El Congreso de ERC que se celebra este fin de semana en Martorell ya ha concluido una primera parte del trabajo. Este mediodía ha aprobado, con una mayoría casi búlgara, la ponencia política de la formación. Es decir, la «hoja de ruta» política que debe seguir la formación durante el mandato del dúo Oriol Junqueras y Elisenda Alamany. Los números son bastante abrumadores. La ponencia recibió 867 enmiendas, de las cuales solo cinco han llegado al plenario. De hecho, 133 se han aceptado literalmente y 427 han sido transaccionadas. Al final, se ha aprobado con 692 votos, 24 no y 55 en blanco.
En todo este balance, sin embargo, destaca la transacción de la dirección con el colectivo Ágora, que lidera Joan Tardà, que reclamaba «abrir el foco» sobre «qué es ERC». Según Ares Tubau, miembro de la dirección y una de las responsables de la ponencia, ha detallado en una comparecencia este mediodía, después de la votación, que la enmienda de Ágora se debatirá en la ponencia estrategia 2031. Un debate que se celebrará el domingo por la mañana pero que ya ha comenzado a hacerse notar en el primer documento del partido aprobado.

«Diferentes maneras de entender el independentismo»
De todos modos, Tuba ha explicado que en la ponencia política también se ha incorporado el espíritu de la enmienda. «Hemos buscado un equilibrio para intentar que esta doble alma» -aunque se ha mostrado incómoda con este concepto- «si no las diferentes maneras de entender el independentismo pudieran convivir en esta primera parte de nuestra ponencia». «Por lo tanto, la inclusión de la visión independentista y también soberanista con un único objetivo por parte de todos que es la consecución de la República Catalana», ha aclarado. E
n definitiva, la parte de la ponencia donde se recoge esta idea de Ágora expresa que ERC «insta a las fuerzas independentistas y soberanistas de izquierda a fomentar sinergias y alianzas con la finalidad de construir una vía amplia que permita mejorar las condiciones para hacer efectivo el Derecho a Decidir», con una mención especial a la «relación con el socialismo catalán que combine confrontación y colaboración». Todo ello, en un marco que «Esquerra Republicana considera prioritario avanzar hacia una solución del conflicto nacional con el Estado español basada en el principio democrático».
Enmiendas «temáticas»
Las cinco enmiendas que han quedado vivas no tenían absolutamente nada que ver con el debate nacional. Según ha explicado, Francesc Iglesias, miembro de la ponencia redactora, tres versaban sobre el mundo del trabajo, la jornada laboral, y dos sobre la sostenibilidad. Una reclamaba avanzar hacia las 32 horas y otra mantener el objetivo de las 35 horas. Finalmente, se ha llegado a una transacción in voce, que implica reivindicar la jornada de las 35 horas pero transitar hacia las 32.
Las otras enmiendas vivas se referían al decrecimiento. En general, la ponencia defiende el «desarrollo sostenible y el equilibrio entre ecología, actividad económica y energías renovables», en sintonía con lo que proponía una de las enmiendas. La otra abogaba por el decrecimiento con una visión más radical, y ha sido rechazada. Por lo tanto, la ponencia ha quedado tal como ha llegado al plenario de Martorell.

La extrema derecha, el gran debate
En cuanto al gran debate de enmiendas en el podio se han encontrado todas las que hacían referencia a la lucha contra la extrema derecha, «sobre todo la que habla en catalán». En este sentido, Tubau ha advertido que en la negociación se ha impuesto el criterio de que la ponencia sea «legible» porque «no es necesario que en cada párrafo nos estemos reivindicando independentistas, antifascistas, feministas…». «Eso se debe decir, pero no es necesario que lo estemos diciendo cada vez, porque la autoestima ya la tenemos bastante alta para saber qué somos», ha ironizado.
«Tomamos todo el bloque antifascista que proponíamos desde la Nova Esquerra Nacional y llegamos a un acuerdo en el que decíamos que nosotros somos quienes enfrentan a la extrema derecha y esto es claro, que nunca, de ninguna manera, apoyaremos ninguna votación que haga que la extrema derecha pueda tener cuotas de poder donde sea», ha remachado. Una afirmación para neutralizar la posición de NEN de evitar pactos con partidos que hayan pactado con la extrema derecha. «En cuanto a otros partidos, nosotros nos reivindicamos en nosotros mismos y tenemos muy claro lo que hacemos nosotros mismos», ha añadido. «Esquerra Republicana se define por sí misma y no por lo que hacen los demás», ha concluido. .
«En ningún lugar hablamos de pactos, sino que hablamos de no facilitar que la extrema derecha pueda llegar a ningún lugar que le pueda dar ningún tipo ni ningún tipo de poder», ha aclarado. «Por lo tanto, a partir de aquí, no hablamos si pactaremos o no con otros partidos que de manera subsidiaria puedan terminar apoyando a cualquiera otra», ha concluido Tubau.