«El silencio de Waterloo es clamoroso». Esta es la reflexión compartida de dos dirigentes de Junts respecto a los escándalos que rodean la figura y la gestión de Toni Comín en el Consell de la República y en su labor como eurodiputado y la gestión de sus equipos. Además, en una situación delicada, porque Comín aún no tiene oficialmente el acta de eurodiputado debido a los impedimentos que tanto la Mesa del Europarlamento como la Junta Electoral española le ponen por no cumplir con requisitos administrativos imposibles por su condición de exiliado, como prometer o jurar la Constitución desde el estado español.

En este contexto, la maquinaria interna de Junts, con mucha discreción y para evitar más salidas de tono de Comín, ya prepara su relevo en el Europarlamento. Trabajan sobre varios posibles escenarios. En primer lugar, que el Europarlamento no le otorgue finalmente el acta de diputado. En segundo lugar, una retirada, hecho que por ahora ven difícil por la resistencia que él opone, a pesar de las irregularidades reflejadas por una auditoría, las denuncias públicas e institucionales de sus excolaboradores –de abuso de autoridad y acoso– y la falta de apoyos firmes dentro de la dirección del partido. Y, en tercer lugar, se plantea la posibilidad de que ni los afiliados al Consell de la República, formado por el sector más ferviente del independentismo, le den confianza en las elecciones de la próxima semana. Un resultado que, según las mismas fuentes, «podría acelerar su retirada».

En todo caso, Junts ha querido mantenerse expresamente al margen en todo el asunto Comín. Precisamente, este silencio y la falta de apoyos explícitos de figuras como Carles Puigdemont o el conseller en el exilio Lluís Puig, quien apoya al candidato Jordi Domingo para presidir el Consell y no a Comín, evidencian que el exconseller de Salut solo cuenta con el apoyo de un grupo de incondicionales, que tampoco tienen influencia en la formación. Junts solo ha roto el silencio con un delicado comunicado sobre la presunción de inocencia y las medidas cautelares que se plantea ante la denuncia de acoso de uno de sus asistentes en el Parlamento Europeo. De hecho, el silencio que mantenía Junts incomodaba a cuadros del partido, sobre todo territoriales, que no entendían cómo Waterloo no hacía algo frente a la crisis abierta por la gestión de Comín en el Consell de la República.

Alexi Sarri mira a Toni Comín durant la campanya electoral de les europees/Junts
Alexi Sarri mira a Toni Comín durante la campaña electoral de las europeas/Junts

Los nombres sobre la mesa para sustituir a Comín

Una opción que tampoco descartan en Junts es que Comín obtenga su acta en el Europarlamento –si finalmente le dan el escaño– y deje la militancia de Junts para adscribirse a otro grupo parlamentario. «Ha cambiado de partido tres veces, no le vendría de nuevo», comentan miembros del partido. Sea como sea, internamente ya se piensa qué nombre podría sustituirlo en Bruselas si se da la posibilidad. Técnicamente, le correspondería a la número dos de la candidatura europea, la jurista Neus Torbisco, exmiembro de la dirección de Òmnium y del Consell de la República. Pero el hecho de que esté establecida en Suiza, estado que no pertenece a la Unión Europea, y los proyectos profesionales y académicos en los que está inmersa dificultan su elección.

Por ello, quien tiene muchas probabilidades de relevar a Comín es Aleix Sarri. De hecho, su nombre lleva tiempo sonando. En este sentido, Sarri fue durante muchos años el principal asesor de Ramon Tremosa cuando ocupaba el escaño europeo y fue uno de los cicerones en la atropellada llegada del exilio a Bruselas en noviembre de 2017, después del fiasco de la declaración de independencia del 27 de octubre de 2017. Sarri hizo su aparición en el espacio mediático cuando sustituyó a Carles Puigdemont en el debate de TV3 de las elecciones europeas del 26 de mayo de 2019. Hizo una primera intervención y abandonó el debate para delatar y denunciar la ausencia de los líderes de su formación en las elecciones: Puigdemont y Comín.

Licenciado en biotecnología y con un máster en relaciones internacionales, conoce bien el Parlamento Europeo y, lo que es más importante, forma parte del núcleo de confianza de Puigdemont y tiene experiencia acumulada en la organización interna del partido. De hecho, fue uno de los pilares de la campaña electoral. De ahí que la apuesta del partido sea Sarri.

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