En casa. En Pineda de Mar. Este sábado el candidato de ERC y presidente de la Generalitat, Pere Aragonès, juega en campo propio en la plaza de Espanya. Y con el graderío lleno con unas 500 personas. «Pineda es mi gente, un pueblo diverso, de gente que sabe qué es levantar cada día la persiana, un pueblo de gente que puede tener su origen aquí, pero también gente venida de todo el mundo, desde Argentina hasta el Sáhara Occidental, un reflejo del país que late por la libertad», ha dicho el presidente. De hecho, Pineda fue en las elecciones del 2021 una suerte de derbi entre el PSC y ERC, Salvador Illa y Pere Aragonès. Los socialistas ganaron con un 26,6% de los votos, pero casi en tiempo de descuento, porque los republicanos consiguieron un 25,3%. Una segunda posición que, no obstante, era una gran victoria de los republicanos en casa del presidente, porque en las elecciones municipales el PSC literalmente arrasa, con más del 50% de los votos. Sea como fuere, esta ciudad del Maresme es una plaza fuerte para ERC. Superado el ecuador de campaña, y todavía con el efecto Pedro Sánchez coleando, los republicanos salen a la caza del voto de la Vía Amplia, votantes que se encuentran en la frontera de los Comuns y del PSC -algunos también de Junts, pero mucho menos-, y sobre todo, de los 700.000 abstencionistas independentistas que en 2021 se quedaron en casa.
Aragonés también ha hecho bandera del fin de los recortes de su Gobierno «después de diez años de recortes en este país», y ha hecho referencia a la retirada de los «peajes del Maresme», «un nuevo CAP en Pineda» o la voluntad de resolver el drama de Renfe en el Maresme. El candidato también se ha referido a uno de los grandes ítems de campaña de ERC, la lengua catalana: «La generación que crecimos con programación infantil en TV3, no podía ser que nuestros hijos no pudieran hacerlo, hemos recuperado el canal y ahora somos líderes de audiencia».
Sobre el 12-M, Aragonès ha pedido un voto «claro y firme». «Las alternativas son claras. Un proyecto de Salvador Illa, España y la Moncloa, el proyecto de Carles Puigdemont, que es Carles Puigdemont, y el proyecto de ERC, que es Cataluña», ha sentenciado. «Corremos el riesgo de que si ERC no continúa presidiendo el Gobierno, vuelvan los recortes. Si votáis a los de los recortes -Junts- volverán los recortes, y si votáis a los de Moncloa, mandará la Moncloa», ha alertado el candidato republicano, avisando de que si el 12-M no gana ERC, «volverá la decadencia».
«Ningún voto catalanista y de izquierdas al PSC»
La vicepresidenta de la Generalitat y número dos por Barcelona, Laura Vilagrà, ha querido romper la polarización que intentan Illa y Puigdemont, asegurando que «Pere Aragonès no se debe a nadie, solo piensa en los catalanes y catalanas, pero Illa, siempre mira a Madrid y para no molestar a Madrid. El presidente lleva el país a sus espaldas, mientras otros -Junts- abandonaban al Gobierno y al país».

Y Vilagrà ha hurgado en la gran bolsa de abstencionistas de 2021 y también en los votantes del PSC que puedan estar indecisos: «¿Qué votos busca el señor Illa? Los huérfanos de Cs, por eso cada tres palabras dice España», ha dicho Vilagrà, haciendo un llamamiento a los votantes que puedan quedar en el PSC -los que se sentirían cómodas con el Maragallismo de hace dos décadas, y que ERC sumó, con Quim Nadal, Ernest Maragall o Marina Geli- para que vengan a ERC: «Ningún voto catalanista al PSC, ningún voto de izquierdas al PSC, que defiende infraestructuras faraónicas que harían cicatrices graves en Cataluña». Y para Junts, «que vende humo», les ha pedido que abandonen la promiscuidad política: «A Junts le diría que deje de hacer la mariposa, dejad de ir de flor en flor y de decir una cosa y hacer otra, como decir que no investirían a Pedro Sánchez y acabar haciéndolo con entusiasmo juvenil, o diciendo que defienden el catalán y el país para abandonar las instituciones», ha remachado Vilagrà.
Por su parte, el presidente del partido, Oriol Junqueras, ha insistido que el proyecto de Junts es «personalista», pero ha centrado su intervención en los «récords históricos» que ha acumulado este Gobierno. «Sorprendentemente, no lo sentimos repetir tanto como querríamos, y el país necesita sentirse orgulloso de aquello que basura bien». Ahora bien, Junqueras ha reconocido que hay datos que «nos preocupan y nos ocupan, como tener 440.000 niños en riesgo de exclusión social o familias que no llegan a final de mes». Por esta razón, Junqueras ha reclamado disponer de todos los recursos y competencias para dar servicio en «una Cataluña de 8 millones», consciente que «otras formaciones políticas añoran la Cataluña de 6 millones donde tenían privilegios», ha dicho con relación al PSC y a Junts, a quienes ha tildado «de élites políticas».
