El mundo de los cómicos pierde este sábado a una de las figuras más icónicas de los años noventa. Francisco Ibáñez, el conocido dibujando cómico creador de Mortadelo y Filemón ha muerto en Barcelona con 87 años. Así lo ha publicado en un hilo de Twitter la editorial Penguin Random House, que ha lamentado profundamente la muerte del artista y dibujante. Tal como ha mencionado en la misma publicación, Ibáñez deja un legado de más de 50.000 páginas de personajes memorables que «han hecho felices a un gran número de lectores», ha especificado la editorial.

Ibáñez empezó a dibujar viñetas como pasatiempos y, de hecho, sus trabajos eran de verano, prácticamente se podría decir que sus principios en el mundo del cómico de humor fueron mientras él todavía era amateur. Nacido en Barcelona, se lo considera uno de los creadores más famosos de series humorísticas y, de hecho, se lo ha tildado de icono durante varias generaciones.​ Es por eso, que editoriales como Penguin Random House han querido conmemorar su trayectoria profesional de manera pública, puesto que para muchos marcó un antes y uno después en el mundo de las viñetas de humor.

La época dorada de las viñetas

Ibáñez empezó a dibujar y crear Mortadelo y Filemón durante la época dorada de las viñetas en el estado español. De hecho, prácticamente todas las revistas y los diarios tenían esta clase de historias para llenar sus páginas con humor. Ibáñez empezó dibujando chistes y algunas historietas sin personaje fijo, hasta que el 1958 se le ocurrió crear a una pareja de detectives privados muy particulares, a los cuales bautizó como Mortadelo y Filemón. La primera publicación salió a la revista Pulgarcito y quería ser una especie de parodia de Sherlock Holmes y el Dr. Watson, pero la historia cogió tanto impulso que enseguida pasaron a ser los personajes que todavía se recuerdan hoy en día.

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