La candidata del Partido Popular Europeo a -volver a- presidir la Comisión Europea, Ursula von der Leyen ha mantenido la puerta abierta a pactar con la extrema derecha europea y la ha cerrado para los «amigos de Putin«, las fuerzas contrarias en la Unión Europea y el Estado de derecho y con los miembros del partido ultra Identidad y Democracia. Unas declaraciones, pero, que se han visto acompañadas de una oferta para «trabajar» con partidos que son parte de los Conservadores y Reformistas Europeos, el grupo en el cual están situados Fratelli d’Italia (el partido de Giorgia Meloni) o la extrema derecha de Vox. En un gesto dirigido hacia Meloni, Von der Leyen ha señalado que «no estoy hablando de grupos, sino de parlamentarios» y que la presidenta del Consejo de Ministros de Italia es «claramente europea» y está «contra Putin».

Esta puerta abierta a la ultraderecha europea le ha valido las críticas del resto de partidos presentes al debate. De hecho, y en contrapartida sobre la frase sobre Meloni, el representante de los liberales de Renovar Europa, Sandro Gozi, ha advertido Von der Leyen que los Conservadores y Reformistas Europeos son «absolutamente contrarios a Europa». Una afirmación que ha perseguido a Gozi, puesto que el resto de partidos le han reprochado la alianza de los liberales con la extrema derecha a los Países Bajos.
Obsesión con la inversión en defensa y con Rusia y Putin
Von der Leyen ha centrado gran parte del último debate electoral en el hecho que se tienen que destinar «nuevos recursos» a escala europea a la seguridad y defiende de Europa. La candidata del Partido Popular Europeo ha pedido que el Parlamento Europeo y los estados miembros trabajen «juntos» para generar estos recursos para financiar la defensa. Los candidatos han encontrado un nexo de unión al mantener el apoyo militar a Ucrania para derrotar Rusia sobre el terreno, un hecho por el cual el único miembro que se ha opuesto ha sido el candidato de la Izquierda.
