En las escuelas e institutos de Cataluña, los estudiantes hablan mejor castellano que catalán. Esta es la primera conclusión que se extrae de los resultados de las pruebas de expresión oral al alumnado del país, las cuales llevó a cabo el Departamento de Educación y Formación Profesional, en manos de la consejera Esther Niubó, el mes de mayo del curso pasado en estudiantes de sexto de primaria y cuarto de ESO. Tal como se desprende de los resultados de las evaluaciones, los estudiantes tienen más facilidades para hablar en castellano que en catalán. En conjunto, en sexto de primaria, más de un 3% no alcanza un nivel mínimo de léxico en catalán, mientras que en castellano la cifra cae por debajo del 1%. En secundaria, siguiendo la misma tónica, un 4,8% no tiene las competencias en léxico catalán alcanzadas, mientras que la cifra baja hasta el 1,4% en el caso del castellano. Estas diferencias, sin embargo, se agudizan más en función de la complejidad del centro educativo.
En este análisis, los centros educativos están divididos en tres grados de complejidad diferentes en función de la situación socioeconómica de los alumnos y sus familias: baja, media y alta. En sexto de primaria, en general, la mayoría de los estudiantes alcanzan un nivel notable en los diferentes aspectos que se evalúan en estas pruebas. Es decir, obtienen un nivel notable en léxico, fonética, morfosintaxis, fluidez y cohesión, entre otros. Las cifras facilitadas por la consejería, sin embargo, también muestran algunas diferencias en función de los grados de complejidad, aunque un elemento común en los diferentes centros es que el léxico es el aspecto que más les cuesta -tanto en catalán como en castellano. En el caso de los centros de baja complejidad, solo un 1,7% de los alumnos obtienen un nivel de «no logro» en léxico en catalán, mientras que en los centros de alta complejidad, la cifra se eleva hasta el 6,5%. En estos mismos centros, el porcentaje de alumnos que alcanzan la excelencia también varía. Mientras que en los centros de baja complejidad el 30,9% de los alumnos tienen nivel excelente en léxico catalán, en los centros de alta complejidad la cifra cae hasta el 12,7%. Una variación porcentual de casi veinte puntos.
Un léxico más rico en castellano
Los resultados de las pruebas orales en lengua castellana revelan un panorama completamente diferente. En los centros de baja complejidad, solo un 0,3% de los alumnos tienen un nivel de «no logro» en léxico -que se contrapone con el 1,7% en catalán. En esta línea, en los centros de alta complejidad, el porcentaje se eleva hasta el 1,7%, casi cinco puntos porcentuales menos que en catalán. En cambio, siguiendo esta tónica, en los centros de baja complejidad el 43,1% de los alumnos tienen un nivel «de excelencia», mientras que en los centros de alta complejidad la cifra roza el 28%, más del doble que en catalán. La tendencia que se ve en léxico en los centros tanto de baja como de alta complejidad también se reproduce en el resto de aspectos que se han evaluado en estas pruebas. En el caso de morfología, por ejemplo, un 27,6% de los estudiantes de centros de alta complejidad obtiene un nivel excelente en castellano, mientras que la cifra cae hasta el 15,3% en catalán.

Una diferencia más acentuada en secundaria
Los resultados de las pruebas de evaluación de la expresión oral en los alumnos de cuarto de secundaria obligatoria muestran unas diferencias más acentuadas que en catalán en función del grado de complejidad de los centros. En los centros de baja complejidad, en catalán, solo un 1,8% de los alumnos tienen un nivel «no alcanzado» de léxico, mientras que en los centros de alta complejidad la cifra se eleva hasta el 8,9%. En cambio, en castellano, solo un 0,5% de los alumnos de centros de baja complejidad no alcanzan el nivel mínimo, mientras que en los centros de alta complejidad el porcentaje crece hasta el 2,9%, muy por debajo de la cifra obtenida en lengua catalana. Siguiendo la tendencia, en los centros de baja complejidad, el grado de excelencia lo han obtenido un 32% de los alumnos evaluados, mientras que en los institutos de alta complejidad, la cifra cae hasta el 13,7%. En cambio, en castellano, el 43,5% de los estudiantes tiene un nivel excelente en relación con este aspecto. En los centros de alta complejidad, el porcentaje de excelencia se sitúa en el 26,9%, el doble que en catalán, aproximadamente.
El análisis de los resultados de las pruebas en cuarto de ESO muestra que el aspecto en catalán que más cuesta a los estudiantes de los centros de alta complejidad -además del léxico- es la morfosintaxis, donde un 7,8% de los alumnos obtienen un nivel de «no logro», y la fonética, en la que esta cifra se sitúa en el 7,7%. En cambio, el aspecto con mejores resultados es la adecuación, donde solo el 3,8% de los alumnos de centros de alta complejidad obtienen un nivel por debajo del umbral de logro. La conclusión de los resultados, pues, es clara: el catalán se resiente más en los centros en los que convive un alumnado con más dificultades socioeconómicas que el castellano. Es por este motivo que esta misma semana Òmnium Cultural, en respuesta a los resultados de las evaluaciones, ha reivindicado que aprender catalán «no puede depender del código postal de los niños» y ha exigido extender este «derecho» a todos los centros educativos del país. «La escuela catalana es clave para la igualdad de oportunidades y se necesita un nuevo impulso para garantizar su futuro», reivindican desde la entidad que preside Xavier Antich.