Las bases de Junts y ERC en Sant Cugat del Vallès han avalado el acuerdo trabajado por los dos partidos para gobernar juntos en la ciudad. El entendimiento, que se ha ratificado este lunes por la noche, permite que los republicanos se incorporen al gobierno de Junts, liderado por Josep Maria Vallès. El pacto entre los dos partidos independentistas permitirá tener un gobierno estable durante todo el mandato, puesto que Juntos (9) y ERC (4) suman los 13 regidores que marcan el umbral de la mayoría absoluta.
Con este acuerdo, ERC y Junts dejan atrás cuatro años de mala relación después de que en 2019 los republicanos pactaran con el PSC y la CUP para desbancar a los de Jordi Turull de la alcaldía. Los detalles del pacto, que supone un paso más en el deshielo entre las dos formaciones en el ámbito nacional, se harán públicos este martes en un acto conjunto. ERC abre una nueva etapa de la mano de Bernat Picornell, que asume el liderazgo de los republicanos después de los males resultados de la exalcaldesa Mireia Ingla, que renunció a su acta después de perder dos regidores en el 28-M, un resultado que hacía imposible repetir el tripartito.

El 28-M sacude el Ayuntamiento de Sant Cugat
Las elecciones municipales han provocado un gran terremoto en Sant Cugat. Después de cuatro años en la oposición, Junts consiguió mantener los nueve regidores del pasado mandato, mientras que ERC, el PSC y la CUP sufrieron el desgaste de la acción de gobierno. Los republicanos perdieron dos regidores, los socialistas uno y la CUP otro. Los cuatro escaños del tripartito, junto con el tres de Cs –que desaparece del consistorio–, se los han repartido el PP (3), Vox (2) y los comunes (2). Esto hace que el pleno tenga más partido que nunca, con hasta siete formaciones representadas.
Además de la renuncia de Mireia Ingla, los malos resultados de las municipales también han provocado un relevo en el PSC. El cabeza de lista de los socialistas, Pere Soler, también decidió dar un paso al lado a pesar de considerar que su etapa en el consistorio de Sant Cugat ha acabado “antes de lo que hubiera querido”. Soler explicó que el cambio de estrategia del PSC para intentar volver al gobierno de la ciudad era incompatible con su presencia en el grupo municipal.