La comisión bilateral entre el Estado y la Generalitat de Cataluña para abordar la reforma de la financiación se reunirá el 14 de julio en Barcelona. Fuentes del ejecutivo catalán apuntan a la Agència Catalana de Notícies que se han acelerado las negociaciones recientemente y que el encuentro debe servir para «avanzar» hacia un acuerdo. La reunión llega finalmente más tarde de lo previsto y con la oposición española presionando a Pedro Sánchez por los escándalos que rodean su entorno político. El pacto entre ERC y el PSC para investir a Salvador Illa, que incluye la fórmula de la financiación singular, ponía como fecha límite para tener una propuesta el 30 de junio. El ministro Félix Bolaños ha aclarado que aún no hay un orden del día establecido y se ha centrado en la «lealtad institucional» que hay entre el Estado y la Generalitat.

Este mismo sábado, el presidente de la formación republicana, Oriol Junqueras, ha minimizado la importancia del calendario y ha señalado que ERC pone por delante «el contenido» a las «fechas». En el Consejo Nacional del partido celebrado en Bellpuig, el republicano ha dado más margen al Gobierno. «Si el PSOE, fruto de sus problemas internos, necesita unas semanas más, que las tome», ha remarcado, insistiendo en todo caso que no habrá «otros grandes acuerdos» si no se concreta la cuestión de la financiación. Los Comunes también se han referido, restando importancia al calendario y pidiendo una «propuesta sólida».

El presidente de la Generalitat, Salvador Illa, y el de ERC, Oriol Junqueras, se dan la mano antes de reunirse en el Palau de la Generalitat / ACN

El Gobierno ha insistido en las últimas semanas en la posibilidad de cerrar un acuerdo, a pesar de saber que el plazo fijado en el pacto de investidura era imposible de materializar. Además, el mismo acuerdo estipula que la mesa debe convocarse con diez días de margen, con lo cual todo hacía pensar que la reunión no se produciría antes de julio. Voces del ejecutivo español defienden en diferentes medios que se trata de un debate técnico «complejo» que ahora se suma a la conmoción interna que vive la formación socialista, con presuntos casos de corrupción sobre la mesa.

Las negociaciones coinciden con los problemas internos del PSOE

El final de las negociaciones llega en un momento delicado para el gobierno español, acosado por los escándalos de los últimos dos secretarios generales del PSOE, José Luis Ábalos y Santos Cerdán. El ejecutivo catalán insiste públicamente que los problemas que vive el PSOE en Madrid no afectan la negociación con la Generalitat por la financiación, pero a nadie se le escapa que el Partido Popular enarbolará la bandera contra el gobierno español también en esta cuestión. El PP, que ha encontrado en el caso Cerdán una veta para presionar a Sánchez, también se ha mostrado muy crítico con la reforma de la financiación y algunas condonaciones de deuda que plantea el presidente español, a pesar de que algunos planes socialistas también beneficiarían territorios populares como Andalucía.

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