Jéssica Albiach (València, 1979) fue ratificada este lunes por la ejecutiva de Cataluña en comú como cabeza de lista de los comunes a las elecciones en el Parlamento del 12 de mayo, doce días después de su ‘no’ a los presupuestos. Esta será la segunda vez que la dirigente lidere la lista de los comunes con el objetivo de participar después en una alianza con «contenidos progresistas», pero advierte el PSC y Esquerra que, como ya hicieron con las cuentas, no les darán un cheque en blanco: «Si las izquierdas son incapaces de hacer políticas diferentes de las que hace la derecha, ¿para qué queremos que la gente nos vote?», se pregunta. Así mismo, en esta entrevista con El Món, se muestra muy crítica con el gobierno de Pere Aragonès y manifiesta que, analizando la situación con perspectiva, a medida que han ido pasando los días tiene claro que Esquerra quiso hacer descarrilar los presupuestos porque quería elecciones desde hace tiempo. «Ha acabado la legislatura subsumido en la agenda del PSC», concluye.
¿Su ‘no’ en los presupuestos es una de las cosas que ha provocado el adelanto electoral?
Analizando con perspectiva el que ha ido pasando los últimos días y las últimas semanas, empiezo a pensar que Aragonès quería elecciones desde hace tiempos. Durante la negociación de presupuestos estuvo 21 días sin hablar conmigo, sin llamarme, y solo me llamó el día antes de la votación. Además, llevar unos presupuestos a votación sin tener todos los apoyos necesarios trabajados; en enero su partido ya lo proclama candidato, cuando supuestamente falta más de un año para las elecciones; un mes y medio antes de la votación de los presupuestos, vemos que se pone Sergi Sabrià, que es su jefe de campaña, jefe de campaña de Esquerra, dentro del Gobierno; y, además, es un Gobierno que tiene dificultedes con la sequía, con educación, con prisiones. Cada vez tengo más sospechas que en realidad Aragonès quería elecciones.
Pero, en cambio, Aragonès les culpa a ustedes…
Bien, esta ha sido la tónica general de este Gobierno. Es un gobierno que no se sale y la responsabilidad nunca es suya, sino que es de los otros. El máximo responsable que no tengamos presupuestos es el presidente. Ni es Junts, ni somos los comunes. Él tiene que asumir su responsabilidad como presidente, que seria ser capaz de articular estas mayorías. Y no solo centrifuga responsabilidades, sino que para mí lo más decepcionante ha sido que Aragonèés se piense que a mí me puede trucar alguien de Madrid para decirme el que tengo que votar en el Parlamento de Cataluña. A los comunes no nos manda Madrid, pero es que tampoco nos manda el Partido Socialista. Solo faltaría. Y Aragonès ha sido capaz, no solo de habla con Yolanda Díaz, sino de decir que Pedro Sánchez tendría que estar muy incordiado con Yolanda. ¿Qué está diciendo? ¿Que a nosotros nos manda Madrid y nos manda el PSOE? Pues ni nos manda Madrid ni nos manda el PSOE.
De hecho, el presidente también señaló a Ada Colau como responsable de este ‘no’ a los presupuestos.
Sí, claro. Si él para señalar es capaz de señalar a todo el mundo, menos a su persona y a su gobierno. Es una persona que centrifuga responsabilidades. Es esta historia de responsabilizar a Ada Colau de todos los males del mundo, incluso de… no lo sé, yo creo que ya también es la responsable de la guerra de Ucrania. Es una auténtica locura. Yo creo que ya se ha convertido casi en un meme. Yo el que le pediría a Esquerra Republicana es que asuma los hechos. Y es que este gobierno solo será recordado por su estropicio con Junts. Empezó con la mayoría del 52% y ha acabado la legislatura como subalterno de la agenda del PSC.

Esta negociación, con Ada Colau como alcaldesa, ¿habría sido diferente?
Bien es verdad que no lo sabemos. Es decir, no me puedo poner en una hipótesis. Lo que sí que puedo decir es que nosotros desde hacía muchos meses le dijimos al presidente que siempre nos ponemos para tener presupuestos. De hecho, querría recordar que en 2020 Cataluña tuvo presupuestos en medio de la Covid, y el PSC, que ahora se pone tantos galones, cuando Salvador Illa era ministro de Sanidad, votó en contra. Pero es que el 2022, con los primeros presupuestos post-Covid, Cataluña tuvo presupuestos con los votos de los comunes, y el PSC votó en contra. Y el 2023 nosotros volvimos a hacer un ejercicio de responsabilidad e hicimos posible que Cataluña tuviera presupuestos. Pero una cosa es buena voluntad y la otra cosa es que te pidan un cheque en blanco. Nosotros somos la izquierda que sabe pactar. Siempre hemos demostrado que entendemos la política desde el diálogo, desde la negociación, desde los acuerdos, pero no olvidamos nunca de que tenemos principios y que representamos a los intereses de la gente común y de la gente trabajadora. Creo que aprobar el PDU, querer hacer de Cataluña el casino de Europa, era una auténtica aberración que nosotros no podíamos tolerar.
¿Solo el Hard Rock?
Y no solo esto, sino que además eran unos presupuestos que no eran bastante ambiciosos ni en materia de vivienda, ni en materia educativa, ni en materia de sanidad. Y, de hecho, si miramos ahora las últimas noticias que acaban de salir de vivienda, no solo es que el Gobierno de la Generalitat no ha liderado la construcción de un parque público de vivienda, sino que ha estado liderando los desahucios, que han aumentado un 28% en viviendas públicas. Es que justamente ha ido en la línea contraria y es esta actitud errática de Esquerra Republicana el que el puerta a cierta desorientación de empezar la legislatura con un 52% independentista y acabarla subsumido a la agenda del PSC.
¿Colau no ha tenido ningún tipo de incidencia en esta decisión?
Nuestra posición en la hora de negociar los presupuestos se habló con una ejecutiva que tiene 45 personas. Este posicionamiento nuestro parte de ver los incumplimientos de los acuerdos del 2023, de situar el Hard Rock en el centro para rechazar este macrocasino y de nuestras prioridades para los presupuestos del 2024, que son educación, sanidad, vivienda y transición justa. Se aprobó por unanimidad de 45 personas que forman parte de una ejecutiva.
¿Se les subestimó pensando que a última hora se sumarían al acuerdo?
No sé si alguien nos subestimó, pero nosotros siempre actuamos igual. Nosotros tenemos palabra, cuando gusta lo que decimos y cuando no gusta lo que decimos. Nosotros siempre respondemos y yo creo que, en este sentido, somos de las fuerzas más coherentes que hay en el Parlamento. Quiero recordar que yo aprobé unos presupuestos con el presidente Torra con quien ideológicamente estamos muy lejos, pero pensé que eran unos buenos presupuestos para Cataluña. Impulsamos una reforma fiscal, nosotros pusimos la línea de la reforma fiscal por el impuesto de sucesiones. Es decir, porque aquellos que más recursos tienen hicieran un esfuerzo más grande, lo conseguimos y aprobamos presupuestos. Por lo tanto, ¿nosotros negociamos a cambio de nada? No. ¿Damos cheques en blanco? Tampoco. ¿Son cosas positivas para la ciudadanía y vemos que avanzamos en nuestros objetivos? Aquí tendrán nuestro apoyo.
La llamada de Pere Aragonès a Yolanda Díaz, que antes ha mencionado, ¿fue una llamada a la desesperada?
Esto se lo tendrá que preguntar al presidente. Creo que es fruto de la desorientación del presidente, que se piensa que a nosotros nos puede mandar Madrid y, por otro lado, formaba parte de esta agenda de previsión de reparto de culpas en el supuesto de que los presupuestos no se aprobaran. Creo que Esquerra, los últimos días, viendo que quería elecciones, ya estaba pensando más no en como aprobar los presupuestos, sino en cómo repartía las culpas del hecho que hubiera un adelanto electoral.
¿Yolanda Díaz le comunicó la llamada del presidente de la Generalitat?
Claro. Nosotros formamos parte de un espacio político que es amplio. Los referentes de Sumar en Cataluña somos los comunes y también participamos con una fuerza hermana a escala estatal. Estamos coordinadas, estamos enteradas, compartimos el que pasará en los diferentes escenarios, en los próximos días, en las próximas semanas y, evidentemente, que nos enteramos por la misma Yolanda.

¿Y tuvo libertad de decisión?
A mí Yolanda Díaz no me tiene que dar libertad de decisión. Yolanda entiende perfectamente, y creo que esto es imprescindible, esta defensa y creencia que nosotros tenemos que el estado español es plurinacional. Y, por lo tanto, lo que pasa en Cataluña, lo que se vota en Cataluña y que está en nuestra mano, lo decidimos los comunes.
¿Le ha decepcionado Pere Aragonès?
Pere Aragonès y su gobierno han decepcionado mucha gente. No solo ha sido decepcionante porque ha pensado que a nosotros Madrid nos podía mandar, e incluso el Partido Socialista, sino que ha sido decepcionante para todas aquellas progresistas que a pesar de no haberlo investido sí que pensábamos que podría ser un gobierno que saliera adelante políticas diferentes. Al principio, no era lo mismo un presidente de Esquerra que un presidente de Junts, y cuando ya se queda Esquerra Republicana sola al Gobierno esperábamos ver por algún lado estas transformaciones de las cuales tanta bandera hizo en su debate de investidura. Y lo que vemos es que no ha habido transformaciones. Yo no he visto ni la transformación verde, ni la transformación feminista, ni la transformación democrática. Yo no he visto ninguna transformación por parte de este Gobierno. Lo que he visto ha sido continuismo. Por lo tanto, sí, creo que ha sido decepcionante.
¿En qué sentido?
Su posicionamiento en sanidad. Nosotros, por ejemplo, en el acuerdo de presupuestos teníamos varias propuestas firmadas que no se han cumplido, como el 25% del presupuesto a la atención primaria, más recursos para cuidar la salud mental, los 40 millones de salud bucodental y poder ver tu médico de cabecera en un plazo máximo de 5 días. Todo esto no aparece. Y, además, estamos con la peor crisis educativa que hemos tenido nunca y Esquerra hace casi 6 años que está al frente del Departamento de Educación. Por lo tanto, ya no vale decir que esto fue culpa de Irene Rigau. Bien, seguro que hubo una parte, pero es que tú ya hace 6 años que están al frente de Educación. Y con la sequía se están pidiendo esfuerzos muy fuertes a los campesinos, esfuerzos a la industria y, en cambio, son incapaces de poner restricciones al turismo. Está claro que tiene que haber esfuerzos por parte de todo el mundo, porque ha llegado tarde esta gestión, y ha llegado tarde también Esquerra Republicana, pero ahora necesitamos esfuerzos compartidos y que se acaben los privilegios que tienen unos pocos. No me imagino un escenario este verano en el cual no salga agua cuando abrimos el grifo y, en cambio, haya turistas bañándose en piscinas de hoteles de lujo. Me parece una auténtica barbaridad.
¿Las relaciones con Esquerra y con el PSC han quedado tocadas?
No. No me lo tomo como una cosa personal. Nosotros no cambiaremos de alianzas por eso. Las nosotros alianzas siempre son con fuerzas progresistas y el que ellos tienen que entender es que tiene que ser de acuerdo con contenidos progresistas. Esto no va del hecho que tú tengas una marca concreta. Esto va de las políticas concretas que tú haces. Y si las izquierdas son incapaces de hacer políticas diferentes de las que hace la derecha, ¿para qué queremos que la gente nos vote? ¿Para qué queremos estar en el Gobierno? ¿Los comunes queremos estar en el Gobierno? Sí. ¿Para hacer qué? Pues para garantizar el derecho a la vivienda, para redistribuir los esfuerzos con la sequía y para hacer frente a esta emergencia climática con planificación ecológica. También para poner recursos y blindar la educación y la sanidad pública. Estas elecciones van de dos modelos. Es decir, un modelo que representa Junts, que Esquerra y el PSC cada vez lo asumen más, unos por complicidad y los otros por carencia de liderazgo, por inercia y por arrastre. Y después hay otro modelo, que es el que nosotros planteamos, que rechaza proyectos especulativos que trinchan el territorio, sobreexplotan los recursos y lo apuestan todo, por ejemplo, al sector servicios.
Usted acaba de decir que, si son decisivos, apostarán por un gobierno progresista. ¿En esta negociación Barcelona estará sobre la mesa?
Dejad a Barcelona tranquila. Creo que lo que ha hecho el señor Collboni es absolutamente inédito. Quiero recordar que el señor Collboni es alcalde con los votos de Barcelona en común y después ha decidido que… Fíjate, Trias decía durante la campaña electoral que desharía el legado de Barcelona en común y al menos Trias iba de cara. Pero estamos viendo que Collboni es lo que quiere hacer. No quiere que se conecte el tranvía por la Diagonal esta legislatura, no quiere el 30% de vivienda de protección oficial, no quiere hacer más superilles… por lo tanto, está en la línea contraria del que se había avanzado la anterior legislatura.
¿Cómo interpreta el veto que hay en el Ayuntamiento de Barcelona por parte de Collboni a Colau?
No sé si el veto es de Collboni o es de los lobbies de la ciudad y Collboni lo acepta.

¿El ‘no’ al Hard Rock será uno de los ejes de la campaña de los comunes?
Bien, es que no es lo no al Hard Rock, yo creo que es importante entender todo el que representa el Hard Rock. Por eso digo que estas elecciones van de dos modelos. ¿Qué es lo que representa el Hard Rock? El Hard Rock representa un modelo productivo basado en la sobreexplotación de recursos y del territorio y con un modelo de precariedad laboral. Representa un consumo abusivo de agua como una ciudad de 30.000 habitantes en medio de nuestra peor sequía. Representa que no hemos aprendido nada de los problemas de salud mental cuando realmente las adicciones son el problema más grande de salud pública que tenemos ahora mismo a nuestro país. Y representa, evidentemente, mafias, corrupción y delincuencia. Por lo tanto, es que va en la línea contraria de todo el que nosotros pensamos que Cataluña merece. El Hard Rock no solo es un macroproyecto absolutamente de otra época, viejo, caducado y que no tiene espacio en Cataluña, también es un símbolo de un viejo modelo que nosotros queremos desterrar.
El día del anuncio de elecciones pidió que no se avanzara en la aprobación del plan director urbanístico (PDU) del Hard Rock. ¿Alguna novedad?
No. Ni hacia un lado ni hacia el otro. Por lo tanto, entiendo que esto está parado.
¿Esto se puede parar?
Claro. Lo que nosotros pedíamos es que no se apruebe el plan director urbanístico porque, una vez se apruebe, aquí ya empiezan unos derechos adquiridos y, por lo tanto, pararlo costaría una indemnización de una barbaridad de millones. En cambio, ahora, el Gobierno, y por eso siempre hemos dicho es una decisión política, puede decidir no aprobar este plan director urbanístico que haría posible este macroproyecto. Esto, que es una decisión política, lo hemos dicho nosotros, pero lo reconoció el mismo presidente Aragonès en una sesión de control a una pregunta que yo le hice, y lo que nos vino a decir es que, si él paraba el Hard Rock, el PSC se apartaba de los presupuestos.
También es verdad que ustedes aprobaron unos presupuestos anteriores con una partida de 120 millones destinados a este proyecto. ¿Cree que esto puede costar a la militancia de entender o los puede pasar factura?
Estos 120 millones sin el plan director urbanístico aprobado eran papel mojado. Por lo tanto, creo que sí que tenemos que hacer como mucha pedagogía que el momento de parar el Hard Rock era ahora, porque mientras no tuviéramos plan director urbanístico no pasaba nada. El problema es que una vez se apruebe el plan director urbanístico parar esto es un infierno.
Si el PSC y Esquerra son sus socios prioritarios para una eventual negociación postelectoral, ¿qué papel jugará el Hard Rock en futuros pactos?
No, nosotros lo que decimos es fuerzas progresistas, y esto implica el PSC, Esquerra y la CUP, también. ¿Y aquí qué papel juega el Hard Rock? Yo no puedo ser más clara. Yo creo que todo el mundo sabe lo que opinamos y, te diría más, no solo los comunes. La semana pasada salió una encuesta que decía que solo el 16% de los catalanes y las catalanas ve el proyecto con buenos ojos. Es decir, más de la mitad de los catalanes no lo quieren, y también hay un tercio que no sabe el que es. Por lo tanto, el que tenemos que hacer es continuar explicándolo para que la gente sepa de que estamos hablando de un proyecto de 1.300 máquinas de tragaperras y 300 suelas de juego. Además, últimamente hemos escuchado a Esquerra decir que tampoco es su modelo. Lo podrían haber dicho antes y presionar al PSC, en lugar de presionarnos a nosotros y ya está. Nosotros queremos llegar a acuerdos con fuerzas progresistas basándonos en contenidos progresistas, en la negociación para formar gobierno.
Si está en sus manos, ¿Salvador Illa será presidente?
Para nosotros es un tema de contenidos, cuando se trata de un acuerdo para formar gobierno. Hay varias fuerzas con las cuales soy capaz de entenderme y creo que lo he demostrado en numerosas ocasiones. Nosotros no firmaremos un cheque en blanco, nosotros no estaremos para ser. Si estamos será para transformar y todo dependerá de cuál es el acuerdo de gobierno.

Y a Puigdemont, ¿lo harían presidente?
Yo creo que ahora mismo nosotros somos la única fuerza de izquierdas catalanista en el Parlamento de Cataluña que dice que con Junts no. Y, evidentemente, no es una cosa de Puigdemont, es una cosa del modelo que representa Junts. Junts, por ejemplo, quiere acabar con el impuesto de sucesiones. Un impuesto de sucesiones que nosotros el 2020 hicimos posible recuperar en Cataluña. Pero no solo esto. Sabemos que Junts está a gusto con la escuela concertada, o con el hecho que ciertas partes de servicios esenciales, como por ejemplo las residencias, estén externalizadas o también estén concertadas y yo creo que los servicios públicos, los servicios básicos, tienen que ser públicos. Creo que quién más recursos tiene, tiene que pagar más. Creo que Junts, a mí me lo ha parecido, ha defendido más el Hard Rock que Esquerra Republicana. Y, por lo tanto, ciertos megaproyectos de este estilo no son mi línea.
¿Son partidarios de la financiación singular que presentó el otro día el Gobierno? ¿Estarían dispuestos a hacer un frente común en Cataluña para pedirlo?
Tengo la sensación que últimamente Esquerra Republicana está haciendo más política a Madrid que en Cataluña. Habría sido bien que Aragonès hubiera convocado la tabla de partidos y nos hubiera explicado esta propuesta. Cataluña no necesita una reforma del sistema de financiación de partido, necesita una reforma de país, donde puedan participar todas las fuerzas catalanistas. Y, en este sentido, me ha parecido que ha llegado tarde porque nosotros el reclamamos desde el 2022, cuando hicimos nuestra propuesta. Me parece que no solo va tarde, sino que además es electoralista me parece que lo tendríamos que haber trabajado aquí, en Cataluña. Y me parece que hay varias incógnitas que están para resolver. Está muy bien recaudar todos los impuestos, está muy bien que pagamos una cuota de solidaridad y otra por el mantenimiento de los servicios que nos presta el Estado, pero todavía no nos han dicho cómo se calcula.
De hecho, de momento no se calcula ningún porcentaje.
Exacto. Y, por lo tanto, me hace la sensación que es más un anuncio electoral que una verdadera propuesta que, insisto, tendríamos que trabajar aquí todas juntas.
Y la otra cuestión que ERC dice que está sobre la tabla de negociación es un referéndum acordado, con reconocimiento nacional.
Esquerra Republicana dice que lo está hablando con el PSOE y el PSOE dice que no. No puedo hablar por Esquerra ni por el PSOE. Lo que sí que le puedo decir es que al mismo tiempo que están hablando diciendo que están hablando de un referéndum están suspendiendo la tabla del diálogo hasta después de las elecciones. Por lo tanto, todo suena bastante electoralista.
En cualquier caso, ¿serían partidarios que se pudiera decidir el futuro de Cataluña en referéndum?
Y tanto. Quiero decir, nosotros tenemos un programa electoral, que es el mismo que hemos tenido siempre, y el que decimos es que los catalanes y las catalanas tienen que poder decidir y votar su futuro. Hasta que esto llegue, creo que no nos podemos quedar con los brazos cruzados y, por eso, creo que es tan importando que se pueda aplicar ya de una vez por todas la ley de amnistía y culminar esta desjudicialización que empezó con los indultos y la eliminación del delito de sedición. Creo que tenemos que salir adelante ya de una vez por todas un acuerdo singular de financiación para Cataluña, creo que necesitamos continuar avanzando en autogobierno y culminar el traspaso de Cercanías, y también tenemos que ver el tema del catalán a Europa. Y después, evidentemente que se tiene que poder votar. El que digo es que hasta que votamos no nos podemos quedar sin hacer nada.