Germán Fuertes Otero
Vitamina A, antioxidantes, fibra e incluso potasio... todo eso sigue dentro de la lata, esperando a que la abras. La clave está en cómo se conservan: calor, sal, vinagre y, a menudo, un chorro de aceite de oliva. Nada extraño. Nada peligroso. Al contrario.