Santi Millán es una de las caras más conocidas de la televisión. Encadena proyecto tras proyecto y es habitual verlo como presentador al frente de proyectos como Caiga quien caiga o Got Talent. Hace unos meses se viralizó una faceta poco conocida del comunicador catalán, la pasión por la escultura. Un nuevo proyecto que comenzó durante la pandemia y que poco a poco ha ido profesionalizando hasta protagonizar su primera exposición en una galería de Barcelona. De hecho, la época pandémica también ha sido uno de los temas protagonistas de su última entrevista en el pódcast La fórmula del éxito con Uri Sabat. Un espacio de reflexión en el que se ha sincerado sobre su peor momento personal, que ha estado ligado a la pérdida de una persona muy querida.
La incertidumbre de la pandemia, uno de los peores momentos personales del presentador
Han pasado cinco años desde que el mundo se paralizó a raíz de la pandemia por la covid-19. Una emergencia global que trastocó muchas vidas y supuso detener el ritmo vital para hacer frente a una catástrofe. Preguntado por el peor momento vital que recuerda, Santi Millán ha hablado de la «incertidumbre» de esa época. «Mi padre murió por culpa de la covid, yo estuve con él una semana en el hospital porque tenía Alzheimer», confiesa en esta entrevista. Era un momento en el que no había tantas protecciones y recuerda estar con su padre sin saber qué pasaría. «Yo estaba con él en la habitación, sin guantes ni nada, tosiéndome en la cara. Cuando mi padre murió, se lo llevan y adiós. No hubo ni entierro». Después de volver a casa, tuvo que confinarse quince días sin poder ver a su familia ni pasar el duelo acompañado.

La cancelación de un programa en Cuatro
Su trayectoria profesional es extensa y durante estos años ha podido vivir todo tipo de situaciones, pero ¿cuál ha sido el momento más complicado en cuanto al trabajo? Se decanta por la cancelación de un programa que estaban haciendo en Cuatro. Un late night llamado Uau que competía con Andreu Buenafuente, que en ese momento estaba en Antena 3. Aunque confiesa que los tres primeros programas «fueron muy bien», su apuesta no estuvo en la parrilla televisiva más de tres meses. «Para mí había sido una apuesta personal, yo tenía una carrera, sobre todo en España, que se me identificaba más como actor que como entretenimiento, más que como presentador porque venía de hacer Periodistas, Siete vidas… En Cataluña se me había reconocido haciendo La cosa nostra con Buenafuente y era más entretenimiento».
En ese momento, después de ver que la apuesta de Cuatro no había ido bien, pensó que la puerta de presentadores y de actor se había cerrado. «¿Y ahora cómo reconduzco esto? Fue aquí cuando empecé a ir en bicicleta para despejarme», explica. Más allá de estas dos situaciones, el conductor del pódcast ha querido poner sobre la mesa una de las preguntas clave de la temporada. ¿Qué prefiere: El Hormiguero o La Revuelta? «Por tipo de humor y contenido, me identifico más con La Revuelta, pero hay momentos de entretenimiento y espectáculo puro de El Hormiguero. Ambos contrincantes son muy potentes. Broncano ha conseguido algo muy bien, introducir el estilo del streamer dentro de la televisión convencional. Todo necesita un proceso de adaptación y la gente debe acostumbrarse y entrar en la dinámica de tu programa». Sea como sea, una entrevista que permite ver y conocer detalles poco conocidos del presentador catalán.