La violencia y la represión ejercidas durante la Guerra Civil española (1936-1939) y en los años de la posguerra tuvieron una influencia directa en los resultados de las primeras elecciones democráticas del 1977, cuarenta o treinta años después. Es lo que determina un estudio del politólogo y profesor del Ciencias Políticas de la Universitat Pompeu Fabra (UPF) Toni Rodon, quien sostiene que el efecto de la represión viaja a través del tiempo cuando las acciones violentas son perpetradas por actores antagónicos claramente identificables. «Los lugares donde más violencia y represión hubo es donde la izquierda obtuvo mejores resultados en 1977», explica Rodon en declaraciones en El Món.

El votante rebelde

Para llevar a cabo esta investigación, el politólogo se hizo varias preguntas, como por ejemplo si la violencia durante una Guerra Civil y sus consecuencias dejan huella en el comportamiento político a largo plazo o en qué condiciones y en qué dirección la violencia durante un conflicto civil, por parte de un bando concreto, tiene posteriormente un efecto en el sentido del voto y la participación política. En sus conclusiones, publicadas en la revista Conflict Management and Peace Science, determina que “la violencia gira a los votantes contra el bando que la ha cometido, y la violencia más intensa de un bando u otro inclina el comportamiento electoral contra el autor más violento”. Es decir, si la derecha ejerció una feroz violencia en una población determinada, sus ciudadanos votarán a la izquierda como rechazo a la violencia empleada por la derecha.

Por eso, el resultado de la investigación muestra que la represión del franquismo durante y después del conflicto tuvo un efecto en el apoyo a la izquierda el 1977. “A pesar del efecto potencialmente paralizador de la represión, las personas afectadas por hechos represivos reaccionan cuando surge una ventana de oportunidad, como las primeras elecciones democráticas después de cuatro décadas”, afirma Toni Rodon.

La violencia de la izquierda

En cuanto a la violencia de la izquierda, el análisis de Rodon determina que se asocia con menos apoyo a las fuerzas representativas de este bando en las elecciones españolas del 1977. Aun así, esto se compensa por el efecto que la represión de la dictadura ejerció sobre el apoyo a las fuerzas políticas de izquierda.

Cuantitativamente, en los lugares donde la represión franquista (prisión, ejecuciones, etc.) fue un 1% superior, el apoyo de la izquierda a las elecciones del 1977 se incrementó un 0,7%. “Las conclusiones son coherentes con la idea de que la represión de la derecha provocó en los comicios un mayor apoyo a las fuerzas del bando ideológico contrario al régimen autocrático”, afirma Toni Rodon.

Sin afectación en la participación política

Por otro lado, la investigación no encuentra ningún apoyo en la idea de que la violencia o la represión afectaran a la participación política. Para el autor, una explicación plausible de este patrón es que los comicios del 1977 fueron unas elecciones fundacionales, con altos niveles de participación.

Según el autor, analizar unas elecciones fundacionales comporta una clara ventaja: tanto los ciudadanos como los actores políticos generalmente tienen poca información y unas expectativas poco claras sobre el resultado. Es menos probable que los partidos se coordinen en coaliciones preelectorales o que se presenten estratégicamente en determinados distritos. En consecuencia, “en este tipo de elecciones, los electores son más propensos a votar de manera expresiva y a ignorar las consideraciones estratégicas de los partidos”.

«Elecciones fundacionales»

En el caso del estado español, las elecciones legislativas del 1977 “ofrecen un escenario ideal que puede aportar información sobre qué podría pasar en las elecciones fundacionales en otras sociedades que salen de una guerra y que pasan de un conflicto (violento) a un régimen democrático”, asegura el autor.

Toni Rodon utiliza un conjunto de datos (entre las cuales una lista original de víctimas que incluye un censo completo de las acciones represivas de la dictadura) que recogen la intensidad y el tipo de violencia que hubo en Cataluña. El diseño de investigación desglosa una gran cantidad de acciones represivas perpetradas por la izquierda (violencia ‘roja‘) y la dictadura franquista (repressió ‘azul’), como por ejemplo la violencia en el ámbito religioso, el número de ejecuciones, las sanciones a los profesores o la proximidad a las fosas comunes, que utiliza como indicadores.

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