La firma de la resolución del presidente del Parlamento, Josep Rull, para poner en marcha la cuenta atrás para una repetición electoral y el pleno del Parlamento que se ha celebrado después han evidenciado las grandes diferencias que mantienen los diferentes grupos parlamentarios para desencallar la investidura de un presidente de la Generalitat. El reloj se ha puesto en marcha, y el líder del PSC y ganador de las elecciones, Salvador Illa, y el presidente en el exilio y candidato de Junts, Carles Puigdemont, disponen de un plazo de dos meses para articular una mayoría para ser investidos. El aspirante socialista ha dejado claro ante el pleno que su apuesta es un acuerdo «progresista» con Esquerra Republicana y los Comunes, mientras que el juntaire, por su parte, apuesta para lograr un acuerdo con las fuerzas independentistas de la cámara, Esquerra y la CUP, pero necesita la abstención de los socialistas para ser presidente. Ninguna de estas dos posibilidades, escuchadas las posiciones de los grupos, cuenta a estas alturas con un apoyo tácito. De aquí, al 26 de agosto, los grupos tienen tiempos para lograr un acuerdo y evitar una repetición electoral que se convocaría de forma automática si en estos dos meses no se inviste un presidente. Es decir, o investidura o nuevos comicios el domingo 13 de octubre. Nadie quiere repetir elecciones, dicen, pero todo el mundo prepara el terreno por si esto acaba pasando, y hay acusaciones cruzadas.

Rull ha leído la resolución publicada al Boletín Oficial del Parlamento de Cataluña (BOPC) ante el pleno para constatar que después de la primera ronda de consultas con los grupos parlamentarios le ha estado imposible proponer al pleno un candidato para ser investido presidente de la Generalitat y, además, ha remarcado que la resolución también significa «el inicio del cómputo de dos meses» para desbloquear la investidura, puesto que hay dos aspirantes, pero cabe de ellos se quiere presentar hasta que no tenga los apoyos garantizados. A continuación, ha sido el turno de los grupos parlamentarios, de menor a mayor, que han dispuesto de cinco minutos para posicionarse.

Por un lado, Illa ha constatado que no tiene el apoyo garantizado ni de los republicanos ni tampoco, de momento, de los Comunes. Situación similar a la vivida por Junts, que ha visto cómo Esquerra Republicana y la CUP mantienen una posición muy lejana para un eventual acuerdo, que a estas alturas parece inviable teniendo en cuenta que los socialistas solo contemplan dos vías: o pacto progresista o elecciones.

Los republicanos, que son los veinte diputados que se disputan socialistas y juntaires, han dejado claro que ninguna de las dos formaciones puede dar por sentados sus votos y, además, ha aprovechado el debate para cargar de forma contundente contra Illa y Puigdemont por no querer presentarse a la investidura, como sí que hizo el presidente de la Generalitat en funciones, Pere Aragonès, hace tres años. «No cuenten con nuestros votos para que seamos de izquierdas e independentistas», les ha advertido el presidente del grupo parlamentario republicano, Josep Maria Jové, y ha dicho que la responsabilidad para evitar unas nuevas elecciones recae sobre estas dos formaciones, a las cuales ha acusado de hacer una pinza durante la pasada legislatura para «desgastar» el ejecutivo de Esquerra Republicana. En este sentido, ha remarcado que «la sociovergencia suma sobradamente» y ha instado las dos formaciones a ponerse de acuerdo entre ellos para gobernar porque «comparten modelo socioeconómico».

Pleno del Parlamento de Cataluña. Barcelona 26-06-2024 / Mireia Comas
Illa busca un acuerdo progresista «sólido y ambicioso» / Mireia Comas

Illa solo quiere un acuerdo «sólido» con ERC y Comunes

Salvador Illa, por su parte, ha defendido su posición de no presentarse en el debate porque no cuenta con los apoyos necesarios para ser investido y ha subrayado que no hay ninguna otra opción que no sea un pacto «sólido, ambicioso y hecho desde el convencimiento» con Esquerra Republicana y los Comunes. Aun así, Illa no ha hecho ninguna referencia explícita a las exigencias de referéndum, financiación singular, mejorar el bienestar de los catalanes y la lengua catalana que fijan los republicanos, y se ha limitado a decir que quiere un pacto que «genere prosperidad» al país y arrecie los valores «progresistas» ante la amenaza y auge de la extrema derecha. El único guiño a las exigencias de los republicanos ha sido su compromiso para «fortalecer y desplegar el potencial de la cultura catalana con una singular atención a la lengua».

El candidato socialista, además, ha descartado así la posibilidad de repetir la operación Collboni en el Parlamento de Cataluña, pero no ha sido el único que ha hecho referencia. El PP también le ha cerrado la puerta a facilitar su investidura y lo ha acusado de «engañar los catalanes». Lo ha dejado bien claro el presidente del PPC, Alejandro Fernández, afirmando que sus 15 diputados solo investirán un presidente que «se comprometa a poner fin al Proceso, aquí y a Madrid». Y, a continuación, ha cargado con contundencia contra los socialistas: «¿Para qué sirve votar el PSC? ¿Para qué sirve votar Salvador Illa? Para nada».

Albert Batet al Pleno del Parlamento de Cataluña. barcelona 26-06-2024 / Mireia Comas
Albert Batet al Pleno del Parlamento de Cataluña. Barcelona 26-06-2024 / Mireia Comas

Junts se quita la presión de encima y ve «factible» la aritmética para investir a Puigdemont

Por otro lado, Junts reconoce que el acuerdo para la investidura de Puigdemont no será «sencillo», pero confía que las semanas que tienen hasta el 26 de agosto sirvan para llevar las negociaciones a buen puerto y conseguir que los socialistas se abren a facilitar la investidura del presidente en el exilio. En este sentido, el presidente del grupo parlamentario, Albert Batet, ha recordado durante su intervención a los socialistas que el presidente del gobierno español, Pedro Sánchez, y el alcalde de Barcelona, Jaume Collboni, están gobernando en minoría y sin que ninguno de los dos ganara las elecciones. «¿Deslegitiman los resultados en el estado o en el Ayuntamiento? Y cuando es el PSC todo se vale».

Junts, como ha hecho en otras negociaciones recientes como las de la Mesa del Parlamento o las del acuerdo de Bruselas, ha recomendado discreción para lograr un acuerdo con los «compañeros de trinchera», en referencia a Esquerra y la CUP, a pesar de las «desavenencias», que hoy se han vuelto a hacer evidentes en el pleno hasta el punto que la CUP ha dejado claro que Junts puede contar con su apoyo porque «no nos proponen nada» para romper con el estado español. Y, finalmente, sobre la amenaza de repetición electoral, ha dejado claro que no es una cuestión exclusiva de su partido y que la responsabilidad es «compartida» con el resto de fuerzas parlamentarias. Por todo esto, y como ya pasó con la investidura de Sánchez, cree que «un pacto» para investir Puigdemont es «una realidad más que factible».

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