La Comisión Europea aprovecha el movimiento del Consejo de Seguridad de la ONU para enfatizar su posición respecto de la invasión israelí de la franja de Gaza. En una piada publicada este mismo lunes, la presidenta del ejecutivo comunitario Ursula Von der Leyen ha exigido Tel Aviv que pare las hostilidades contra Palestina. En sus redes sociales, Von der Leyen ha dado la «bienvenida» a la decisión del máximo órgano de las Naciones Unidas de exigir la parada de las hostilidades por parte de las Fuerzas de Defensa Israelíes. También ha recogido una mención hacia los rehenes que todavía mantiene el Movimiento de Resistencia Islámico (Hamás), a quien ha exigido que libere «inmediatamente» los prisioneros atrapados durante los ataques del pasado mas de octubre.
En el mismo sentido se ha expresado el presidente del Consejo Europeo, Charles Michel, que ha insistido que la postura del Consejo de Seguridad llega días después de que los 27 ya hayan reclamado una parada de los ataques sobre los ciudadanos palestinos. «El Consejo ya exigió una pausa humanitaria inmediata», recuerda el representante de la Unión, recordando también la necesidad que «se liberen todos los rehenes y una provisión inmediata de ayuda humanitaria». En un sentido similar a la resolución de la ONU, Michel considera esta parada de la ofensiva una oportunidad para lograr «un alto el fuego sostenible» y sin un final previsto. Cómo en el caso de Von der Leyen, el francés ha instado el gobierno de Binyamín Netanyahu a «implementar» las exigencias de las Naciones Unidas de manera «urgente».

Sin unanimidad
La presión ejercida por los varios actores internacionales, desde la UE hasta China o Rusia, han conseguido que el Consejo de Seguridad apruebe por primera vez una resolución contraria a los intereses militares del Estado de Israel. El sí a la resolución ha llegado de forma casi unánime: el socio histórico de Israel a los foros globales, los Estados Unidos, se ha abstenido después de que Netanyahu amenazara de cancelar una visita diplomática norteamericana en la capital israelí. El secretario general de la ONU, Antonio Gutierres, ha sido lo primero a celebrar el cambio de sentido de la opinión del máximo organismo de las Naciones Unidas. La decisión, a ojos del portugués, ha sido «muy esperada»; y ahora espera que se implemente rápidamente. No hacerlo, alerta, «sería imperdonable».


