Marta Vilalta (Torregrossa, Pla d’Urgell, 1986), portavoz y secretaria general adjunta de Esquerra Republicana de Cataluña, protagonizó un discurso contundente duro contra la oposición, concretamente contra Junts y comunes, por el «bloqueo» en los presupuestos de la Generalitat para el 2024, que la cámara tumbó el pasado 13 marzo, el mismo día que el presidente de la Generalitat, Pere Aragonès, anunció elecciones anticipadas después del descalabro sufrido por el Gobierno en el Parlamento. Vilalta niega que el adelanto electoral tenga ninguna relación con cálculos electoralistas de los republicanos e insiste a cargar contra la «irresponsabilidad» de los grupos de la oposición, a quien responsabiliza del adelanto electoral para usar «excusas» como el Hard Rock por no validar las cuentas. En esta entrevista con El Mundo, también afirma que el proyecto de la formación republicana es del todo incompatible con el del PSC, a pesar de que ha sido el único grupo con quien pudieron cerrar un acuerdo para los presupuestos. Y relativiza el efecto que pueda tener el hecho que Carles Puigdemont sea lo presidenciable de Junts: reivindica que el «rival a abatir» en estas elecciones es Pere Aragonès.
El presidente de la Generalitat siempre había dicho que su intención era, tanto sí como, no llegar al final de legislatura. ¿Qué le ha hecho cambiar de opinión?
Bien, esta era la intención y así trabajábamos también desde Esquerra Republicana, pero básicamente se produce un hecho que para nosotros es grave, que es el bloqueo en los presupuestos de la Generalitat de Cataluña para este 2024, que es la irresponsabilidad que vimos en el debate a la totalidad de los presupuestos. Ante esta irresponsabilidad de los grupos de la oposición, el presidente hace un ejercicio de responsabilidad que es convocar la ciudadanía y apelar a recibir más confianza y apoyo de la ciudadanía para poder salir adelante las principales acciones por el país, como por ejemplo eran estos presupuestos.
Pero se podía seguir con presupuestos prorrogados, ¿no?
Era un escenario muy complicado porque básicamente tener o no tener presupuestos era una diferencia muy grande. Eran los mejores presupuestos de país que habíamos podido tener nunca, más de 43.700 millones de euros, más de 2.400 millones más añadidos para las finanzas de la Generalitat, que quería decir poder invertir en salud, en educación, en vivienda, pero poder tener más de mil millones para combatir la sequía y en infraestructuras de agua, poder continuar invirtiendo como nunca, como nunca, en la lengua catalana y en la cultura, aproximándonos al 2% en la cultura. Por lo tanto, eran unos presupuestos absolutamente prioritarios, necesarios y urgentes para el país ante los retos que tenemos y las necesidades en el ámbito del sector público, y la oposición decidió bloquear y robar esta oportunidad a la ciudadanía de este país.
No tener presupuestos y la prórroga presupuestaria quiere decir que la mayor parte de los nuevos ingresos no se pueden disponer. Se podrán hacer ampliaciones de crédito, podremos intentar tramitar decretos de urgencia para ampliar algunas partidas, pero hay muchas de las inversiones, que eran nuevas, que no se podrán hacer. Por lo tanto, el partidismo y la irresponsabilidad de la oposición, específicamente de los comunes, pero también de Junts per Catalunya, no se entiende y la mayor parte de la ciudadanía no puede entender cómo han hecho primar cuestiones partidistas o cuestiones concretas de dentro de sus partidos ante un escenario tan bueno para el país que era poder disponer de estos presupuestos.
¿El Hard Rock era una cuestión partidista?
El Hard Rock era una excusa. Y no se entiende como por una excusa han dejado el país sin estos más de mil millones para la vivienda social, que es una demanda que los comunes siempre han puesto sobre la mesa. O como han privado de poder disponer de más becas comedor, de más dinero para poder hacer actividades extraescolares, o de más refuerzo en el ámbito de la educación en general. Cómo han podido dejar perder todos estos recursos en el ámbito de la educación, en el ámbito de la salud, de la atención primaria, con la excusa del Hard Rock. Y digo que es una excusa porque en estos presupuestos no había ni un euro ni un acuerdo para el Hard Rock, a diferencia otros presupuestos de los últimos años, que los comunes sí que habían votado y habían facilitado la tramitación y, por lo tanto, habían facilitado también su aprobación definitiva.
Y además, cuando tenemos que tener presente que la tramitación del Hard Rock sigue su curso, es una tramitación administrativa que viene de muchos años, desde el año 2014 que esto está en marcha, y que probablemente seguirá. Por lo tanto, le estábamos pidiendo en un gobierno, en el gobierno republicano actual, que hiciera una cosa que no puede hacer, que tomara decisiones políticas que no puede tomar porque están en el terreno administrativo y burocrático, pero, en cambio, lo han puesto como excusa y haciendo esto han privado la ciudadanía disponer de unos recursos ingentes para tener un mejor país y unos mejores servicios.
Tanto Junts como comunes, en cambio, los acusan a ustedes de avanzar elecciones por cálculos electoralistas.
Ellos han actuado con irresponsabilidad y ante este bloqueo el que hace el presidente es convocar elecciones. Junts nos acusa porque es la tónica de los últimos años. Incluso cuando estaban en el Gobierno hacían de oposición. Evidentemente, pueden hacer el que crean más conveniente, criticarnos tanto como quieran, incluso por haber convocado elecciones. Pero su presidente parlamentario, Albert Batet, en el debate sobre los presupuestos, aquella mañana, cuando todavía tenían la oportunidad de hacer una acción responsable y facilitar la tramitación, que habríamos podido continuar negociando, dijo «o presupuestos o elecciones». El presidente Aragonés, a pesar de que es evidente que no lo hace porque le pida Junts, toma una decisión responsable y convoca las elecciones. Y ahora nos critican por haber hecho aquello que ellos mismos pedían. Que se aclaren entre ellos, porque por la tarde salió el secretario general de Junts, Jordi Turull criticando el que calificó de electoralismo. El presidente ha hecho el que toca, que es pensar en el país. Si hubiera pensado en él mismo, habría podido decir ‘quien día pasa, año empuja’. Y vamos trampeando este año y haciendo pequeños parches. Y no lo ha hecho.

¿La propuesta de Junts para los presupuestos con sucesiones era inasumible para Esquerra Republicana?
Era inasumible para el país. Modificar el impuesto de sucesiones, eliminarlo, y hacer también todas las medidas de modificaciones en los impuestos que proponía Junts, quería decir disponer de 1.200 millones de euros menos. Eran un dinero para combatir la sequía, para la educación, la salud… Si nos estábamos pidiendo que hiciéramos unas medidas que recortaban 1.200 millones, qué proponían recortar? No proponían recortar nada. Los números no cuadraban. Y la propuesta de la modificación de sucesiones va rodeada de mucha demagogia, porque más de un 80% de gente de este país no el paga, y los que lo hacen pagan unas cantidades ínfimas. Si tienen que pagar mucho es que vienen de familias muy ricas, y, por lo tanto, ya encontramos justo que haya una parte de esta riqueza sea una contribución para la sociedad.
Esta legislatura empezó con una mayoría independentista del 52%, con un compromiso para culminar la independencia y ha acabado con unos presupuestos bloqueados por el Hard Rock por parte de los comunes. ¿Se ha perdido una oportunidad para el independentismo?
Seguro que se han perdido oportunidades y también se han aprovechado otros. Quizás no compartiendo el Gobierno, quizás no compartiendo algunas votaciones, pero otras sí. En el último debate de política general nos reunimos las fuerces independentistas para reclamar la amnistía y un referéndum, el fin de la represión y el ejercicio del derecho a la autodeterminación. Y ha sido en el marco de esta legislatura, de la presidencia de Pere Aragonès, que hemos conseguido hacer sentar el gobierno del Estado español y poner en marcha una negociación con el Estado, entre el Gobierno de Cataluña y el gobierno del estado, que ha permitido acabar con la represión.
Y lo estamos viendo ahora con las últimas consecuencias, con la tramitación y bien pronto aprobación definitiva de la ley de amnistía, pero que empezó con el reconocimiento del conflicto político entre Cataluña y España. Hasta entonces se decía que era un conflicto entre catalanes. Y hubo la apertura de una vía negociación. Muy criticada entonces por Junts y la CUP, pero pedida por la sociedad cuando íbamos con pancartas todos de «Sit and Talk» en movilizaciones del Tsunami Democrático. Por lo tanto, una vía democrática de resolución al conflicto político a través de la política, que es el que hasta entonces habíamos echado de menos. Aquí empezamos el camino del fin de la represión, primero con los indultos, después con la modificación del Código Penal y ahora la ley de amnistía, que es un nuevo paso que esperamos que tenga efecto cuanto antes mejor para acabar con los exilios y con todas las causas abiertas con miles de personas afectadas. Todo esto ha pasado en este contexto. Y también hemos creado consensos en defensa del catalán, en este Parlamento, ante las injerencias judiciales.
El que nos sabe mal es que esta legislatura que empezó con un acuerdo de investidura entre las tres formaciones independentistas no haya podido acabar del mismo modo. Tenemos que lamentar que en mitad de legislatura Junto decidiera abandonar el Gobierno, con una consulta entre su militancia. Nos sabe mal que la primera vez en muchas décadas con un presidente de Esquerra, Junts rompa este consenso.
Pero hace la sensación que el Proceso ha dejado muchas heridas abiertas en el independentismo.
Seguramente, porque han sido unos años muy intensos, y seguramente también se tienen que superar. Porque con heridas abiertas no podemos avanzar. Si hay, se tienen que superar y trabajar conjuntamente y no nos cansaremos de decirlo, siempre ha sido la voluntad de Esquerra. Nosotros, desde las discrepancias ideológicas que tenemos, cuando hemos tenido que cerrar filas con un presidente de la Generalitat que no era de Esquerra, lo hemos hecho. Por el adelanto nacional del país. Cuando esto ha sido a la inversa, hemos visto un cuestionamiento continuo, una crítica constante, incluso compartiendo el Gobierno. E incluso una carencia de reconocimiento de legitimidad de la presidencia de la Generalitat. Esto no es bueno. No para el presidente, creemos que no es bueno para el país.
¿Están metidos en una lucha por la hegemonía?
No sé si es una lucha por la hegemonía. Nosotros, cuando estamos liderando el país desde el Gobierno, desde la presidencia, desde la vicepresidencia, desde las consellerías, el que priorizamos es ser útiles a la ciudadanía. Si no, pierde todo el sentido el trabajo que basura desde la política. La política solo tiene sentido si es capaz de resolver problemas y no crear de nueces. Y diría que hay formaciones que en el único que se emperran es, allá donde hay conflicto, generar más. Tenemos otra manera de entender la política. Y si llega un momento que se impone el bloqueo, como ha pasado con los presupuestos por la irresponsabilidad de la oposición, hace falta sentido de país y convocar las elecciones, que es el que ha hecho el presidente.

¿Y de que irán estas elecciones?
De elegir entre las opciones que plantean responsabilidad, rigor, sentido de país o bloqueo, conflicto y responsabilidad, que es el que nos hemos encontrado y por el cual se han convocado las elecciones. También irán de continuar haciendo avanzar el país. Esquerra presenta una propuesta de adelanto nacional para continuar con la resolución del conflicto político. Una vez cerrada la fase de la represión con la amnistía, toca abrir la fase del referéndum, del ejercicio del derecho a la autodeterminación. Y esto es el que marcará la agenda política, pero también trabajar por el adelanto social, porque necesitamos trabajar en los dos ámbitos a la vez. No sirve de nada que alguien haga una propuesta muy ambiciosa en el ámbito nacional, pero que después se olvide de la gente y del día a día del país. Ni serviría de nada una propuesta que puede decir solo hablamos del progreso social, pero que se olvida de los adelantos nacionales o de las mayorías de este país que quieren poder ser una república y solo quiere ‘normalizar’ la situación tal como está. La situación se normalizará cuando podamos decidir con libertad y garantizar cuotas más grandes de bienestar y de justicia en nuestro país. Y quien conjuga estos dos grandes pilares es justamente Esquerra Republicana.
Hablaba hace un momento del referéndum pero ¿la financiación singular que ha presentado esta semana el Gobierno será uno de los pilares de la campaña de ERC?
Efectivamente. Es una demanda histórica, forma parte de un consenso a nuestro país. En Esquerra Republicana siempre nos hemos destacado para abanderar los grandes consensos de país para hacerlos realidad. Y disponer de una financiación justa, de recaudar todos los impuestos, es una necesidad y un consenso. Dos de cada tres personas a nuestro país piden tener una financiación justa al estilo vasco o de Navarra. Y esto quiere decir votantes de todos los partidos, no solo independentistas, también de los socialistas, de los comunes, pero también, incluso, de los partidos de derechas y de extrema derecha. Por lo tanto, es un consenso y es un pilar de nuestra acción política.
Es un consenso y fue un acuerdo fruto de la negociación por la investidura de Pedro Sánchez entre Esquerra y el PSOE. Nada de café para todo el mundo, financiación singular para Cataluña, para poner fin a esta situación de injusticia que asfixia las finanzas de la Generalitat. No puede ser que se generen hasta 50.000 millones y que después solo disponemos de 25.000. La otra mitad se va y no vuelve de ninguna forma. Por lo tanto, volamos el 100% de los impuestos para poder garantizar el 100% de educación, de derechos sociales, de salud y unos servicios de primera. Esta ya es una propuesta que es real. Esta semana lo han presentado la consejera de Economía y el mismo presidente de la Generalitat. Ahora que se moje el Estado y aquellos que forman parte del gobierno del Estado.
Pero el gobierno español ya ha dicho que no.
Bien, pues… me atrevería a decir que todas las victorias políticas del país han empezado con un no del gobierno del Estado. Y después las hemos conseguido. No reconocían que había un conflicto político y ahora lo reconocen. Se dijo que todo el mundo cumplirá las penas íntegras de prisión, y ha habido indultos. Se dijo que nunca se eliminará el delito de sedición, y se ha eliminado. Amnistía, ¿cómo lo dijo el señor Illa? Dijo «

Esta semana se ha publicado un CEO y apunta que la mayoría independentista pende de un hilo. ¿Es imprescindible mantenerla?
Siempre volamos el máximo apoyo posible para el independentismo, porque venimos de muchos años incrementando este apoyo, haciendo evidente esta mayoría social, política y electoral que existe. Por lo tanto, el compromiso nuestro es trabajar para maximizar los resultados. No solo de Esquerra Republicana, por supuesto, para ganar estas elecciones, porque estamos convencidos que las podemos ganar, sino también para maximizar los resultados del independentismo en conjunto. Porque no se trata que discutimos entre nosotros por quién es más independentista, o algo similar, sino que se trata de maximizar el apoyo del independentismo como aspiración para hacer posible la mejora de nuestro país, que solo lo conseguiremos con una república catalana. Revalidamos el máximo apoyo posible a partir del 12 de mayo para el independentismo y para aquellas formaciones que el que volamos es llegar a las máximas cuotas de libertad de nuestro país.
¿Este proyecto independentista es compatible con el PSC? Ustedes facilitarían o permitirían que Salvador Illa fuera presidente si ganara las elecciones?
El que está claro es que la República Catalana y el PSC no son muy compatibles, porque siempre se han opuesto y en los últimos años todavía han extremado más su oposición, porque hace una década sentíamos dirigentes del PSC diciendo que tendría que ser posible un referéndum en Cataluña, pero desde entonces solo han batallado porque esto no sea posible. Por lo tanto, es bastante incompatible el proyecto. De hecho, es del todo incompatible el proyecto de Esquerra Republicana con el proyecto del PSC si el que volamos es aspirar a conseguir la República Catalana. El que de alguna manera apelamos al PSC es que asuman la democracia, que no los den miedo las urnas para votar en referéndum. Si ellos creen que tienen un proyecto atractivo para Cataluña, que lo expliquen y que asuman la democracia para decidir de forma colectiva, de forma libre, sin la amenaza policial, sin las injerencias judiciales, a través de un acuerdo político, como hizo Escocia, como hizo el Quebec de poder votar sobre el futuro político del país. Por qué esto hace tanto miedo al PSC? Que asuman la democracia en este sentido y que asuman los consensos de país. Un 70% o 80% de la gente, según las encuestas, está de acuerdo a poder hacer un referéndum acordado.
Si este proyecto de ERC con el PSC es incompatible, los queda entenderse con Junts y la CUP de cara a gobernar. ¿Será así o hay otras alianzas posibles?
El que será es el que la gente votará el 12 de mayo y nosotros trabajaremos para ganar estas elecciones. Y, por lo tanto, ganarlas y ofrecer en el país adelantos nacionales y adelantos sociales. A partir de aquí, con quien esté dispuesto a avanzar nacionalmente y avanzar socialmente, lo discutiremos e intentaremos llegar a acuerdos. Pero estamos convencidos que el mejor proyecto es el de Esquerra Republicana y, por lo tanto, a partir de aquí, como ya hemos hecho siempre, sabremos construir las alianzas, los apoyos, las mayorías, para seguir en esta dirección, en este camino.
¿Y qué efecto tendrá que Puigdemont se presente y pueda optar a la presidencia?
El que volamos es que todo el mundo se pueda presentar libremente siempre que lo desee y que quiera, y por tanto se acabe esta situación de represión y de injusticia que hemos vivido los últimos años en forma de prisiones, en forma de exilios, en forma de inhabilitaciones, en forma de causas abiertas, de juicios todavía pendientes. Por lo tanto, que todo el mundo se pueda presentar si así lo deciden y que la gente también pueda escoger democráticamente y libremente entre todas las opciones. Tampoco es una novedad que el presidente Puigdemont se presente en unas elecciones. A las últimas elecciones en el Parlamento de Cataluña ya encabezó la lista de Junts per Catalunya y hubo los resultados que hubo. Por lo tanto, celebramos que todo el mundo pueda presentarse y que podamos confrontar proyectos, modelos de país, propuestas y a partir de aquí que después también sepamos construir acuerdos y consensos en aquellos temas que son de país.
¿Es un rival difícil?
Todos lo son de rivales difíciles, porque es gente que se presenta con las aspiraciones y gente que se presenta con un proyecto. Por lo tanto, evidentemente todos los rivales son difíciles y complicados. Para nosotros, el rival abatir por parte de todos los otros es el presidente de la Generalitat, que ha demostrado sentido de país, responsabilidad, rigor, determinación y ambición. Y es el presidente actual, quien tuvo la confianza de la ciudadanía y de este Parlamento. Y, por lo tanto, es el rival a abatir. Y si concretamos más, hay dos modelos de país que están en juego, el modelo que presenta el Partido de los Socialistas, con Salvador Illa, a las órdenes de la Moncloa y del desarrollo sin fin de una propuesta económica más del siglo pasado que no de futuro, con más simplón, con más asfalto y con proyectos en este sentido. Y el proyecto que lidera Esquerra Republicana, este proyecto de republicano catalana, pero también de justicia social, de pensar en todo el mundo, en esta Cataluña entera, y por tanto con la idea de ir con el referéndum en una mano y la mejora de la financiación y de los servicios públicos a la otra. Por lo tanto, los modelos que de país están en juego son estos dos.
Puigdemont ha propuesto una lista unitaria al independentismo con el argumento que ERC y Junts en solitario nunca han obtenido suficiente mayoría. ¿Estarían dispuestos?
Si quieren hablar de unidad, la unidad se puede hacer de muchas maneras: aprobando presupuestos para la gente, no abandonando un Gobierno de coalición, o protegiendo la mayoría en el Parlamento en lugar de desgastarla. La unidad estratégica, como hemos dicho siempre, no es uniformidad. Por eso el que esperamos de esta campaña también es que podamos confrontar modelos de país, propuestas concretas. En el objetivo nacional de república catalana ya sabemos que estamos todos de acuerdo.
Si Puigdemont y Junts quedaran por ante Esquerra y las fuerces independentistas sumaran, ¿ustedes estarían dispuestos a investir a Puigdemont como presidente?
Nosotros estamos convencidos que ganaremos estas elecciones y, por lo tanto, también que ganaremos como bastante principal del independentismo. Pero el que está claro es que tendremos que llegar a acuerdos, porque nada indica que habrá ninguna mayoría absoluta si no cambian las cosas de aquí al 12 de mayo. Los acuerdos se tendrán que construir, pero tendrán que implicar avanzar nacionalmente hacia el referéndum y, por lo tanto, la República Catalana y avanzar socialmente hacia una sociedad más justa, que quiere decir más refuerzos de los servicios públicos sin dejar nadie atrás y garantizar la justicia para todo el mundo. Construimos acuerdos como los supimos construir hace tres, cuatro años, como los hemos construido a lo largo de esta legislatura y como los tendremos que continuar haciendo.