Francia se enfrenta a la primera gran crisis de gobierno de la presente administración. El presidente de la República, Emmanuel Macron, ha aceptado este lunes la dimisión de la primera ministra, Elisabeth Borne. El cambio al frente del Consejo de Ministros galo, si bien supone un importante terrabastall a la política del país vecino, ya se comentaba a la esfera pública las últimas semanas. El ejecutivo se encontraba sobro intensa presión a raíz de la aprobación de una dura ley de inmigración, para la cual la mayoría centrista del presidente consiguió los votos de los conservadores Las Républicains, además del apoyo de los ultraderechistas de Rassemblement National, el partido de Marine Le Pen. El texto, acordado con la derecha tradicional, incluía medidas regresivas, como por ejemplo la exclusión de las personas migrantes irregulares de la sanidad pública. La crisis de gobierno llega también pocos meses antes de unas elecciones en el Parlamento Europeo en que la extrema derecha parece llevar ventaja.
Borne, que había servido en varios cargos bajo ministros del Partido Socialista antes de incorporarse al proyecto de Macron, era la segunda mujer a ocupar el cargo de primera ministra a la historia del país. Abandona la posición poco más de un año y medio después de llegar, después de la victoria electoral del movimiento en mayo del 2022. Bajo su mandato, más allá de la nueva ley de inmigración, se ha aprobado parte del programa político del presidente, así como la polémica reforma de las pensiones que generó un intenso descontento en la calle.

El Elíseo ha comunicado la dimisión de Borne en un corto comunicado. También lo ha hecho el mismo presidente, a su cuenta en la red social X, antes conocida como Twitter. Macron ha querido mostrar su agradecimiento a la ya ex-primera ministra por sus servicios al frente del consejo ejecutivo. «Su tarea al frente de nuestra nación ha sido ejemplar cada día», alababa el jefe de Estado. Borne, justo es decir, ya no participó en el habitual Consejo Constitucional, y había abandonado el Elíseo después de una reunión de más de una hora con el presidente de la República.
Sustituto al horizonte
Macron no ha comunicado inmediatamente quién será el sustituto de Borne al frente del ejecutivo galo. Los medios locales apuntan a varias opciones: el actual ministro de Defensa, el joven Sébastien Lecornu, suena con fuera después de cerca de seis años de servicio en el gobierno, en el que ha ocupado dos carteras diferentes, así como la secretaría de Estado. También lo hace Gabriel Attal, responsable de Educación, de solo 34 años. Entre los nombres más conocidos, como avanza la agencia Reuters, se baraja también el del ministro de Finanzas, Bruno le Maire; un perfil en ascenso que aparece también en las quinielas por suceder a Macron en las presidenciales del 2027.