Marta Torné ha estrenado Eufòria Dance Kids este viernes, un programa nuevo dentro del universo del programa musical más exitoso de TV3. En esta ocasión, sin embargo, esta propuesta no ha terminado de convencer porque la audiencia que ha tenido ha sido bastante discreta. Sí ha gustado su participación en el otro estreno del fin de semana, el primer Col·lapse con Jordi González al frente. Convertida en la madrina de este formato, la veremos en el plató cada sábado de la mano de su íntimo amigo con quien no deja de pedir que les pongan un programa juntos. En esta primera interacción, la barcelonesa ha dado pinceladas de su vida personal en una entrevista que sirve para conocerla un poco más.
Ha hecho mucha gracia verles interactuar en una entrevista divertida, ya que la conexión y la amistad entre ellos es muy evidente. Ella, que siempre ha sido muy cuidadosa con su vida personal, ha hablado un poco más sobre el tema porque se ha dejado llevar: «No hablo de ello porque mi vida privada es muy aburrida», ha dicho. Casada con un hombre muy creativo, un director de cine y televisión, comparten la profesión pero desde puntos de vista y rangos diferentes: «Convivimos muy bien, pero tampoco hablamos mucho de trabajo. Cuando está rodando o cuando yo estoy grabando no nos vamos a ver. Él me propone como actriz para alguna de sus series, pero los directores solo tienen mano en cuanto a los personajes protagonistas y los secundarios muchas veces no los pueden imponer ellos. Si él me pide hacer un personaje y yo me veo, pues sí que lo hago, claro».
En otro punto del programa, Marta se ha sincerado respecto a esta relación. ¿Y qué ha dicho? Que le hubiera encantado ser bisexual y tener relaciones abiertas, pero que educacional y culturalmente no lo necesita: «A mí no me gustaría tener una relación abierta porque prefiero la exclusividad y las cosas de Disney con los príncipes que nos gustan. Si tiene que pasar algo y serme infiel, prefiero no saberlo«.

Marta es una mujer todoterreno que no ha parado de trabajar. Dice que le encanta hacerlo, ya que el trabajo es su «refugio»: «Me realiza y, además, en este trabajo me encanta el equipo que tenemos, ver que todo el mundo te cuida y quiere que estés bien. Venir a trabajar en la tele no es como ser funcionario y ir a una oficina. Siempre acabo el verano deseando que llegue septiembre porque tengo muchas ganas de volver. Yo soy más feliz trabajando que de vacaciones, y que no se malinterprete porque después si trabajo mucho me quejo de que necesito descansar, pero trabajando estoy muy contenta».
De hecho, Jordi le ha recriminado que este agosto la vio agotada después de muchos meses de rodajes. Lo que pasa es que Los protegidos la ha forzado a grabar un montón de escenas por la noche, lo que la ha cansado más de lo habitual: «Ya no tengo edad, es muy pesado porque a las dos de la mañana aún te quedan cuatro horas y yo no podía más«.
¿Cómo se conocieron Marta Torné y Jordi González?
Marta y Jordi se conocieron hace 25 años, cuando él la fichó para su programa de entonces porque un colaborador la quería tener en su sección. ¿Qué recuerda ella de ese momento? Curiosamente, una primera reunión que no fue nada bien: «Yo empecé un poco con mal pie y recuerdo que me tenías a prueba. El problema es que lo hice fatal… Recuerdo que me dijiste que viniera a tu despacho y me dijiste que no habías visto, hasta entonces, que tuviera el talento suficiente que te habían dicho que tenía«. El presentador le dio dos semanas de prueba y, si no le demostraba que efectivamente tenía talento, tendría que ser despedida.
Cuando Marta sacó a la luz esta anécdota, Jordi se puso rojo: «Perdona, ¿pero yo hablaba así? No me lo puedo creer. ¿Yo era así de imbécil?«. Y ella siguió la broma: «No, tú siempre muy elegante y muy guapo. Simplemente, lo estoy exagerando un poco para que haya un poco de drama». Ahora bien, sí es cierto que le dio un ultimátum: «Pero me fue bien, Jordi, lo hice mejor y me ha ido bien, teniendo en cuenta que sigo aquí. Y es gracias a ti que sigo aquí».

Una pareja de amigos que han vuelto a aprovechar el programa para pedir que los pongan juntos a hacer un programa: «Tenemos que hacer un late night hasta las dos de la madrugada». Si sigue gustando esta pareja, quién sabe si les conceden el deseo.