El Consejo de Seguridad de la ONU toma finalmente partido en el conflicto en Gaza. Los quince países miembros del órgano más poderoso de las Naciones Unidas rompen su silencio y reclaman un alto el fuego inmediato a Palestina. La ofensiva militar israelí se ha cobrado ya la vida de más de 32.000 ciudadanos palestinos. Los quince se añaden así a la posición de la Corte Internacional de Justicia, que también ha exigido en el gobierno de Binyamín Netanyahu que pare su ofensiva, entre acusaciones de genocidio. Justo es decir que la resolución, presentada por Argelia, no ha conseguido la mayoría absoluta: el histórico aliado de Tel Aviv, los Estados Unidos, han puesto sobre la mesa una abstención que no ha servido para parar el posicionamiento del consejo. La aceptación parcial por parte de Washington llega después de que Rusia y China impongan un veto a la medida que ya habían planteado los estadounidenses. El secretario general de las Naciones Unidas, el portugués Antonio Gutierres, ha celebrado la decisión, exigiendo que se aplique totalmente. «No hacerlo sería imperdonable», ha espetado.
La resolución recoge las órdenes de un Consejo que levanta el tono contra la ofensiva militar israelí contra los civiles palestinos. El órgano principal de la ONU «exige el alto el fuego inmediato y la liberación inmediata e incondicional de todos los rehenes» por ambas partes; en un acuerdo que, para Gutierres, es «largamente esperado». El texto se ha aprobado con catorce votos a favor y solo una abstención, la de los Estados Unidos, socio histórico de Israel y tradicionalmente el principal escollo para cualquier denuncia de las actuaciones de Tel Aviv a la franja. El embajador argelino ante las Naciones Unidas, Amar Bendjama, que ha trasladado al Consejo la propuesta de resolución de su gobierno, ha celebrado que «finalmente» el liderazgo de la organización opere para «mantener la paz y la seguridad internacionales»; para las que los ataques israelíes supone una importante amenaza. «Estamos obligados a poner fin al derrame de sangre antes de que sea tarde», declara Bendjama.

Estados Unidos saca hierro
La representante norteamericana a las Naciones Unidas, Linda Thomas-Greenfield, ha declarado que la resolución se fundamenta sobre «los mismos objetivos» que la que presentaron ellos mismos una semana antes, vetada por China y Rusia. La resolución reclama a Israel lo respecto al Ramadan con una parada de las hostilidades; un frenazo de los ataques sobre Palestina que conduzca a «un alto el fuego permanente y sostenible». Hacia Hamás, el órgano reclama la liberación «inmediata» de todos los rehenes que mantienen retenidos a raíz de la ofensiva del pasado mes de octubre. Estados Unidos ha retirado su veto a todas las iniciativas a la ONU contra Israel después de que Netanyahu amenazara de cancelar la visita de la delegación de Washington a Israel si el Consejo de Seguridad publica alguna iniciativa contra su expansión militar.





