Debía ser un instrumento amplio y transversal para unificar la estrategia del exilio, la internacionalización de la liberación nacional de Cataluña y la denuncia de la acción del Estado contra el independentismo. Pero el Consejo de la República ha sufrido la falta de unidad de las entidades y partidos independentistas en Cataluña y un hiperliderazgo confuso y mezclado con el liderazgo de la formación política del que hasta ahora ha sido el presidente de la entidad, Carles Puigdemont. Además, ha tenido un peso político irrelevante en la biosfera política catalana y un funcionamiento interno complejo que obstaculiza sus acciones.

Pero lo que ha terminado de dejar aturdido al Consejo ha sido el escándalo por las irregularidades detectadas en la gestión económica por parte de su vicepresidente, Toni Comín, que ha terminado en auditoría, sustitución de gobierno de la entidad por una junta gestora provisional con ganas de terminar el trabajo y amenazas del exconsejero de Salud de interponer demandas contra quienes le reprochan sus formas, maniobras y decisiones, como el rapero Valtònyc. Una situación que ha sacudido al Consejo, que ahora enfrenta unas elecciones internas tensas para elegir un nuevo liderazgo.

El presidente del Consejo de la República, Carles Puigdemont, en el discurso de clausura de la asamblea territorial | Aleix Freixas
El presidente del Consejo de la República, Carles Puigdemont, en el discurso de clausura de la asamblea territorial | Aleix Freixas

Seis candidaturas en un momento crucial

Ante este panorama, que describe una institución en declive, sorprende la cantidad de candidatos que apuestan por presidirla y resucitar la entidad. En concreto, se presentaron diez candidaturas, pero superado el filtro de la Sindicatura Electoral solo seis candidatos, que representan las diferentes versiones que tienen los asociados de la institución. Toni Comín, a pesar del escándalo que rodea su gestión, será candidato. Otra candidatura, que ha buscado el consenso de buena parte de los más veteranos del Consejo, tiene al abogado Jordi Domingo al frente. También se presentan Jordi Castellà, concejal de Primàries en Canet de Mar (Maresme), que repite candidatura; Antoni Walter Castelló Klein; Montserrat Duran, que representa REvolucionemNos y, finalmente, el mallorquín Lluís Felipe Lorenzo García.

La campaña electoral ha comenzado este miércoles y se alargará hasta el viernes 7 de febrero. Las elecciones a la presidencia del Consejo se celebrarán del 8 al 12 de febrero, de manera virtual. Por cierto, una votación que ha requerido recuperar técnicos que ya no prestan servicios por resolución del contrato debido a la falta de ingresos y la seca situación económica de la entidad. Los Consejos Territoriales serán durante esta semana la base de trabajo de las campañas. De hecho, tanto Girona como Barcelona ya han programado debates entre los candidatos y todo apunta que, de momento, habrá al menos dos debates más, en Sabadell y en Sant Cugat del Vallès.

Toni Comín, cabeza de lista de Junts – LliuresxEuropa / Núria Martínez / Junts

Toni Comín lo intenta de nuevo

Uno de los nombres que más ha sorprendido, incluso al núcleo duro e histórico del Consejo, ha sido el de Toni Comín. Curiosamente, el presidente en el exilio no ha hecho ningún apoyo explícito a ninguno de los candidatos, a pesar de que Comín, ha sido su compañero de escaño en el Parlamento Europeo y en la Casa de la República. Comín se vanagloria de ser vicepresidente del Consejo de la República entre 2018 y 2024 y tiene como uno de los lemas de propaganda electoral Transparencia financiera máxima, un imperativo. Un punto que choca con las críticas a su gestión económica y financiera, la crisis que ha precipitado las elecciones y ha motivado la presentación de las candidaturas.

El inicio de la campaña para Comín no podía ser peor. El eurodiputado electo de Junts –que todavía no tiene el escaño porque España se opone y el Europarlamento lo tiene congelado– presionó al auditor para enmendar el informe. Una enmienda técnica que informaba de la posibilidad de que Comín tenía margen legal para disponer de más dinero de las donaciones de lo calculado en la primera versión, pero el auditor en ningún caso se desdecía del concepto de los gastos injustificados, que era el problema detectado. La auditoría, además, recordaba que ninguno de los otros miembros del exilio había dispuesto de ese dinero al que también tenían derecho por convenio. La Junta Gestora y el auditor replicaron a Comín en un comunicado público. Pero la bomba llegó a continuación: Valtònyc también denunció los movimientos de dinero que hacía Comín. Lo anunciaba sin rodeos a través de tres tuits, que han terminado con amenaza de demanda. La campaña de Comín vendrá marcada por una gestión que ha sido puesta en duda no solo por el auditor, sino también por la Junta Gestora y los responsables de las empresas que dan cobertura legal al Consejo, como CatGlobal.

Jordi Domingo, Abogado. Barcelona 21-01-2025 / Mireia Comas
Jordi Domingo, Abogado. Barcelona 21-01-2025 / Mireia Comas

Jordi Domingo, buscador de consenso

Una segunda candidatura es la del abogado Jordi Domingo. Un nombre que tiene bastante simpatía en la estructura política del Consejo y de los asociados. Conocido activista de causas independentistas, quiere alejar al Consejo del «peso excesivo» que cree que ha tenido Junts. Domingo saltó a la palestra política cuando impulsó y lideró Constituïm, la plataforma que elaboró una constitución catalana con más de 10.000 aportaciones públicas. De hecho, fue en aquella época cuando la UDEF -la unidad policial más utilizada por la policía patriótica de Mariano Rajoy- lo persiguió con una causa que murió con un sobreseimiento libre, certificado por el magistrado Manuel Marchena.

Domingo fue uno de los primeros en denunciar las formas de Comín cuando era presidente de la Sindicatura Electoral del Consejo de la República. Ahora también es miembro de la Comisión de Transparencia del Fútbol Club Barcelona y del Consejo Social de la Universidad de Barcelona. El objetivo de Domingo es «fortalecer la unidad independentista» y persistir en la internacionalización de la causa catalana. De ahí que defienda mantener el consejo en el exilio para así escapar de la posible y plausible represión española.

Jordi Castellà, en una de sus presentaciones de la Via Guineana/Jordi Castellà
Jordi Castellà, en una de sus presentaciones de la Via Guineana/Jordi Castellà

Jordi Castellà, el ‘guineano’

Jordi Castellà es abogado, concejal y portavoz del Grupo Municipal de Millorem Canet Primàries desde el año 2019. Ha anunciado su candidatura con un discurso contundente que critica la gestión de Puigdemont al frente de la institución. De hecho, no es la primera vez que se presenta. Ya fue candidato en 2024 y consiguió 493 votos, lo que no es poca cosa, cuando su adversario era Puigdemont. Como autor del libro La via guineana, per a fer efectiva la independència (2023), Castellà vende su candidatura, República Activa, como una manera de conseguir en el marco internacional la independencia.

De su programa destaca trasladar el Consejo del Gobierno provisional de la República Catalana a Suiza «para estar cerca de Ginebra, sede de las Naciones Unidas y de las embajadas de los 193 estados miembros». Además, plantea la creación de un pasaporte catalán para usarlo en «estados que lo reconozcan». Por otro lado, plantea manifestaciones masivas en muchas capitales internacionales, recoger «millones de firmas» para reclamar la independencia y solicitar al Comité Especial de Descolonización de las Naciones Unidas, el inicio de un Proceso de Descolonización de la Nación Catalana» y lograr convertirse en estado observador.

Duran, Castelló y Lorenzo

El colectivo #REvolucionemNos presenta a Montserrat Duran como candidata. Posiblemente es la lista que tiene un programa electoral más amplio, basado en el control del territorio, fomentar la república digital y establecer una estrategia de confrontación con el régimen y las estructuras del 78, así como promocionar la creación de estructuras de estado. La idea de Duran es articular la base territorial del Consejo.

Montse Duran, también quiere presidir el Consejo de la República/Twitter
Montse Duran, también quiere presidir el Consejo de la República/Twitter

Una quinta candidatura es la de Antoni Walter Castelló Klein, químico, profesor de secundaria en Mallorca que nació «el año de Nuestro Señor de 1962». Su programa político es breve y contundente: «Mi intención no es ganar estas elecciones ni ser presidente del Consejo. Lo que quiero es despertar el independentismo, a fin de que alcancemos nuestra libertad». Castelló reclama al Consejo de la República insistir en la unidad de los Países Catalanes.

En sexto lugar, se cuenta a Lluís Felipe Lorenzo, también isleño y con un currículum académico tan espectacular como desconcertante que incluye que ha sido interrogado por el CNI en la Delegación de gobierno español de Palma sobre el desembarco chino en Mallorca justo antes de la pandemia de la Covid-19 y por su presencia en las manifestaciones independentistas. Lorenzo tiene como punto de honor «la posibilidad de obtener la nacionalidad portuguesa (y mayor protección diplomática -incluso parece que los portugueses tienen derecho a la residencia brasileña) y el premio de la República de Argelia para que oficialice el catalán.

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