalana y de su temida división de asuntos internos. Todos los procesos han acabado favorablemente a Donaire. Cuando parecía que la tensión aflojaba, el ministerio fiscal ha reaparecido con un extravagante escrito de acusación por un delito de incitación al odio contra «la política de ideología constitucionalista» aplicando de manera sui generis el artículo 510 del Código Penal. La pena que pide el fiscal son tres años de prisión e inhabilitación por el sufragio pasivo, y una multa de 3.600 euros, más seis años de inhabilitación especial para hacer de profesor.
De hecho, es una causa, a la cual ha tenido acceso El Món, que llega a juicio después de un archivo, pero el fiscal del caso, Víctor Pillado, insistió y, finalmente, ha conseguido que la Audiencia de Girona obligue el juzgado a abrir juicio oral. Toda la acusación del ministerio público se basa en piadas o posts en Facebook de Donaire, a favor del Proceso independentista. Unos tuits que el fiscal considera que se hicieron «motivados por el desprecio de Donaire a la ideología política constitucionalista y guiado por la finalidad de incitar y generar odio hacia toda persona que tenga este pensamiento político». Una interpretación jurídica muy curiosa, dando por sentado que los delitos de odio solo afectan a colectivos vulnerables, y hoy por hoy, si de algo presume el «constitucionalismo» es de su poder y su fuerza.

Un «buen día», desencadenando del caso
La investigación que recoge la Fiscalía se acontece a raíz de un incidente denunciado por el mismo Donaire en Facebook, cuando el 16 de octubre del 2017, él y su pareja cogían un vuelo en el aeropuerto de Girona. En concreto, cuando los dos llegaron al control dijeron «bon dia», en catalán, a los guardias de seguridad y los guardias civiles de la frontera, que lo habrían reconocido y reprochado su independentismo y que solo quisiera hablar en catalán. Un comportamiento que intentó ser serenado por la pareja de Donaire cuando recordó a los agentes del instituto armado que «solo los había dicho buen día».
Después de los hechos, Donaire grabó un video relatando la experiencia y recomendando a los agentes que marcharan y alertaba los pasajeros del aeropuerto que los agentes «no eran muy amigos de los catalanoparlantes». Una denuncia pública del incidente, que ahora la Fiscalía, asegura que «nunca se produjo». A partir de este post, denunciado por los guardias civiles, el Cuerpo Nacional del Policía, a través de la Unidad de Investigación Tecnológica de Barcelona y de la Unidad Orgánica de la Policía Judicial de la Guardia Civil, emitieron tres atestados policiales y de inteligencia donde recogían varios tuits y tablas de Facebook de Donaire para interpretarlos penalmente.
De Rodalies a críticas a las instituciones españolas
El escrito de calificación de la Fiscalía es un memorial de piadas de Donaire donde expresa de manera desacomplejada su independentismo, con críticas al funcionamiento de Rodalies o al papel de las instituciones españolas como los cuerpos y fuerzas de seguridad del Estado. Entre las piadas, reproches generales a las familias que impugnan el sistema de inmersión lingüística en catalán en la escuela, a la inversión en AVE y no en Cercanías, o a las acusaciones del ministerio fiscal contra varios activistas independentistas.
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