Silvia Intxaurrondo se ha convertido en la nueva presentadora estrella de las mañanas en España, ya que con La hora de la 1 está superando a El programa de Ana Rosa y Espejo Público. A TVE le cuesta mucho dinero tenerla en plantilla, pero ahora puede llegar a costarle aún más porque la presentadora los ha demandado para exigir que le dupliquen su sueldo. La cuestión es que, hasta el pasado mes de agosto, ella cobraba por contrato la escandalosa cifra de 253.000 € anuales. En la renovación que le hicieron en septiembre, la cadena pública se lo redujo hasta 140.814 € y esto la ha indignado.
Pero, ¿cómo ha pasado esto? Vamos por partes. Cuando Silvia Intxaurrondo comenzó a trabajar para TVE, en 2021, la contrataron a través de una productora externa. Los trabajadores de TVE protestaron cuando lo supieron, ya que no querían que siguieran pagando tanto dinero a una productora externa por un programa que debían producir ellos. Cuando la corporación pasó a encargarse, el contrato con la productora se rescindió.
En ese momento, y siempre según la versión de la presentadora, RTVE le habría «exigido» que creara una sociedad mercantil «que sirviera de pantalla para la contratación». Una inspección de trabajo se dio cuenta de que esta fórmula ocultaba un contrato fraudulento, ya que efectivamente se usaba una empresa pantalla para evitar un contrato laboral ordinario. RTVE tuvo que darla de alta como trabajadora propia y le ofrecieron un contrato ajustado al convenio. ¿Lo que a ella no le gusta? Que, ante esto, ha pasado a cobrar 140.000 € anuales -casi la mitad de lo que le daban cuando cobraba a través de su empresa-.

El diario El Mundo ha tenido acceso a la demanda que ha presentado contra la cadena pública, a la que acusa de haber vulnerado sus derechos fundamentales en esta rebaja tan drástica de su salario. En este escrito, Silvia Intxaurrondo asegura que habían pactado que el nuevo contrato debía regirse por las mismas condiciones laborales y salariales que el que tenía hasta ahora. Le han cambiado sus condiciones de manera ilegal, pues, según su criterio. Continúa haciendo el mismo trabajo que antes y, por eso, se ha decidido a demandar y denunciar la situación a la justicia. Exige que el contrato laboral nuevo tenga unas condiciones equivalentes a las que tenía con su empresa y, además, una indemnización por daños «por el impacto o sufrimiento psíquico o espiritual» que puede desencadenar esta rebaja.
RTVE se basa en el resultado de la inspección de trabajo, que consideró que el contrato con su empresa era fraudulento. Le ofrecieron un contrato de artista, como también tienen otros presentadores externos, pero ella lo rechazó. Y, con el contrato actual, deben basarse en unos convenios salariales que no pueden saltarse. En caso de que la justicia le dé la razón, RTVE tendría que volver a establecer el sueldo de antes y pagar una multa que podría ir entre los 30.000 € y los 120.000 €. Será en el mes de mayo cuando sepamos cuál es la decisión del tribunal.
El sindicato reacciona a la petición salarial de Silvia Intxaurrondo
Como era de esperar, el sindicato de trabajadores de RTVE ha puesto el grito en el cielo cuando se ha enterado de las pretensiones de la presentadora. En un comunicado al que ha tenido acceso el mismo diario El Mundo, critican que se pretenda imponer un salario «absolutamente alejado de cualquier escala existente» y que «ningún profesional de RTVE puede percibir» por la misma función. De hecho, recuerdan que, mientras ella hace esta reclamación, los otros trabajadores de la corporación «cumplen estrictamente» un convenio aprobado, auditado y controlado por la normativa del sector público.
Consideran que esta demanda supone un «cuestionamiento directo del marco legal» y de las condiciones que rigen para toda la plantilla fija de la corporación: «No podemos estar callados«. Cargan contra su compañera con contundencia, ya que tachan este intento como un «agravio ético» y un «desprecio» hacia aquellos que «sostienen esta casa» con su trabajo diario: «No permitiremos que RTVE sea presionada para romper la coherencia salarial del sector público o para reconocer condiciones imposibles de justificar ante los mismos trabajadores«.

«La ética importa y el respeto a la plantilla importa», prosiguen en un escrito que demuestra que la demanda que ha presentado la comunicadora no ha gustado ni un poco y tendrá consecuencias.

