La presidenta del Parlamento, Anna Erra, ha pedido un esfuerzo a todos los grupos parlamentarios a negociar, defendiendo que «cuanto más amplia sea la mayoría parlamentaria, mejor será para el país». Así lo ha asegurado Erra después de que la consejera de Economía y Hacienda, Natàlia Mas, le haya librado el proyecto de presupuestos en el Parlamento. Con estas declaraciones, Erra ha puesto cierta presión tanto a Juntos como ERC para volver a sentar a la mesa y negociar los nuevos presupuestos.
En una breve declaración desde el despacho de audiencias de la cámara, Erra ha defendido que la de presupuestos «es una de las leyes más importantes que se tramita» el Parlamento, puesto que «es el instrumento para garantizar la prestación de servicios públicos». En cuanto a la viabilidad de las cuentas, la presidenta del Parlamento ha comentado que «dependerá de la capacidad de negociación y diálogo, que es la esencia del parlamentarismo».
Por su parte, Mas ha hecho una «apelación a aprovechar la ventana de oportunidad» que supone el último año de suspensión de las reglas fiscales y el crecimiento económico que tiene Cataluña para aprobar unas cuentas expansivas. En esta línea, la consejera de Economía y Hacienda ha «esperado» que «en un par de semanas puedan disponer de un apoyo amplio», en el debate a la totalidad, y la expansión de recursos pueda destinarse a la ciudadanía.

Una vez admitida a trámite por la Mesa del Parlamento, los consejeros y consejeras comparecerán en comisión para explicar las partidas de cada departamento. La primera a hacerlo será la vicepresidenta y consejera de la Presidencia, Laura Vilagrà, este jueves por la mañana. Una vez celebradas todas las comparecencias, tendrá lugar el debate a la totalidad, previsto para el 12 y 13 de marzo.
ERC y el PSC ignoran a los comunes
Estas declaraciones se han producido después de que el Gobierno haya aprobado el proyecto de presupuestos en una reunión extraordinaria del Consejo Ejecutivo, después de que este martes se anunciara que se habían pactado las cuentas con el PSC. Un movimiento que supone ignorar el desafío de los comunes, que se oponen a apoyar a las cuentas si Aragonés no se compromete a descartar el plan director urbanístico (PDU) del Hard Rock. De hecho, el plan de los republicanos y los socialistas es que los comunes, más bien que tarde, acaben den luz verde a los presupuestos “más expansivos y sociales de la historia”.