Carlos Prieto, el delegado del gobierno español en Cataluña, no se ha estado de describir el actual ambiente político en el Estado como prueba que, casi un siglo después, el conflicto de fondo de la Guerra Civil Española todavía pervive. Así lo ha afirmado en un acto en el Colegio de la Abogacía de Barcelona, en el marco de una jornada conmemorativa del 75 aniversario de la Carta de Naciones Unidas por los Derechos Humanos que se ha celebrado esta mañana en la sede de la corporación. En su opinión, «las cicatrices de la Guerra Civil todavía no están cerradas», a la vista del actual nivel de conflicto en el Estado.
El delegado de la Moncloa ha insistido que los derechos fundamentales «no están esculpidos en una piedra», sino que radican «en nuestros ordenamientos jurídicos» y tienen que servir para evitar los golpes de estado, las dictaduras, o problemas actuales como la migración, la pobreza extrema o el cambio climático. También ha recordado el actual conflicto entre el estado de Israel y Hamás en Gaza como prueba de la debilidad de los derechos humanos en la actualidad geopolítica. Una debilidad que también ve en el Estado español en los últimos años y más con la tensión de la investidura del nuevo gobierno del socialista Pedro Sánchez.

La Guerra Civil, presente
En este contexto, ha subrayado que «la Guerra civil es relativamente reciente desde el punto de vista histórico, pero quizás sí que es presente en el día a día». Así ha resaltado la «polarización política, los algoritmos de las redes sociales, odio, odio y odio y apología del odio, como si fuera algo normal, como si fuera una cosa natural, mucha gente joven, los nativos digitales, está cayendo en este estigma, que la democracia no funciona». «Las cicatrices de la Guerra Civil todavía no se han cerrado», ha remachado. Por eso, ha situado la defensa de los derechos humanos como absoluta prioridad de las políticas y de la sociedad actual.
Mientras Prieto cargaba contra el alto nivel de tensión de la política española, estaban atentos a su discurso Jesús M. Sánchez, decano del Colegio de Abogados; la alcaldesa de Santa Coloma de Gramenet, Nuria Parlón; y la número dos del Ayuntamiento de Barcelona y exdegana del Colegio de Abogados, Eugènia Gay. Precisamente, Gay también ha abonado la tesis de Prieto sobre el discurso del odio del panorama político y social actual.