Junts por Cataluña y Esquerra Republicana han llegado a un acuerdo con el PSOE para votar a favor la socialista Francina Armengol, expresidenta del Gobierno Balear, como nueva presidenta del Congreso y han permitido que fuera escogida en primera vuelta por mayoría absoluta, con los 178 votos de PSOE, Sumar, ERC, Junts, Bildu, PNB y BNG. Aun así, las dos formaciones han circunscrito estos dos de acuerdo paralelos con los socialistas en la constitución de la Mesa de la cámara baja y los han desatado de la investidura. De hecho, las dos formaciones independentistas ya han advertido al PSOE que la negociación para permitir que Pedro Sánchez siga a la Moncloa será dura, con la autodeterminación y la amnistía sobre la mesa.
Tanto los juntaires como los republicanos han querido dejar constancia en sus anuncios que una cosa es la negociación por la Mesa y otra cosa es una eventual investidura del líder del PSOE, que será el segundo asalto de las negociaciones entre independentistas y socialistas. En este sentido, Junts ha dejado claro en el comunicado que el acuerdo «no tiene nada que ver con la negociación sobre la investidura» y Carles Puigdemont ya ha avisado el PSOE que la amnistía y la autodeterminación son claves para la investidura porque las exigencias de la formación son «allá donde eran el día siguiente a las elecciones».
Por su parte, el diputado de ERC Gabriel Rufián ha afirmado en la rueda de prensa para anunciar el pacto logrado con lo PSOE que las tres condiciones negociadas eran «imprescindibles» para votar a favor de la presidencia de Mesa del Congreso propuesta por los socialistas, y ha remarcado que la negociación por la investidura «es otro proceso y otra negociación» que, según ha dicho, prevé que sea “dura”.

Planteamientos diferentes
Los comunicados que han difundido ERC y Juntos para hacer público el acuerdo paralelo con el PSOE constatan que hay similitudes, como el uso del catalán y del resto de lenguas oficiales en el Congreso “con plena normalidad” y la reactivación de la comisión de investigación sobre las cloacas del estado y el caso Pegasus, pero también evidencian que hay diferencias en sus planteamientos. Junts ha querido subrayar más que una cosa es negociar por la Mesa y otra la investidura, por eso ha vinculado los cuatro acuerdos logrados con el PSOE a aspectos que solo tienen que ver con la actividad parlamentaria. De hecho, el acuerdo evita hacer cualquier referencia ni a la autodeterminación ni a la amnistía, de forma que las sitúa como una negociación totalmente aparte: una manera de decir que Mesa e investidura no van juntas.
Esquerra Republicana, por su parte, ha incluido temas más vinculados en la actividad legislativa y que se tendrán que acabar de cerrar en las negociaciones para la investidura de Pedro Sánchez. Este es el caso del tercer punto del pacto logrado por los republicanos: «El Estado se compromete “con el fin de la represión” relacionada con el 1-O contra el independentismo por «las vías legales necesarias». De hecho, Rufián también ha hecho alusión durante su comparecencia y ha dicho que es «la mejor manera de empezar de cero es limpiar el tablero y, sobre todo, para aquellos que el único que han hecho es dejar que la gente vote».

Más diferencias
Otros aspectos que separan los comunicados de las dos formaciones son los acuerdos conseguidos por Junts sobre el catalán a Europa y la investigación del 17-A. Juntos ha arrancado el compromiso para el reconocimiento del catalán como lengua oficial de la Unión Europea, que esta misma mañana ha sido solicitado por el ministro de Asuntos exteriores en funciones, José Manuel Albares. “Es la primera vez que el Reino de España presenta esta solicitud”, destaca la formación de Laura Borràs y Jordi Turull.
También se ha acordado la creación de una comisión de investigación sobre los atentados del 17 de agosto del 2017 en Barcelona y en Cambrils –una demanda que también se ha hecho precisamente hoy en una protesta con motivo del sexto cumpleaños del ataque– para llegar «hasta el final» del caso, porque «hay muchos interrogantes a resolver todavía«. En este sentido, Junts pide dilucidar «la vinculación del CNI con el imam de Ripoll Es-Satty, si los aparatos del Estado tenían información sobre el atentado y aclarar por qué no se pudieron evitar». Además, el acuerdo incluye que «no habrá veto de comparecencias de personas que tengan que ver o puedan aportar información sobre los hechos».
Sea de una forma o de otra, las dos formaciones han desvinculado este acuerdo de un pacto de investidura para permitir que Pedro Sánchez continúe a la Moncloa. Por lo tanto, el PSOE tendrá que seguir negociando con las dos formaciones para conseguir un acuerdo que no será fácil. «El objetivo de Juntos es la independencia de Cataluña y todos los acuerdos subsiguientes sirven para avanzar en esta dirección», advierten ya los juntaires. A pesar de que no haya negociación conjunta, el hecho que sean dos los partidos independentistas con posición de fuerza esta vez hace su mensaje sea que subirán el precio de la investidura.