La extrema derecha de Santiago Abascal ha abierto las puertas este domingo para pactar con el candidato de los populares, Alberto Nuñez Feijóo, a cambio de nada. Desde Vox ofrecen sus 33 diputados al líder del PP sin la condición de entrar a formar parte del gobierno español. El objetivo de esta oferta es evitar que Pedro Sánchez revalide el despacho de la Moncloa con el apoyo «de los enemigos de España»: «No seremos un obstáculo para evitar un gobierno de destrucción nacional», ha subrayado este domingo Vox en un comunicado, en el cual ha garantizado que sus 33 diputados en el Congreso apoyarían «una mayoría constitucional». «El futuro de España no puede estar en manos de sus enemigos y apoyaremos a la alternativa que lo evite», añaden.
Esta oferta llega a raíz de la preocupación que Pedro Sánchez acabe siendo investido con los votos de Junts, o como se refieren los ultras, «el apoyo del prófugo Puigdemont, Bildu, PNV y ERC». Una realidad, pero, que en estos momentos también queda bastante alejada de la realidad, puesto que el presidente al exilio ha marcado una fuerte línea de negociación con Sánchez y ha garantizado que no los temblará el pulso en no investirlo si no cumplen las condiciones que los ponen: amnistía y autodeterminación. Ahora bien, todo y la distanciación entre los socialistas y los juntaires, a Abascal le preocupa una posible colaboración.

Para la formación ultra, un gobierno con estos apoyos «constituiría una grave amenaza a la orden constitucional y a la convivencia», puesto que consideran que existiría «la posibilidad que Sánchez incluso concediera un referéndum de autodeterminación». Por ellos esto supondría «un golpe de estado promovido por el mismo gobierno que probablemente comportaría una ruptura de la convivencia y la paz social».
Dejar de ser una excusa
Ante la situación que algunas formaciones próximas a los populares habían rechazado apoyarle a Feijóo por su proximidad con Vox, la extrema derecha asegura que dejando de poner la condición de entrar al gobierno español ya no serían «la excusa de nadie ni el impedimento para evitar un gobierno de quienes pretenden destruir los cimientos de la Constitución». Todo y este comunicado, ante un supuesto pacto, la extrema derecha podría acabar entrando dentro del gobierno.